IM MÉDICO #66.2 ESPECIAL ITS

31 Además, el diagnóstico de una ITS es la ocasión ideal para detectar otras infecciones. “Si te llega un paciente con una infección de transmisión sexual, es tu deber pesquisar otras. Si un paciente te viene con una clamidia, aprovechas a hacer una prueba de VIH, sífilis, hepatitis B, hepatitis C, porque el mecanismo de transmisión es el mismo”, afirma. “En la medida que hacemos diagnósticos precoces, evitamos la transmisión comunitaria, evitamos las complicaciones y hacemos, evidentemente, que estas cifras alarmantes disminuyan”, subraya. Sin embargo, con los centros de salud “absolutamente saturados”, la labor del médico de familia pareciera una misión imposible. “Con seis minutos por paciente, ¿qué información puedes suministrarle? Las consultas están abarrotadas”, lamenta. Incremento de las ITS España registró en 2022 las tasas más altas desde que hay registros (en 1995) de gonorrea, y sífilis. Ese año hubo 23.333 casos notificados de gonorrea y 8.141 casos de sífilis. También se registraron 26.518 casos de clamidia, lo que representa un incremento del 245% con respecto a 2016, según revela el informe Vigilancia epidemiológica de las infecciones de transmisión sexual en España 2022, elaborado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), publicado en enero. Los hombres se ven más afectados por todas estas ITS que las mujeres (aunque el incremento es común en ambos sexos). La franja de edad comprendida entre los 25 y los 34 años es la que mayor número de casos presenta en las tres infecciones venéreas mencionadas. Para el doctor Bastidas, este incremento se debe a múltiples causas, entre ellas, la alta movilidad. “La gente después de la Covid-19 ha creído entender que la vida ha cambiado. Siente la necesidad de vivir a mayor velocidad, como sucedió con el incremento de los viajes”, afirma, y agrega que el turismo sexual y la aparición de aplicaciones no hace sino incrementar este riesgo. De hecho, la reciente epidemia de infecciones por virus Monkeypox puso de manifiesto cómo microorganismos que antes no se consideraban típicamente de transmisión sexual pueden pasar a serlo mediante los cambios en desplazamientos y costumbres que experimenta la sociedad. “En realidad el Monkeypox no era un virus que consideráramos de transmisión sexual. El problema es que se dio un brote cuyo mecanismo de transmisión fue fundamentalmente la vía sexual, y se convirtió en una ITS derivado de la alta movilización de pacientes y de las prácticas sexuales”, afirma el médico. El uso de drogas recreativas con fines sexuales o chemsex es otro factor que incrementa el riesgo de adquirir una ITS. “En la medida en que el paciente está bajo los efectos de la droga, su poder de decisión está disminuido y probablemente se relaja y tiene prácticas sexuales que no tendría si no estuviera bajo los efectos de este tipo de drogas. Además, están diseñadas para sexualizar de alguna otra forma mucho más al paciente”, destaca. Asimismo, el uso de profilaxis prexposición (PrEP) para el VIH, que reduce las probabilidades de que un paciente se contagie, ha hecho que muchos pacientes se relajen en las medidas de protección. “Algunos de estos pacientes no utilizan métodos de barrera como el preservativo, lo cual incrementa, por supuesto, las infecciones de transmisión sexual”, afirma Bastidas. Aunque también señala que los pacientes a los que se les da PrEP son pacientes con una mayor vigilancia, lo que incrementa el número de diagnósticos. Pero el médico anima a derribar los prejuicios que siguen existiendo entorno al VIH: “Debemos desmontar la idea de que esto solamente le afecta a hombres que tienen sexo con hombres”. “Nadie es inmune”, enfatiza. Infecciones más resistentes Las ITS cambian de forma muy rápida, por lo que el doctor aboga por que se hagan PCR en tiempo real. “Se toma una muestra y en minutos tenemos los resultados de qué germen tenemos, en qué ubicación y esto permite que en la consulta puedas hacer un diagnóstico exacto”, destaca. “Muchas veces no actualizamos los protocolos y damos antibióticos que ya no son sensibles para los gérmenes. Además, muchos de estos pacientes tienen muchas ITS de forma repetida, por lo que desarrollan resistencia a ciertos antibióticos, y además, muchas de estas bacterias tienen una resistencia particular a ciertos antibióticos”, concluye. + “SI TE LLEGA UN PACIENTE CON UNA INFECCIÓN DE TRANSMISIÓN SEXUAL, ES TU DEBER PESQUISAR OTRAS”

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