Los factores socioeconómicos influyen en las características individuales del cáncer, así como en la calidad de la atención oncológica y en los resultados terapéuticos. Sin embargo, hasta ahora no han abundado los estudios sobre las diferencias socioeconómicas y su impacto en la atención del cáncer de próstata. Precisamente, en ello se centró un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, el Instituto Karolinska, la Universidad de Uppsala y la Universidad de Umeå (Suecia).

El estudio, publicado en el ´ International Journal of Cancer´, incluyó datos de más de 32.000 hombres en total. Lo que se analizó, en concreto, fue la relación entre ingresos y educación, y varias medidas importantes de la atención del cáncer de próstata. Los resultados incluyeron aspectos específicamente relacionados con el diagnóstico, el tratamiento primario y la rehabilitación, así como un resultado general de mortalidad por causa específica.

Los autores llegan a la conclusión de que los factores socioeconómicos influyen en el diagnóstico más que la atención especializada posterior del cáncer de próstata. Y es que los análisis muestran que tanto los ingresos como el nivel sociocultural están significativamente asociados a una serie de procesos con el uso de imágenes por resonancia magnética previa a la biopsia, el tratamiento primario, la rehabilitación sexual después de la cirugía y la mortalidad por causas específicas para el cáncer de próstata no metastásico de alto riesgo. De ahí que, según dicho estudio, los hombres con bajos ingresos o educación tenían características de pronóstico más desfavorables en el momento del diagnóstico, mientras que, respecto al manejo, no se hallaron muchas diferencias con los hombres con mayores ingresos y educación con características de cáncer, edad y comorbilidad similares.

Diversas variables

Según los resultados del estudio, la proporción de hombres con un desenlace fatal de un cáncer de próstata grave que no se había propagado fue claramente mayor para los hombres con menor educación o ingresos que para los hombres con títulos avanzados o mayores ingresos . Para los ingresos bajos versus los altos, las proporciones que murieron fueron del 12,5% y el 8,5%, respectivamente. Las diferencias se debieron principalmente a que los hombres con una educación inferior y menores ingresos tenían una enfermedad más grave en el momento del diagnóstico, no a que recibieran una atención peor después del diagnóstico .

Los investigadores consideran las pruebas organizadas del cáncer de próstata como una posible forma de mejorar la igualdad en el diagnóstico. "Hay muchos indicios de que se necesitan esfuerzos para aumentar la igualdad, principalmente en el diagnóstico, para que el cáncer de próstata pueda detectarse en una fase más temprana en hombres de grupos socioeconómicamente vulnerables", afirmó Ulf Strömberg, profesor adjunto de Metodología Epidemiológica en la Universidad de Gotemburgo, epidemiólogo de la Región de Kronoberg y uno de los investigadores que realizó el estudio.