Un ensayo preliminar con acalabrutinib alcanza una tasa de respuesta global del 95%.
El resto de los 61 pacientes en este ensayo de fase I/II mostró enfermedad estable en respuesta al tratamiento con acalabrutinib, un inhibidor de segunda generación de la quinasa Bruton (BTK). Aunque su predecesor, ibrutinib, ha mostrado eficacia como agente único o en combinación en la leucemia linfocítica crónica (CLL) ...
El resto de los 61 pacientes en este ensayo de fase I/II mostró enfermedad estable en respuesta al tratamiento con acalabrutinib, un inhibidor de segunda generación de la quinasa Bruton (BTK). Aunque su predecesor, ibrutinib, ha mostrado eficacia como agente único o en combinación en la leucemia linfocítica crónica (CLL) sin tratamiento previo, una proporción de pacientes sufre relapso para el cual hay pocas opciones terapéuticas.
Acalabrutinib presenta una mayor selectividad por la BTK y ausencia de unión irreversible a otras quinasas, mejor grado de exposición plasmática, rápida absorción y corta vida media, características que contribuyen a una tolerabilidad superior. El ensayo, cuyos resultados han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine, incluyó pacientes con CLL refractaria o con relapso que habían recibido una mediana de 3 tratamientos previos. El tratamiento con una dosis creciente de acalabrutinib durante una mediana de 14 meses mejoró de manera significativa la linfoadenopatía, la trombo- y neutropenia y los valores de la hemoglobina en el 98, 62, 80 y 76% de los pacientes, respectivamente.
El beneficio del tratamiento fue extensible a los pacientes portadores de la deleción 17p. Tras una mediana de seguimiento de más de 1 año, no se ha observado ningún caso de transformación de Richter, o desarrollo de linfoma agresivo. Los buenos resultados obtenidos en este ensayo han motivado el inicio de otro estudio de fase III en pacientes con CLL de alto riesgo.