IM MÉDICO #45

im MÉDICO | 45 7 situación. “A nivel de aprendizaje, el trabajo en equipo tanto por la parte sanitaria como la psicosocial, fue muy intenso”, indica, explicando que el hecho de que los cuidados en los centros de la fundación se basen en la proximidad fue un obstáculo que hubo que salvar. “Las instrucciones al principio eran de aislamiento muy rígido, de que se entrara lo menos posible y enseguida hubo que aumentar la proximidad telemática, que ha sido una gran solución ya en la primera ola”. Trabajo en equipo Cerdó, en este sentido, recuerda que cuando los centros tu- vieron que cerrar a mediados de marzo se puso de inmediato en marcha esta solución, utilizando tabletas para que los residentes pudieran ver a sus familiares mediante videocon- ferencias. De inmediato porque en la fundación tenían muy claro que había que hacer lo posible para paliar los efectos “tan negativos” del confinamiento y el aislamiento en el que se en- contraron de repente las personas que residen en sus centros. También se volcaron en poner en marcha los primeros pro- tocolos para formar a las personas que forman parte de sus equipos de atención y en subsanar las limitaciones de los equipos de protección: “Desde principios demarzo empezamos amirar todo tipo demedidas y barreras e incluso a fabricar tanto mascarillas, con material quirúrgico muy resistente y lavable, y batas de plástico”. Parte del personal de la fundación se centra en la rehabilitación y, como no se podía se llevar a cabo por las restricciones, “se volcó en ayudarnos a elaborar esematerial, de manera que hubo, por un lado, un trabajo de cooperación y de apoyo todos a la una y, por otro, de ensayo y error respecto a lo que teníamos que hacer y lo que podíamos hacer” , cuenta Sannino. Tras la tensión y el trabajo de esa primera ola, la curva de la incidencia del coronavirus descendió y llegó el verano, “que nos exigió seguir estandomuy, muy presentes porque en la comu- nidad se relajaron las medidas mucho antes que en los centros”. No se pudo bajar la guardia y, para Sannino, supuso un “gran acierto” que les permitió seguir trabajando en la formación del personal y “contrastar y comprobar con los equipos el grado de conocimiento y, sobre todo, su aplicación en el día a día”. mejorar sus protocolos ante una crisis sanitaria que, al menos en esta tercera oleada, ha coincidido con el inicio del proceso de vacunación. “Indudablemente el hecho de ser el colectivo más frágil por pluri- patología y por edad, además del propio sistema de convivencia y la necesidad de cuidados basados en la cercanía, ha hecho que el impactodel Covid-19hayasidoespecialmenteduro” , explica Cinzia Sannino , de la direcciónmédica residencial de Matia Fundazioa. Primera ola “En la primera ola, lamayor dificultad ha sido el desconocimiento. No teníamos claro todo lo que había que hacer en el aspecto de organización, de aislamiento, de los grupos corte…y hemos ido aprendido sobre lamarcha y conmuchísimo trabajo de búsqueda y de apoyo entre nosotros”, recuerda. Un trabajo que requirió de un “enorme esfuerzo y, sobre todo, de trabajar todos a una con las dificultades también de tener que valorar situaciones que precisaban de atención medica” . Así, se encontraron con la circunstancia de tener que realizar valoraciones de triaje en personas dependientes con deterioro cognitivo y con una situación de descompensación clínica. “El hecho de que entrase dentro del triaje la situación de base de dependencia ha sido algo que nos ha creado mucho conflicto en el momento que se pedía un traslado o una asistencia sani- taria”, añade Sannino. “En esa primera ola el desconcierto fue total y absoluto en los primeros momentos y fueron meses de mucho estudio y de estar de manera permanente aprendiendo y replanteando los protocolos, los cuidados y las estrategias. Adaptándonos a lo que iba ocurriendo sobre lamarcha” , recalca María Francesca Cerdó , responsable del proceso de atención residencial de la fundación. Dos de los centros de Matia Fundazioa tuvieron brotes Co- vid-19 en esa primera oleada. El resto se libraron, “pero sí que estuvieron conmuchísima atención para que no entrase el virus; fueron meses de mucha tensión para los centros que tuvieron Covid-19 y para los que no lo tuvieron”. Fueron meses, además, en los que se avanzaba a base de “ensayo y error”. Sannino explica que hubo que construir protocolos a diario y que se tenían que cuestionar al día siguiente para hacer frente a la CINZIA SANNINO MARÍA FRANCESCA CERDÓ

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