IM MÉDICO #30

im MÉDICO | 30 [ ANUARIO 2017-18 ] 74 convierte esos datos en información clínica; y por otra parte, a través de los diferentes dispositivos con que está dotado cada box (respiradores, mecanismo de la cama, etc), se recogen datos relacionados con la seguridad. “Ambas informaciones se integran en el Smart Display, que genera una nueva información que llega a laZonadeControl Central vigiladapermanentementeatravésdeun granmonitor por unequipode enfermeras”, declara el responsable de la unidad. Aparte de esta conectividad interna de la unidad, existe otra conectividad más respecto de la unidad y el propio hospital a través del sistema Smart Building. Al respecto, Ricard Ferrer Roca apunta que se han “ conectado todos estos sistemas de la Smart Displaya los sistemas domóticos del edi cio” , y acto seguido, pone un ejemplo: “Si el sistema que está vigilando la unidad detectara que un paciente tiene una alarma compatible con paro cardiaco, el edi cioprepararía lahabitaciónparaser atendido inmediatamente abriendo las puertas del box, iluminando con luz de Código Azul, encendiendo la luz de trabajo, etcétera”. Acceso al Big Data Crear unaUnidadde Cuidados Intensivos de estas características responde, en opinión del doctor, a una necesidad de “tener toda la informacióny lasalarmas integradas enunsolopunto”. Con rma que anteriormente estas unidades iban incorporando sistemas demonitorización y de soporte “unos detrás deotros, peronoeran sistemas que se integraran, y hacía falta este esfuerzo” . Además recalca que dada la cantidad de datos que se van recogiendo, se requeríanunasplataformasquepermitieran recuperarlos conuna nalidadmás de investigación, “a nde facilitar lacreacióndeuna base de datos que posibilitara, asimismo, tener acceso a análisis de datos de tipo Big Data, y permitiera hacer cálculos predictivos de lo que va pasar en la unidad” . Para el conjunto del Hospital Vall d’Hebron, esta nueva unidad supone seguir apostando por el desarrollo de programas de alta complejidad. Como señala Ferrer Roca, para hacer cirugías robotizadas, trasplantes de órgano sólido como hígado, pulmón o riñón, tratar la patología vascular cerebral aguda o el fallo multiorgánico que precise apoyo de órganos vitales, atender a pacientes hematológicos complejos ode tipo oncológico, “nece- sitas tener la protección de una Unidad de Cuidados Intensivos por si el paciente se complica o tiene un postoperatorio muy complejo. Y sin una unidad como ésta, un hospital de tercer nivel como Vall d’Hebron no podría hacer complejidad”. Desde su inauguración, el balance de resultados está siendo muy positivo. Tanto que su responsable asegura que ya han recibido varias visitas, “e incluso tenemos programadas próximas visitas”, sobre todo de centros que están plani cando abrir una UCI nueva. Al respecto recuerda que las Unidades de Cuidados Intensivos se empezaron a abrir hace 35 o 40 años, por lo que la mayoría necesitan una reforma. Además, no descarta el hecho de que otras unidades médicas que requieran un cierto nivel de monitorización, como las de ictus o sangrado digestivo, “donde los pacientes necesitan atención especí ca y con mucho detalle duranteunos días”, se puedanbene ciar de todos los aspectos de conectividad y de integración que ofrece la Smart UCI. + “Incorpora conectividad total de todos los dispositivos que rodean al paciente, tanto los de soporte como los de monitorización”

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=