El SES ha autorizado la prescripción de los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) a los médicos de familia de Atención Primaria.
Se trata de una reivindicación de médicos, pacientes y sociedades científicas y que es una realidad en Extremadura desde el pasado martes 17 de enero, fecha en la que Consejería de Sanidad y Políticas Sociales autorizó el visado de los ACOD a todos los facultativos de atención hospitalaria y atención ...
Se trata de una reivindicación de médicos, pacientes y sociedades científicas y que es una realidad en Extremadura desde el pasado martes 17 de enero, fecha en la que Consejería de Sanidad y Políticas Sociales autorizó el visado de los ACOD a todos los facultativos de atención hospitalaria y atención primaria. Estos anticoagulantes orales de acción directa se utilizan para la prevención del ictus y la embolia sistémica en pacientes con fibrilación auricular no valvular. Hasta ahora, solo podían recetarlos los médicos especialistas.
En España se dispone desde hace tiempo de la posibilidad de uso de los ACOD, aunque el modelo de prescripción sigue siendo diferente entre comunidades autónomas, especialmente en cuanto al papel que se le reconoce al médico de familia para la realización del informe y posterior visado de inspección.
La Atención Primaria es el ámbito idóneo para racionalizar la prescripción y priorizar a los pacientes que, inicialmente, podrían ser los mejores candidatos al tratamiento, de una manera progresiva y con las precauciones necesarias. Así lo indica en un informe la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Se ha considerado innecesario e ineficaz sobrecargar aún más a otros especialistas (cardiólogos, internistas, neurólogos, geriatras) con la toma de una decisión terapéutica que le corresponde al médico de familia.
Estos fármacos han demostrado que reducen marcadamente los eventos embólicos y la mortalidad, con la ventaja de no necesitar su monitorización a diferencia del acenocumarol, el conocido Sintrom. En este sentido, el médico de familia tiene una capacidad y conocimientos acreditados para la prescripción de estos medicamentos. Además, son quienes trabajan en un medio con mayor accesibilidad al paciente y son quienes tienen mayor información de la comorbilidad del paciente y los riesgos asociados. La autorización de la prescripción de los ACOD a los médicos de familia evitará un retraso en el tratamiento, mejorará la seguridad del paciente y probablemente supondrá, a largo plazo, una disminución de los costes para el sistema sanitario.