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La mitad de los pacientes asmáticos no es consciente de su enfermedad

Es una enfermedad crónica, la diferencia de otras enfermedades respiratorias obstructivas es que los síntomas suelen aparecer y desaparecer de forma más o menos rápida y es variable en el tiempo.

20/03/2024

El infradiagnóstico en el asma es un problema de salud de gran magnitud según ponen de manifiesto los datos: 1 de 2 pacientes asmáticos no sabe que tiene asma. Se calcula que, en la infancia, en menores de 14 años, 1 de cada 10 niños tiene asma; mientras que en ...

El infradiagnóstico en el asma es un problema de salud de gran magnitud según ponen de manifiesto los datos: 1 de 2 pacientes asmáticos no sabe que tiene asma. Se calcula que, en la infancia, en menores de 14 años, 1 de cada 10 niños tiene asma; mientras que en adultos esta prevalencia es del 5%, aproximadamente.

En el Estado hay casi 2,5 millones de pacientes asmáticos. En los últimos años ha habido un incremento de la patología. Los factores de su aparición pueden ser varios: predisposición genética, la contaminación, la dieta, infecciones virales, el hábito tabáquico, y/o bajo peso al nacer, entre otros.

Estos datos han sido ofrecidos por la Dra. Milagros Iriberri Pascual, jefa de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Cruces durante la conferencia Convivir con asma, dentro del ciclo de conferencias "Encuentros con la Salud", que se celebra desde este curso 2023-2024 en el Salón El Carmen de Indautxu, en Bilbao.

En este foro la especialista ha explicado que el asma es una patología respiratoria que afecta a los bronquios, siendo una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por obstruir o estrechar los bronquios y que se manifiesta con una serie de síntomas como son la tos con el esfuerzo, accesos de tos nocturna, la opresión y/o la falta de aire con pitidos en el pecho.

"La característica del asma que la diferencia de otras enfermedades respiratorias obstructivas es que tiene más variabilidad. Es decir, suele aparecer y desaparecer de forma más o menos rápida y es variable en el tiempo", ha descrito.

En este contexto, ha subrayado que el asma "es una enfermedad crónica que se no se cura, pero sí hay tratamientos que controlan al paciente asmático. En los últimos 50 años se han desarrollado muchos inhaladores que contienen sobre todo fármacos que controlan esa inflamación de los bronquios, fundamentalmente con corticoides inhalados, además contienen broncodilatadores asociados que ayudan a abrir el bronquio".

"En asmas graves y persistentes, que se producen en un 5% de los pacientes asmáticos, también ha habido una evolución. En concreto fármacos biológicos que han revolucionado el tratamiento del asma evitando ingresos hospitalarios, visitas a urgencias y mejorando su calidad de vida".

La importancia de seguir la medicación

En esta línea, la Dra. Iriberri ha puesto el foco en la importancia de seguir correctamente el tratamiento para una buena evolución de la enfermedad. "El mayor problema en las personas asmáticas es que existe una baja adherencia precisamente porque la enfermedad cursa con variabilidad y hay épocas en las que el paciente está sin síntomas y es difícil convencerle de que cuando está bien tiene también que tomar medicación. Si la adherencia al tratamiento es correcta, según las indicaciones de los profesionales sanitarios, se consigue un control eficaz en un 80-90% de los casos".

"Es muy importante el autocontrol y el cuidado de la enfermedad. Cada vez implicamos más a los pacientes en conocer su enfermedad para controlar las crisis. La gente se muere por asma. Hay que conocer cómo hay que actuar en una crisis asmática y cómo hay que actuar en casa y cuando hay que pedir ayuda profesional", ha subrayado.

Por último, la especialista en Neumología ha subrayado que el "asma es una enfermedad crónica que podemos controlar y tratar con el compromiso del paciente, imprescindible la educación del enfermo asmático. No se cura, pero tenemos arsenal terapéutico para controlar que el paciente pueda hacer una vida más o menos normal".

"Por nuestra parte, los profesionales sanitarios debemos tratar al paciente y no la enfermedad porque a veces no solo tiene asma. El 90% de los pacientes asmáticos adultos tienen otras enfermedades que coinciden con el asma y a veces se mejora más si se tratan esas comorbilidades. Por ejemplo, la obesidad, la apnea del sueño, rinitis, que están muy asociadas al asma; deben tratarse en conjunto", ha concluido.

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