IM MÉDICO #62

53 Equilibrio público-privado Atendiendo a todas las sensibilidades, la AEDV se ha transformado para englobar tanto a dermatólogos de la parte pública como de la privada a través de dos vicepresidencias funcionales. Por parte de la primera, con el objetivo de que se perciba a la especialidad como puramente hospitalaria (pone como ejemplo a Cirugía, Cardiología u Oncología) y, en la segunda, para apoyar el emprendimiento y las relaciones con distintas compañías aseguradoras. Mientras, la situación en los hospitales públicos se enfrenta al desafío de retener el talento en una especialidad en la que actualmente “hay mucha migración de dermatólogos de la sanidad pública a la privada”, en especial en hospitales comarcales grandes y pequeños. Sin minusvalorar a la práctica privada, “que también ha de tener dermatólogos”, habla de cuidar el sistema público porque es el que asegura el derecho fundamental “a la salud” de toda la población. Una encuesta realizada por la academia preguntaba a sus integrantes cuáles eran los hándicaps para quedarse en los hospitales públicos. Los principales fueron “los sueldos y la estabilidad en los contratos”. Mientras las prioridades en los sistemas públicos son mejorar la atención clínica y acabar con las listas de espera, la presidenta recuerda que el médico “tiene cuatro funciones: asistencial, docente, administrativa e investigadora”. Desde su punto de vista, aunque el aumento de sueldo pueda ser “muy efectivo”, una alternativa es potenciar “otro tipo de alicientes más científicos” (como más tiempo para investigar) y así evitar la fuga de especialistas. Plano clínico En el plano puramente clínico, aún hay muchas enfermedades que carecen de tratamiento, principalmente porque son minoritarias o raras. Así pasa con las genodermatosis, patologías cutáneas de origen genético sin tratamientos nuevos, para las que pide “avanzar” en las investigaciones farmacológicas. Como ha pasado, por ejemplo, con las inmunomediadas, algunas para las cuales ya están apareciendo nuevas opciones terapéuticas como los biológicos; con las dermato-oncológicas, con tratamientos disponibles frente al cáncer en estadios avanzados o metastásicos y, también, con los avances en estética. La propia presidenta puso sobre aviso a la sociedad respecto al “ascenso incontrolable” de las ITS. Una de las principales causas es que, gracias a la llegada de las profilaxis preexposición (PrEP) tras la aparición del VIH y los tratamientos para controlarlo, “se ha perdido el miedo a esta y a todas las otras enfermedades”. No obstante, la exposición a otras ETS, algunas como sífilis, gonorrea o clamidia, no se previene. Por esta razón, cree que se debería “hacer mucha campaña otra vez del uso del preservativo” para controlar este aumento de la incidencia. “EL CAMINO DE LA DERMATOLOGÍA NO TIENE FIN Y AHÍ IREMOS COMO PEREGRINOS POR LOS DISTINTOS SITIOS INTENTANDO APRENDER” NUEVOS GRUPOS DE TRABAJO La academia tiene una actividad muy intensa, en línea con el aumento de la prevalencia en algunas patologías ya comunes y la irrupción de otras nuevas. Además de velar por el bienestar y los derechos del colectivo, impulsa una frenética parte científica y formativa repartida en la casi veintena de grupos de trabajo (GT) que tiene. Sin ir más lejos, en 2022 se constituyó uno específico de hidradenitis supurativa (que hasta hace no muchos años era minoritaria y ahora tiene lista de espera en algunos hospitales) y este año ha sido el turno del GT de Enfermedades Infecciosas Dermatológicas, antes conocido como de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Otra familia de patologías donde se ha registrado una subida considerable de casos son las inflamatorias, como las dermatitis atópicas y, dentro de las atopias, se detiene en una prácticamente desconocida en su época universitaria: la esofagitis eosinofílica, que “ahora tiene una incidencia grande”, como pasa también con las alergias o la hidradenitis supurativa. La revolución de la IA Dentro de las nuevas tecnologías, la gran baza para los dermatólogos es la IA. En especial, para el diagnóstico por imagen, al tener metidas “millones de imágenes” imposibles de retener para un profesional que permitan realizar un mejor cribado, aunque Gilaberte recuerda: “Siempre la última palabra la vas a tener que dar tú”. De lo que no cabe duda es del ahorro en tiempo que supondría en consulta, con unas exploraciones que pueden acarrear hasta unos 45 minutos. Además, facilitaría también las interconsultas con Atención Primaria, unas 90 diarias, en su caso. De cara a un futuro próximo en el que la población requerirá de más consultas dermatológicas debido al aumento de las enfermedades de la piel causadas, entre otros motivos, por el cambio climático que conllevará estar más expuestos al exterior, el uso de IA es clave. Siempre y cuando, apunta, se regule de una manera correcta el cómo se utiliza. Y quizá uno de los temas que generaron más expectación fue el acuñado como “dermoverso”: el desembarco de la Dermatología en el metaverso, algo que desde la AEDV ya están “explorando”, sobre todo, como “método de aprendizaje” por ejemplo en cirugías o técnicas infiltrativas y en su aplicación para población pediátrica.

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