Entre el 10 y el 15% de la población en edad escolar padece algún tipo de Trastorno del Aprendizaje, entre ellos, la dislexia y el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Se calcula que entre el 10 y 15% de la población en edad escolar padece algún tipo de trastorno del aprendizaje que, en ocasiones, se traduce en fracaso escolar debido a la falta de detección, de diagnóstico o de medidas adecuadas. Por ello, para buscar soluciones la Fundación Letamendi-Forns ha ...
Se calcula que entre el 10 y 15% de la población en edad escolar padece algún tipo de trastorno del aprendizaje que, en ocasiones, se traduce en fracaso escolar debido a la falta de detección, de diagnóstico o de medidas adecuadas. Por ello, para buscar soluciones la Fundación Letamendi-Forns ha organizado, los próximos 27 de mayo y 3 de junio, las 1ª Jornadas Moisès Broggi de Atención Centrada en la Persona sobre “Trastornos del Aprendizaje y fracaso escolar”, con la colaboración de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar (UTAE) del Hospital de Sant Joan de Déu.
“Los problemas de salud, en tanto que afectan a la igualdad de oportunidades, forman parte de la responsabilidad social. Por ello, hay que garantizar la igualdad en salud y en el acceso formativo”, ha explicado el doctor Francesc Borrell, miembro de la Fundación Letamendi-Fons y coordinador de las jornadas. En este sentido, las jornadas reunirán a expertos en pedagogía y otras especialidades médicas para debatir medidas concretas. “Estos dos colectivos profesionales tienen mucho en común pero pocas oportunidades para dialogar. Es fundamental crear un espacio conjunto de reflexión”, matizó el doctor Borrell.
Cabe destacar que los Trastornos del Aprendizaje (TA) son trastornos del desarrollo cerebral que condicionan que, a pesar de tener un nivel de inteligencia normal, los afectados tengan una dificultad específica para algún aprendizaje. La dislexia, la discalculia o los derivados del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son algunos de los más habituales. Así, como señala la doctora Anna Sans, neuropediatra del Servicio de Neurología del Hospital Sant Joan de Déu, coordinadora de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar (UTAE) y ponente en estas jornadas, el más frecuente “es la dislexia o trastorno específico de la lectura. Un alumno disléxico lee poco a poco, se atranca, se cansa más y comete muchos más errores de ortografía cuando escribe”.
Por su parte, el TDAH, aunque no es un trastorno del aprendizaje, afecta a una serie de funciones cerebrales imprescindibles para el aprendizaje. “Junto con la dislexia son más del 50% de los diagnósticos que reciben los niños que consultan por dificultades de aprendizaje”, explica la doctora Sans. El doctor Vicente Morales, pediatra y responsable del Equipo Territorial de Pediatría Alt Penedès-Garraf del Institut Català de Salut (ICS), reconoce que “en las consultas de pediatría tenemos que impulsar la detección de los trastornos específicos del aprendizaje y reforzar la comunicación y el trabajo conjunto con las escuelas”. Y aunque algunos de estos trastornos se pueden detectar en la consulta pediátrica, a menudo es el personal docente quien los puede intuir primero a partir del comportamiento en la escuela. Para Gregori Luri, pedagogo y doctor en Filosofía, hace falta una concepción clínica de la pedagogía. “El maestro ha de ser un buen lector de determinados síntomas y ha de diseñar estrategias educativas que se tienen que ir adaptando a la evolución concreta de los alumnos tal y como hace un médico en la práctica clínica, es decir, ensayando, acertando, equivocándose y aprendiendo de su práctica”.