IM MÉDICO #44

im MÉDICO | 44 [ ANUARIO 2020 ] 76 ATENCIÓN PRIMARIA La actual crisis sanitaria nos ha devuel- to el reflejo real de nuestro SNS, que no era el mejor sistema sanitario del mun- do. Las reivindicaciones de reformas profundas no fueron atendidas a tiempo, y la sacudida ha sido brutal. Analizamos en estas páginas el impacto en Atención Primaria. La pandemia y la falta de inversión ponen contra las cuerdas a la Atención Primaria IMPACTO EN EL SISTEMA L a Atención Primaria padece, desde hace ya muchos años, un problema de falta de dotación de personal, de medios técnicos y de las infraestructuras necesarias para prestar adecuadamente los servicios que dependen de ella. A partir de 2008, esta situación se vio agravada por los recortes derivados de la crisis económica, sin que posteriormente se recuperase el nivel previo a dicha crisis por la falta de inversiones que afectó demaneramuy especial a la Atención Primaria, en comparación con la Atención Hospitalaria, que sí lo recuperó. El Covid-19hamostrado la realidaddeun sistemaqueestabamuy maltratadopor los recortes yunagestiónquenoestabaorientada a hacer frente a las necesidades de salud de la sociedad actual. Esta insuficienciafinanciera, prácticamenteabandonopresupues- tario, ha sido especialmente intensa en la Atención Primaria. Una falta de recursos humanos enorme, unas perspectivas escasas y una faltade inversiónendémica, además degrandes inequidades entre centros y comunidades autónomas. Cuando parecía que se iniciaba una época de renovación y re- forma de la Atención Primaria llegó la pandemia, y debido a la urgencia de la situación y las prioridades de atención sanitaria, una vez más se ha visto postergada, pasando a segundo plano. Consecuencias En esa coyuntura, ya de por sí deficitaria, la Atención Primaria se ha visto obligada a hacer frente a la actual pandemia, soportan- do una sobrecarga de trabajo adicional para la que no estaba suficientemente preparada y que ha empeorado todavía más la situación. Las consecuencias derivadas de toda esta situación han sido inmediatas y múltiples, siendo quizá la más evidente las difi- cultades para poder atender a las personas con problemas de salud distintos a la infección por Covid-19; con el perjuicio que supone para la población general y para las personas frágiles o con dolencias crónicas en particular. Por otro lado, y tal y como han revindicado las sociedades que representan a los profesionales de Atención Primaria, se ha producidouna sobrecarga burocrática adicional de sus agendas,

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