IM MÉDICO #44

INDICADORES im MÉDICO | 44 [ ANUARIO 2020 ] 30 Pese a tener estemarco comúnde actuación, conunos indicado- res básicos, la segunda y la tercera ola ha sido una claramuestra de que cada comunidad autónoma ha tomado las decisiones en función de sus intereses. Así, comunidades con una inciden- cia mayor de 900 continúan con los servicios de restauración abiertos, mientras otras, con menos incidencia, han cerrado la hostelería. Sin embargo, desde Europa, consideran necesario aislar todas aquellas zonas en las que la incidencia acumulada a 14 días sea mayor de 500 casos por cada 100.000 habitantes. Carencias Con todo, no es importante solo contar con datos, sino que es necesario usar los mismos datos para comparar y saber qué medidas pueden funcionar. Así, por ejemplo, según los datos publicados en la webOur wold in data, unas de las más fiables y conmás información relacionada con el coronavirus, España es unode los países conunmayor excesodemortalidad. Asimismo, desde la web señalan que el número de muertes confirmadas por Covid-19 puede diferir del impacto total de la pandemia por varias razones: • Algunos países (pero no todos) solo informan las muertes Exceso de muertes Exceso 2020* % Madrid 20.291 51% Castilla-La Mancha 6.811 41% Castilla y León 8.175 33% Cataluña 17.026 31% La Rioja 713 27% Aragón 3.060 26% Melilla 85 20% Navarra 972 20% Ceuta 88 19% Extremadura 1.813 19% Asturias 2.079 18% C. Valenciana 6.317 17% País Vasco 2.729 15% Andalucía 8.435 14% Murcia 1.275 13% Baleares 607 9% Cantabria 429 8% Canarias 769 6% Galicia 1.233 5% *Hasta 17 de enero de 2021. Fuente: INE por Covid-19 que ocurren en hospitales; es posible que no se registre a las personas que mueren por la enfermedad en el hogar. • Algunos países solo informan muertes para las cuales una prueba de Covid-19 ha confirmado que un paciente estaba infectado con el virus; es posible que no se incluyan individuos no evaluados. • Los sistemas de notificación de defunciones pueden ser insuficientes para medir con precisión la mortalidad; esto es particularmente cierto en los países más pobres. • Lapandemiapuede resultar enun aumentode lasmuertes por otras causas por una serie de razones que incluyen sistemas de salud debilitados; menos personas que buscan tratamiento por otros riesgos para la salud; o financiamiento y tratamiento menos disponibles para otras enfermedades (por ejemplo,VIH, malaria, tuberculosis). • La pandemia puede resultar en menos muertes por otras causas. Por ejemplo, las restricciones de movilidad durante la pandemia podrían provocar menos muertes por accidentes de tráfico. O podría haber menos muertes por gripe debido a intervenciones para detener la propagación de Covid-19, o porque el Covid-19 ahora causa muertes que de otra manera habrían sido causadas por la gripe. Con ello, no hay duda de que es importante contar con datos, pero estos deben ser de calidad. Y no solo eso. Para poder hacer comparativas, se deben establecer unos criterios básicos a los que se deben adaptar los datos. De otra manera, la imagen que se está formando de la situación no corresponde a la realidad. El mismo Pedro Duque , ministro de Ciencia, Innovación y Universi- dades , aseguró en una rueda de prensa que“ no teníamos unplan dequéhacer enunapandemia. Ahoraya losabemos: loquehayque hacer esponermuchísimamásgentea recabar datos y recopilarlos” . Durante este año, ha variado la manera de transmitir los datos, pero también los criterios para contabilizar positivos y fallecidos. Las comunidades autónomas ofrecían los datos en diferentes momentos o diferentes datos, derivado, en sus inicios, de un criterio diferente por parte de Ministerio y CCAA. Siguiendo con las carencias, hay que destacar la escasez de per- sonal destinado a los servicios de vigilancia epidemiológica. Para contar condatos fiables, antes se tieneque tener personal que in- troduzcaestos datos, y antes, contar con los sistemas informáticos necesarios para que esto pueda llevarse a cabo. En nuestro país, el poco personal dedicado a este ámbito ha tenido que realizar largas jornadas maratonianas, a la vez que tenía que usar unos sistemas de información ciertamente deficitarios y anticuados. Y no soloeso: a ello se leha añadidouna faltade coordinaciónentre Gobierno y CCAA, y el uso de diferentes sistemas informáticos (tanto entre niveles asistenciales como entre CCAA). En definitiva, en una pandemia en el siglo XXI, los sistemas de información sanitarios han jugado un papel clave, y crítico, a la hora de gestionar los datos y la información que se obtenía. El objetivo era, y es, poder adaptar cada decisión a la situación concreta del momento. Con todo, ha habido más sombras que luces en la gestión de los datos, pero estos han demostrado, una vez más, que son esenciales. +

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