IM MÉDICO #44

im MÉDICO | 44 [ ANUARIO 2020 ] 77 al tener que encargarse de la extensión de las bajas laborales y el seguimiento de las mismas a contactos y personas con especial sensibilidad. Además, también se les adjudicó el seguimiento y detección de contactos que correspondería desde el inicio a los rastreadores, deficitarios ennúmerode contratos después deme- ses de epidemia y sabiendo que llegaría la segunda y tercera ola. Otra consecuencia inmediata, y que parece que ha venido para quedarse es el aumentode la asistencia telefónica y las consultas no presenciales para evitar contagios; un cambio de modelo asistencial para el que ni profesionales ni pacientes estaban preparados, como tampoco lo estaban los medios técnicos (por ejemplo, las líneas telefónicas del todo insuficientes, e incluso los profesionales se ven en ocasiones obligados a utilizar los teléfonosmóviles personales). Estos cambios, además, conllevan que un espectro de población más frágil, ya sea por edad o por pobreza, queda excluida de esta modalidad de atención, gene- rando desigualdades. Otro asunto, que además se está poniendo de nuevo muy de manifiesto a raíz de la vacunación, las demoras y complicacio- nes organizativas que están surgiendo es el importante déficit de personal de enfermería y medicina, causado en parte por la inestabilidad de la contratación, que ha desembocado en una fuga de personal formado, a otros países europeos donde se sienten mejor tratados y con contratos estables. Demandas de Atención Primaria Los profesionales y las sociedades científicas no se cruzan de brazos ante la gravedad y la dureza de las circunstancias que hace ya casi un año son su día a día, y del que todavía no ven el fin del camino. Conseguir fortalecer el primer nivel asistencial, haciéndolo eje vertebrador del sistema, y engeneral la asistencia sanitaria, es una tarea obligatoria para los gerentes/políticos, en un futuro próximo. Está claro que, si no se dota con suficiencia la Atención Primaria, el futuro de la asistencia sanitaria será difícil, pues mantener los estándares asistenciales sin una Atención Primaria fuerte es del todo imposible. En este sentido, el pasado mes de diciembre, la SemFYC remitió, a todas las Comunidades Autónomas y al Defensor del Pueblo nacional y en cada CCAA, un escrito en el que sintetizaban sus de- mandas. Enelmismo señalabanque laAtenciónPrimaria requiere de una fuerte inversión, debido a que es el nivel asistencial que ha demostrado ser más coste-efectivo y equitativo para mejorar la salud de la población. Lasmedidasqueseñalabanapuntanhacia lanecesidaddemejorar y renovar infraestructuras; dotar de medios técnicos suficientes para la atención clínica de forma no presencial; disponer del per- sonal sanitarionecesariocon formaciónespecializadaenMedicina y Enfermería Familiar y Comunitaria; minimizar la precariedad incorporando contratos estables y dignos; dotar de presupuesto toda ampliaciónen la carterade servicios enAP, así comode todas las nuevas acciones que se pongan enmarcha, y devolver al SNS y por endea laAtenciónPrimariael carácter universal de laatención sanitaria para evitar las enormes desigualdades, entre otras. Y reclamande forma imperiosaque es absolutamente imprescin- dible dotar de un sistema de informaciónpara Atención Primaria que ayude a la toma de decisiones clínicas y organizativas, más de carácter profesional y sanitario que administrativo. Lecciones Obviamente hay y habrá un antes y un después de la pandemia en todo lo que nos afecta como sociedad, y por ende a todas las instituciones y sistemas, aunquedemodomás profundoydirecto ha cambiado el sistema sanitario para siempre. Desdediferentes sociedades y estamentos se reclamauna audito- ría, o un análisis total de la situación, teniendo en cuenta también el aumentode lacapacitación, para tener unamayor capacidadde resolución. Lapandemia tambiénhageneradocambios organiza- tivos enel ámbitoasistencial deAtenciónPrimaria. Es elmomento de repensar el actualmodeloorganizativode los equipos, dedejar dehacer todo aquelloqueno aporta valor, reducir la actividadbu- rocrática, las revisiones innecesarias, potenciar el trabajoenequipo y maximizar el techo competencial de cada colectivo. Desde la SEMG han publicado un manifiesto donde se realizan varias propuestas de mejora post-Covid-19, que comienzan por proyectar escenarios de futuro con estimación de los peligros y amenazas, de modo que permitan a los médicos de Atención Primaria dotarse de medidas generales de seguridad antes de su aparición. También hablan de tomar decisiones contundentes, más precozmente y ágiles, cuando se produzca cualquier alerta epidemiológica, y por supuesto fortalecer los sistemas sanitarios para que funcionen como uno de los ejes vertebradores funda- mentales de la sociedad, algo que solo se conseguirá si se les dota de presupuestos suficientes. Reclaman, además, que tantoen la contención comoen la deses- calada, laAtenciónPrimarianecesita reforzarse, tantoen recursos humanos comoendotacióndemediosmateriales ydiagnósticos, parahacer frentede formaprecoz a los posibles casos, ypor tanto es necesarioun incrementoenel presupuesto: no sepuedehacer más con menos y es hora de que las administraciones públicas sean conscientes de ello. La necesidad de que las autoridades sanitarias deberían apo- yarse más en la toma de decisiones en los profesionales que se encuentran a pie de calle es otra de las reclamaciones de hace SEMERGEN. Los protocolos y documentos que se elaborandesde el Ministerio de Sanidad no tienen en cuenta las opiniones de las sociedades científicas y sus comités de expertos, algoque resulta inadmisible. El constante cambio de protocolos e instrucciones genera confusión e incertidumbre, tanto entre los profesionales como los pacientes, y es un aspecto que debe mejorar. Ahora el sistema sanitario se encuentra ante una oportunidad para iniciar las reformas. Unavez superada lapandemia, el sistema sanitario sevolverá aenfrentar auna sociedadenvejecida conuna elevadísima prevalencia de enfermedades crónicas, con listas de espera inaceptables, y con un diseño organizativo burocrático y rígido, inadecuado tanto para dar respuesta a esas patologías como para resolver las necesidades de salud de los ciudadanos. Y habría que mirar un poco más hacia el futuro y hacia posibles nuevas patologías emergentes vinculadas al cambio climático, la amenaza de las resistenciasmicrobianas o la irrupciónde nuevos patógenos, así que este debe ser el momento del cambio.

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