IM MÉDICO 39

AP-DIABETES im MÉDICO | 39 58 dinero para que se pueda investigar más y mejor para encontrar las causas. Si no encontramos las causas, no podremos erradicar esta enfermedad. Podemos mejorar el tratamiento, mejorar el con- trol… rebajaremos las complicaciones, pero tenemos que conocer la causa” . No es tarea fácil La especialista revela que existen infinidad de avances y en va- rias direcciones, pero que no son “suficientes” y que “tanto de la diabetes tipo1comodel tipo2, cuantomás sabemos,más compleja es la enfermedad” . La Inteligencia Artificial podría ser una pieza clave a la hora de predecir las personas que van a estar afectadas por diabetes y los tratamientos que les podrían ir bien a cada una de ellas. La experta confía enque “nos ayudarámediantealgoritmos debases de datos, nos servirá mucho para predecir las enfermedades, pero tampoco nos ayuda demomento a conocer la causa. Para la causa tenemos que ir a las células, a las moléculas…La Inteligencia Arti- ficial nos serviráparapredecir en lapoblaciónmundial las personas quevanadesarrollar ladiabetes, opersonasqueconuntratamiento determinado responderán, irán bien o no, personas que tendrán complicaciones o no” . En su día a día, Novials se encuentra con una serie de desafíos en la consultaque, enalgunas ocasiones pueden resultar frustrantes. Explica que el primero pasaría por “encontrarte con un paciente con diabetes y que este te haga un poco de caso” , el segundo por dar “con el tratamientomás adecuadopara él y que estapersona lo cumplimente bien” , y el tercero es que diga: “Me has recetado esto y no me va bien” . Para ello es muy importante la comunicación “bidireccional” , por lo que se debe “establecer un diálogo con el paciente, tantoconaquellos que vanconpastillas como los que van con insulina” , comenta. La médica opina que “esto no deja de ser un reto. Que tú hagas el intercambio con el paciente, que lo escuches y que te diga si le va bien lo que le has dado. Porque yo también me puedo equivocar. Conseguirquevayanbienyque luegoempieceaver complicaciones. Y esto como profesional te frustra” . Esperanza Echando una mirada al futuro de la diabetes, argumenta que cuando ella empezó había “muchas complicaciones. La educa- ción no existía, el autocontrol de pincharse el dedo o ponerse un sensor para ver cómo estánde glucosano existía. Las insulinas eran rudimentarias, había pocas pastillas…Gracias a la educación, las personas van mejor, y gracias a que van mejor tenemos menos complicaciones” . Además, también denuncia que lo que hace falta principal- mente para poder investigar son recursos económicos y que “si nos dieran el mismo dinero que nos dan para otros temas, como para ir al espacio, yo creo que casi habríamos llegado. Los recursos económicos los reparten los gobiernos en función de lo que creen. Los recursos en general para la diabetes, bajomi punto de vista son escasos, y hay que luchar para conseguirmás recursos económicos no solo en España, también en Estados Unidos y en el mundo entero” . Progreso La tecnología ha irrumpido en el ámbito sanitario de la diabetes, ayudando a su control y tratamiento. En el casode las bombas de insulina, ¿de qué forma han mejorado la vida de los pacientes? “Estas grandes tecnologías sonparapacientes tipo1, que van todos con insulina. Pero hoy en día ya tenemos la comunicación entre el sensor de glucosa, que es otro aparatito que va incorporado en el abdomen con unas pequeñísimas agujitas junto con la bomba o el infusorde insulina. Casi estaremoshaciendodepáncreasartificial. Es decir, el sensor capta los niveles de glucosa y se lo emite a la bomba de insulina para que infunda la insulina necesaria. Esto es un gran avance tecnológico y ha permitido que los niños pequeños vayan mucho mejor, que las mujeres jóvenes diabéticas y embarazadas tengan un embarazo sin complicaciones para su bebé y también hapermitidoqueaquellas personas conungrandescontrol puedan mejorar”. Novials apunta que existen un sinfín de modelos de bombas de insulina y que en los últimos años han evolucionadomucho, hasta el punto de ser “casi perfecta” . Pero no todas las personas se adaptan por igual a estas nuevas herramientas, sobre todo las personas mayores, a las que les cuesta manejarlos. Por ejemplo , “las personas que les gusta la tecnología se adaptan muchomejor, pero hay otras que no se sienten libres. La respuesta es muy individual” . En manos de unos pocos Poder acceder a estos dispositivos no es tarea fácil. “Estos se dis- tribuyen en los grandes hospitales porque son los que cuentan con equipos de personal entrenado” , comenta la médica. Entre las personas quepodrían versebeneficiadas de este tipode tecnología se encuentran “lasmujeres embarazadas con diabetes tipo1” , así como losniñosoaquellaspersonasquenoestánsiendo bien controladas. En el caso de estas últimas se les conoce como los pacientes que tienen “hipoglucemias desapercibidas” . Son aquellas personas que presentan “ bajones de azúcar que ponen en riesgo su vida y no se dan cuenta de que están bajos. Esto es un riesgo porque no pueden reaccionar a tomar azúcar para evitar la hipo y pueden entrar con cierta facilidad en coma” . Por último, la experta reconoce que tanto las bombas como los sensores “son muy caros” . Vendrán tiempos mejores Quizás con el tiempo existan más personas que puedan benefi- ciarse de esta tecnología para poder controlar mejor la diabetes. Ladoctora semuestraoptimista: “Hayqueesperar unosañosaque los costes seabaratenyque lasautoridades, o lapoblaciónafectada, entre todos hagamos fuerza para que pueda elegir el usuario junto a sumédico el tipo de tratamiento” . Existenmuchasbarreraspor derribar todavíaparapoder controlar del todo esta enfermedad. Novialsmanifiesta que en el casode la diabetes tipo2hay “muchos fármacos y luegovendránmásgracias a la industria farmacéuticaoa la investigación” , mientras que en el casode ladiabetes tipo1, “sabemosmenos.Necesitamosque tanto la industria farmacéutica, que tiene dinero, como las autoridades sanitarias, los Gobiernos y los Ministerios de investigación aporten

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