El cuidado del bienestar físico y emocional de niños y adolescentes es indudablemente una apuesta de futuro, pues de ello depende la salud de los adultos de mañana. El papel de la pediatría de Atención Primaria (AP) resulta fundamental para garantizar una atención sanitaria de calidad, sin embargo, su aportación al Sistema Nacional de Salud no recibe el reconocimiento que merece. Con motivo del Día de la Atención Primaria, que se celebra el 12 de abril, la Asociación Española de Pediatría (AEP) hace un llamamiento al reconocimiento de la tarea fundamental de estos especialistas, que con su labor diaria de promoción y cuidado de la salud del niño y el adolescente, logran mantener las coberturas vacunales muy por encima de otros países de nuestro entorno, favorecen en diagnóstico precoz de numerosos problemas de salud y atienden a los pacientes con patología crónica y a sus familias, entre otras funciones.

"En este día no debemos olvidarnos de cuidar a los que cuidan. Defender el modelo pediátrico español es decisivo, no sólo para garantizar el bienestar de los menores, sino también para asegurar la salud del sistema sanitario", apunta el Dr. Guillermo Martín, vicepresidente de Atención Primaria de la AEP. "Si la Atención Primaria se lleva al límite, se sobrecarga todo el sistema hasta el colapso total en urgencias, plantas de hospitalización y consultas de especialidades", añade. "El incremento del volumen asistencial en las unidades de urgencias y su impacto en el engrosamiento de las listas de espera para ser atendidos es un fenómeno que ya llevamos años observando", aclara el especialista.

Por ello, la AEP sigue reivindicando las siguientes medidas para ofrecer una atención con garantías en los centros de salud:

1. Agendas de citación de pacientes cerradas en Atención Primaria. Citas de un mínimo de 15 minutos de duración por paciente y, al menos, de 20 minutos en el caso de las revisiones del niño sano.
2. Suplencia de todas las ausencias: por baja laboral, vacaciones e, incluso, reducciones de jornadas, que deben ser cubiertas por profesionales contratados como sustitutos. Actualmente existe un déficit crónico de especialistas de AP que ronda el 20% y 30% en algunas áreas sanitarias, llegando en algunas comunidades autónomas al 50%.
3. Incentivar las plazas de pediatría de difícil cobertura para garantizar la igualdad en el acceso y la calidad de la atención sanitaria de toda la población infanto-juvenil.
4. Horarios compatibles con la conciliación familiar.