IM MEDICO #54

im MÉDICO | 54 105 vamos pasando a, por ejemplo, moscas, gusanos, etcétera, y en todos ellos vamos de algunamaneraalterando la funcionalidadde determinados genes y actuando sobre el ambiente en el que viven estos animales de experimentación. Así, estamos viendo cómo pequeñas actuaciones son muy positivas a la hora de conseguir una mayor esperanza de vida”, responde. Hay ratones que viven dos años odos ymedio y les llevan a esperanzas de vida o longevidad más elevadas, cuatro y cuatro años y medio. Igual, con muchas especies. Por consiguiente, están“profundizando en las bases del envejecimiento, consiguiendoqueesteenvejecimientoseprolongue en el tiempo y a la vez tener una vida más saludable, que es de lo que se trata”. Es decir, es importante vivir más años, pero hay que vivirlos con cierta calidad. Continuo, progresivo, universal, variable y no tratable Definen el envejecimiento humano como “continuo, progresivo, universal, variable yno tratable”. Explica que no es tratable porque no hay ninguna píldora en la actualidad que garantice que te la tomas y rejuveneces. “Nadie rejuvenece”, avisa. Lo que sí hay son moléculas que nos posibilitan enlentecer el envejecimiento y, al enlentecerlo, parece que rejuvenecemos. Pero es una especie de “maquillaje”. Sí que se puede tratar las enfermedades y alteraciones asociadas al envejecimiento. “Una de las cosas que suceden es que muchas patologías que venimos arrastrando, crónicas, desde la infancia, se hacen más manifiestas y otras aparecen. El envejecimiento se caracterizapor unapluripatología, pues sepuede sufrir unpequeño deterioro cognitivo, artrosis, diabetes tipo dos o hipertensión. En los caballeros, la próstata. El envejecimiento provoca el adenoma prostático que tantos problemas urinarios causa. Además, se van sumandomuchas enfermedades o dolencias y al mismo tiempo se van incrementandomuchosmedicamentosquehayque tomarpara esasdolencias con las interaccionesqueelloconlleva”, reflexiona. De acuerdo con sus palabras,“esmuy importanteyadesde la juventud y en la edad adulta ir preparándose para eso”. Respecto a los principales avances que hemos asistido en geriatría, Crespo apunta el aspecto biomolecular, “en el conocimiento quetenemosde lagenéticay laepigenética, porqueantes sepensaba que sobre los genes que tenemos no podíamos hacer nada. Esto es un paradigma que ha caído en los últimos años, porque tenemos personas mayores que han llevado a cabo, entre otras cosas, una dieta mediterránea, que posee muchas moléculas que actúan sobre nuestros genes de una manera positiva, incrementando su actividad”, expone. Cita los polifenoles o los beneficios del tomate. En lageriatría y gerontologíapropiamentedichas, sehan logrado avances continuos, tanto en la física como en la química.“Yodigo a los alumnos de laFacultadqueunmédico tieneque ser lo suficientemente inteligente para saber que se basa en dos disciplinas muy importantes que son la física y la química, todos los aparatos de que disponemos y toda laquímicaque nos da la farmacologíapara actuar sobre las enfermedades”, cuenta. Admite que todavía nos queda combatir el Alzheimer. “Sabemos muchísimo. Si fuéramos ratones, no lo tendríamos, porque tenemos hasta vacunas, pero el pasoahumanos aúnestá siendomuy dificultoso. Sehanpropuesto muchos tratamientos, peronohemos conseguidoencontrar, demomento, uno eficaz. Puede ser precisamente unade las patologías de las quemás se conoce. Sí sabemos quehayuna formadeprevenirlo, que es la actividad mental. Aquellas personas que, de jóvenes, han tenido más actividad mental, tienen una probabilidad menor de padecer esta enfermedad”, subraya. De la pandemia, Crespo piensa que se han producido muchas cosas malas, pero que, por el contrario, hemos aprendido otras buenas y, sobre todo, valoramos más lo que teníamos anteriormente. En el Congreso van a tratar muchos aspectos de lo que ha sido el Covid-19 y las personas mayores. Comenta que este SARS-CoV-2, este coronavirus, “se ha cebado en las personas mayores”, como consecuencia de que las personas mayores tienen una inmunidad disminuida con respecto al resto de la población y, además, ha afectado mucho en las residencias, porque había mucha convivencia. Se analizarán todas las consecuencias que ha tenido y tiene en el envejecimiento; desde un punto de vista de su investigación, de las enfermedades, punto de vista social y repercusión social del Covid-19. Ahí los gerontólogos aportarán sus ideas. La receta de la vida Le preguntamos a Dámaso Crespo la receta para tener un envejecimiento positivo y sano. Se conocen muchos genes que están asociados a este proceso. Tenemos un gen que sintetiza la insulina y nos permite gestionar el metabolismo de la glucosa. Hay ciertos factores que son muy sencillos de aplicar y que nos aseguran un elevado porcentaje en “el juego de ganancia que es la ruleta de la vida”. Crespo remarca que una alimentación sana y equilibrada es fundamental, lo que llamamos la dieta mediterránea, por la cantidad de moléculas positivas que posee para la detoxificación de las moléculas negativas que nuestro organismo crea. Un segundo punto es el ejercicio tanto físico como mental. El ejercicio físico permite mantener la integridad de nuestros órganos. “Un ejercicio adaptado a las necesidades que tiene cada uno en la vida. Una persona mayor no puede correr 100 metros lisos ni hacer un ejercicio violento, pero sí puede caminar”, matiza. Después, “¡cómo no!”, el ejercicio mental. Es esencial para mantener nuestro sistema cerebral muy activo y prevenir el deterioro cognitivo, una de las alteraciones principales que se producen con el envejecimiento. Es lo que él llama “la gimnasia cerebral”, que consiste en activar nuestro cerebro de muchas maneras. “Una conversación agradable estimula nuestro cerebro. Leer, realizar crucigramas, sudokus, todos estos juegos de mesa, etcétera, y luego está el paradigma final que es estudiar un idioma”, dice. Añade además que hay que hidratarse, beber agua. De alcohol, lo justo.

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