IM MÉDICO #54.2 ESPECIAL PEDIATRIA

im MÉDICO | 54.2 8 De hecho, España es el tercer país europeo con mayor impacto de estas enfermedades. La prevalencia de obesidad infantil y juvenil en nuestro país es de un 14,2%. Así, nuestro país se encuentra solo por detrás de Grecia con un 18% y de Italia con un 15,2%. Como han recalcado los especialistas hasta la saciedad, los dos factores que influyen en el sobrepeso de la infancia son los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo. Un añomás, el Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP) ha advertido reiteradamente sobre las consecuencias de que los niños tengan un índice de masa corporal, presión arterial o lípidos ligeramente elevados. Entre otras, el riesgo de enfermedad cardiovascular cuando sean adultos. Basándose en los datos de un estudio multicéntrico internacional publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine, los especialistas advierten de que se ha encontrado por primera vez una relación directa entre los factores de riesgo presentes en la infancia y la aparición de eventos cardiovasculares en la etapa adulta. La enfermedad cardiovascular afecta a más de 126 millones de personas al año en todo el mundo y sigue siendo la principal causa de muerte en el mundo desarrollado. Es bien sabido que los factores de riesgo en los adultos, como el colesterol alto, conducen a ataques cardíacos y otras enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, “la evidencia específica que relacionaba la presencia de factores de riesgo en la edad pediátrica con la enfermedad clínica no se había demostrado hasta ahora”, apuntan desde el CPS-AEP. Apoyándose en estos resultados, el Comité de Promoción de la Salud de la AEP incide en la importancia de trabajar en la prevención y la promoción de un estilo de vida saludable en la infancia y la adolescencia con el fin de lograr una salud cardiovascular plena en la etapa adulta. No en vano, la investigación publicada en The New England Journal of Medicine revela que la prevención de la enfermedad cardiovascular debe comenzar ya en las edades pediátricas evitando los factores de riesgo. Entre los hallazgos más importantes, los investigadores se han dado cuenta de que existe un vínculo de factores de riesgo cardiovascular infantil (como el IMC, la presión arterial, el colesterol, los triglicéridos y el tabaquismo) y el desarrollo de eventos cardiovasculares en adultos; es más, el 75% de los eventos se manifiestan antes de los 53 años. Muchas de las personas que tuvieron eventos cardiovasculares en la etapa adulta eran niños con alguno de estos factores de riesgo cardiovascular. Incluso niveles ligeramente elevados en edades tempranas pueden provocar problemas cardiovasculares pronto en la vida adulta. Sin embargo, también se ha demostrado que cuando estos factores de riesgo son más bajos en la infancia (por ejemplo, dejar de fumar entre la niñez y la edad adulta o llegar a la adolescencia con un peso adecuado), el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en la edad adulta es menor. “La mayoría de los niños nacen sanos, pero, lamentablemente, gran parte de esa salud cardiovascular se pierde durante la infancia por culpa de los cinco factores de riesgo mencionados”, señalan desde el CPS-AEP. Hacer frente al deterioro de la salud mental en menores Por otro lado, surge en pediatría el gran desafío de sanar la sumamente deteriorada saludmental de la población infantojuvenil. Antes de la pandemia ya se estimaba que en torno al 10% de los niños y al 20% de los adolescentes sufría trastornos mentales, con consecuencias que se pueden prolongar a lo largo de toda su vida. En la actualidad, los adolescentes presentan más ansiedad, síntomas depresivos, autolesiones y conductas suicidas. Así lo ha constatado un trabajo multidisciplinar de varias sociedades científicas, y es por eso que reclaman también a las autoridades aumento de recursos para atender la salud mental de niños y jóvenes, tanto a nivel hospitalario como en Atención Primaria. Los servicios de urgencias pediátricas (SUP) y los centros de atención primaria observaron, en los primeros meses de la pandemia, una disminución importante (entre el 30 y el 40%) del volumen asistencial global. Pero a esta primera fase le siguió un incremento de hasta un 47% en los trastornos de salud TASA DE MORTALIDAD INFANTIL EN 2020 POR 1.000 NACIDOSVIVOS Hombres Mujeres Total Andalucía 3,37 2,5 2,95 Aragón 2,38 2,01 2,2 Asturias 2,87 3 2,93 Baleares 1,87 2,58 2,22 Canarias 2,08 3,1 2,58 Cantabria 2,83 3,65 3,23 Castilla y León 3,43 2,56 3 Castilla-La Mancha 3,33 1,94 2,65 Cataluña 2,85 2,06 2,46 Com. Valenciana 1,96 3,11 2,52 Extremadura 1,33 1,66 1,49 Galicia 3,74 1,6 2,69 Com. Madrid 2,72 2 2,37 Murcia 3,07 2,6 2,85 Navarra 1,91 2,06 1,99 País Vasco 2,88 2,4 2,65 La Rioja 2,56 2,62 2,59 Ceuta 4,6 2,45 3,56 Melilla 2,07 4,18 3,12 España 2,37 2,84 2,61 Fuente: INE Elaboración: Departamento de Diseño: IM Médico

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