A cerca del 70% de todos los pacientes hospitalizados se les inserta, en algún momento, un catéter en una vena o arteria periférica, también conocidos como catéteres de inserción periférica (PIVC), hospitalaria. Las personas que reciben tratamientos a través de catéteres suelen ser particularmente vulnerables a las infecciones, ya que ...
A cerca del 70% de todos los pacientes hospitalizados se les inserta, en algún momento, un catéter en una vena o arteria periférica, también conocidos como catéteres de inserción periférica (PIVC), hospitalaria. Las personas que reciben tratamientos a través de catéteres suelen ser particularmente vulnerables a las infecciones, ya que pueden estar gravemente enfermas o tener baja inmunidad.
Las malas prácticas en la inserción, mantenimiento y extracción de estos catéteres conllevan un alto riesgo de que se introduzcan gérmenes directamente en el torrente sanguíneo, lo que puede provocar afecciones graves como sepsis y complicaciones difíciles de tratar en órganos importantes como el cerebro y los riñones. También pueden ocurrir infecciones de tejidos blandos en el sitio de inserción del catéter.
Este tipo de infecciones del torrente sanguíneo debidas a una variedad de patógenos resistentes, en su mayoría asociadas con la atención médica, fueron la segunda causa más frecuente de la carga global atribuible y asociada a la resistencia antimicrobiana (RAM) en 2019, causando casi 1,3 millones de muertes en todo el mundo. Asimismo, el exceso bruto de mortalidad debido a dichas infecciones relacionadas con catéteres en pacientes adultos fue del 23,6 % en un estudio realizado en 25 países de todo el mundo.
Primeras directrices mundiales
Con el objetivo de alcanzar las mejores prácticas para la prevención de las infecciones del torrente sanguíneo y otras asociadas con catéteres intravenosos de inserción periférica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado las primeras directrices mundiales para prevenir la aparición de infecciones del torrente sanguíneo y otras infecciones causadas por el uso de catéteres colocados en vasos sanguíneos de los pacientes durante los procedimientos médicos.
Las nuevas directrices incluyen 14 declaraciones de buenas prácticas y 23 recomendaciones sobre áreas clave para los trabajadores de la salud, que incluyen: educación y capacitación de trabajadores de la salud; técnicas de asepsia y prácticas de higiene de manos; así como inserción, mantenimiento, acceso, retirada de catéter.
Las infecciones del torrente sanguíneo, como se apunta desde la OMS, se pueden prevenir, en su mayoría, si se siguen protocolos adecuados de inserción, mantenimiento, acceso y extracción de los catéteres intravenosos. "Implementar recomendaciones de cuidado limpio y prevención y control de infecciones es fundamental para salvar vidas y aliviar una gran cantidad de sufrimiento evitable que experimentan personas en todo el mundo", indicó, al respecto, el subdirector general de Cobertura Sanitaria Universal, Curso de Vida de la OMS, Dr. Bruce Aylward.