IM MEDICO #65 ANUARIO 2023

102 A FONDO COVID PERSISTENTE ANUARIO 2023 Un retroceso en el abordaje de los pacientes con covid persistente Sin embargo, “a nivel de organización general, no se ha avanzado nada, e incluso se ha retrocedido”, advierte. Tanto ella como los demás expertos que conforman REiCOP, una entidad multidisciplinar y transversal formada por organizaciones científicas, profesionales e investigadores de distintos niveles asistenciales con los pacientes en el eje, “tenemos la sensación de que, como todo el mundo está cansado de la pandemia, se han llegado a desmantelar estructuras organizativas que había para prestarles atención a los pacientes”. “Estamos descuidando a estos pacientes y dejándolos al margen de la atención establecida, tanto en los sistemas públicos como privados”, lamenta. En su día, la red colaborativa de investigación en Long COVID elaboró la Declaración de El Escorial, un documento dividido en diez reivindicaciones que recoge las principales necesidades respecto a la covid persistente. El documento, que surgió en los Cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid – El Escorial, cuenta con el aval de esta institución, así como con el de los colectivos de pacientes, quienes también han colaborado en la redacción del mismo. Por ahora, no obstante, parte de las necesidades detectadas en el documento no solo no se han atajado, sino que han empeorado. Asegura Pilar Rodríguez Ledo que “entendemos que todos los profesionales están haciendo todo lo posible”, pero denuncia que a nivel organizativo se han desestructurado los flujos asistenciales que estaban planificados para atender a estos pacientes, excepto en algunos sitios. Por ejemplo, Can Ruti, del Hospital Germans Trias, sigue habilitado su modelo de atención a pacientes con covid persistente tanto de adultos como infantil. No obstante, insiste, “la mayor parte de las unidades que se habían creado se han ido dedicando a otras cosas”. En relación a los procesos, la presidenta de la SEMG tiene claro que, “si parecía que habíamos aprendido algo, ahora se comprueba que hemos aprendido poco, a juzgar por la situación epidemiológica que estamos teniendo”. “Está claro que de los flujos asistenciales y de los circuitos de atención poco hemos aprendido, porque a la práctica se han llevado pocas cosas con continuidad. Por lo tanto, seguimos estando en una situación en la que, en ese aspecto, se ha retrocedido”, subraya. De la misma forma, “todavía existe mucho infradiagnóstico porque seguimos sin que haya un registro de los afectados. En ese sentido estamos igual que al principio. O peor, porque ahora solo se hacen las pruebas diagnósticas de infección por coronavirus a casos muy especiales, así que es más difícil aún diagnosticarlo”, explica la doctora. Entonces, hay un infradiagnóstico claro, pero a pesar de ello, “parece que debido a la inmunidad comunitaria que hemos adquirido, como a otras causas que no conocemos, se desarrolla menos casos de covid persistentes en las últimas olas respecto a las primeras”. Tampoco ayuda la llamada ‘tripledemia’, ese cóctel vírico compuesto por la influenza, el VRS y el repunte de casos de Covid-19 que ha invadido a principios de este año el panorama epidemiológico y tensiona de nuevo el SNS. “Lo que está claro es que está produciendo el colapso a algunos niveles del sistema sanitario. Con lo cual, de algún modo tenemos que ser capaces de integrar todas esas epidemias que se producen de forma cíclica en nuestras poblaciones dentro de la atención que prestamos como sistema sanitario”, reflexiona la especialista. Y a su modo de ver, no solo se debe introducir algunos de los aprendizajes adquiridos en 2020, sino que hay que hacerlo con cierta rapidez. “Es evidente que todos estamos hartos de la mascarilla, LAS MUJERES Y LAS PERSONAS CON COMORBILIDADES, LAS MÁS AFECTADAS POR LA COVID PERSISTENTE El seguimiento de 548 personas que han sufrido la Covid-19 ha permitido identificar factores médicos y socioeconómicos que se asocian al riesgo de desarrollar y recuperarse de la covid persistente, y ha observado que la recuperación es minoritaria durante los primeros dos años de enfermedad. Se estima que entre un 5 y un 10% de las personas que pasan la Covid-19 siguen con una amplia variedad de síntomas meses después de la infección. Así se desprende de un estudio realizado por la Unidad de covid persistente del Hospital Germans Trias, la Fundación Lucha contra las Infecciones y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa. La cohorte del estudio está formada por 548 personas que pasaron la Covid-19 hace más de 2 años, de las que 207 se recuperaron totalmente y 341 desarrollaron covid persistente. Gracias al análisis estadístico de estos dos grupos de personas se ha podido identificar, por un lado, que los hombres con estudios superiores tienen menos probabilidades de desarrollar covid persistente. Por otra parte, se ha detectado que las mujeres, las personas con antecedentes de enfermedades autoinmunitarias, o bien las que presentan fatiga, taquicardia, ahogo o alteraciones neurocognitivas y neurosensitivas durante la Covid-19 aguda tienen mayor riesgo de desarrollarla y una menor probabilidad de curarse con el tiempo. El estudio también subraya que, de todas las personas del estudio con covid persistente, sólo un 7,6% se han recuperado durante los dos primeros años de sufrir el síndrome. De las 26 personas que se han recuperado, la mayoría (24) pertenecían al grupo menos sintomático. Los factores que se han podido asociar a una mayor probabilidad de recuperarse son el sexo masculino, las personas que habían requerido admisión en la UCI debido a la Covid-19 o que tenían comorbilidades cardiovasculares, la falta de apetito y las alteraciones del gusto y el olfato. El dolor muscular, la disminución de la atención, la disnea o la taquicardia son síntomas que se asocian a una menor probabilidad de recuperación.

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