IM MÉDICO #58 ANUARIO 2022

TRASPLANTES im MÉDICO | 58 [ ANUARIO 2022 ] 84 de Trasplante Hepático en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. No obstante, la recuperación varía en cada caso. “Por ejemplo, personasquehanrecibidountrasplantedepulmónhastapasadosnueve meses o un año de la intervención no suelen sentirse recuperadas y conposibilidadde retomarunavidamásnormal, siendoconscientes, además, de que van a requerir un tratamiento crónico”, indica la Dra. Cristina Berastegui, neumóloga de la Unidad de Trasplante Pulmonar y Patología Vascular Pulmonar del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona. Otro de los aspectos críticos a tener en cuenta durante el seguimiento es la adherencia al tratamiento por parte del paciente trasplantado en el que pueden confluir muchos factores como su nivel cultural, socioeconómico, la edad, entre otros. Además, como señala el Dr. Briceño, “no hay que olvidar que la adherencia es diferente en función del órgano trasplantado. En este caso, el de hígado es de los que peores datos registra”. El principal riesgo que se corre respecto a la falta de adherencia y a saltarse las pautas indicadas tiene que ver con los cambios en los niveles de inmunosupresión, con el riesgo de que aparezcan problemasde saludañadidosde tipooncológico, renales, además de pérdida de calidad de vida a largo plazo. En este sentido, como destaca la Dra. Berastegui, “es fundamental laeducaciónsanitariaconayudadeenfermería. Ennuestroprograma detrasplantedepulmónhemos introducidounaformadecomprobar queelpacientesigueel tratamiento.Conayudadeunalibreta, esteha de anotar lamedicación administrada y las horas a las que la toma, de esamanera, se garantiza, en ciertomodo, la adherencia”. Inmunosupresión vital Cuando se implanta un órgano donado a un receptor, el organismo lo primero que hace es rechazarlo al detectar un cuerpo extraño. Ahí entranen juego los tratamientos inmunosupresores, que han avanzado notablemente en los últimos años, y que se aplican al paciente trasplantado para protegerlo frente a un posible rechazo del injerto. Lo importante, explica el Dr. Briceño al respecto, “es la correcta monitorización de la inmunosupresión. Al paciente que recibe un injerto extraño procedente de un donante que, obviamente tiene unas características inmunológicas diferentes, hay que preparar su sistema inmune y deprimirlo para que no se produzca el rechazo de eseórgano”. Por tanto, remarca,“esmuy importanteunaadecuada pauta de inmunosupresión”. Sinembargo, y relacionadocon la inmunosupresión, el presidente de la SETH advierte sobre lo que puede convertirse en un serio problema.“Hoy endía, no seestándesarrollandonuevasmoléculas en el campo de la inmunosupresión, está quedando estancada, cuando antes era una línea de investigación potente. Se avanza muy lentamente debido, en parte, a la falta de interés por parte de la industria farmacéutica”. “Muchasdeestasmoléculas -prosigue- hanpasadoaser genéricos, loquetambiénharepercutidoenelpreciodel fármacoinmunosupresor, queha ido cayendo. Endefinitiva, no se está invirtiendoenelloy nosgenera inquietuda los clínicos, porquemuchosde losproblemas de los trasplantadosa largoplazo, derivadosde la inmunosupresión, están sin resolver”. Resultados postrasplantes Los principales problemas en el postrasplante inmediato suelen estar enrelación, porunaparte, con la técnicaquirúrgicay, porotra, con lacalidaddel injerto, yaque, obviamente, los injertosproceden de órganos donantes de calidades y de biología muy diferentes. “No es lo mismo poner un hígado de un donante de una edad de 20-25 años que trasplantarlo de un donante de otras características bienporque tengamucha edad, bienporque seamás obeso, etc. Son Fuente: ONT

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