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Plantean un modelo preclínico orientado a la prevención de la insuficiencia renal

Detener la fibrosis renal progresiva, una característica de la enfermedad renal crónica en etapa avanzada, podría contemplarse como una forma de prevenir la insuficiencia renal.

11/03/2024

La fibrosis renal progresiva, es decir, la acumulación de tejido cicatricial que resulta de la inflamación causada por la diabetes, enfermedades autoinmunes o infecciones virales como COVID-19, está identificada como una característica propia de las últimas etapas de la enfermedad renal crónica (ERC), contribuyendo al desarrollo de insuficiencia renal. Reducir o ...

La fibrosis renal progresiva, es decir, la acumulación de tejido cicatricial que resulta de la inflamación causada por la diabetes, enfermedades autoinmunes o infecciones virales como COVID-19, está identificada como una característica propia de las últimas etapas de la enfermedad renal crónica (ERC), contribuyendo al desarrollo de insuficiencia renal.

Reducir o revertir la fibrosis podría potencialmente devolver los riñones de la ERC a un estado saludable. Cabe recordar que la enfermedad renal crónica se caracteriza por una pérdida gradual de la función renal y afecta aproximadamente al 13,4% de la población mundial.

Al respecto, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Weill Cornell (EEUU) identificó que los receptores del ácido retinoico (RARa) en los túbulos proximales del riñón (PT) desempeñan un papel crucial en la limitación de los efectos dañinos de la lesión renal que, a menudo, conducen a insuficiencia renal.

Efectos antifibróticos

La investigación, publicada en ´PNAS´ conduce al desarrollo de un modelo preclínico que contribuya a detener la fibrosis renal progresiva. "Desarrollamos un modelo de ratón en el que una eliminación espaciotemporal (inducible por tamoxifeno) de RARa en células PT renales de ratones adultos provoca disfunción mitocondrial, lesión masiva del PT y apoptosis sin el uso de sustancias nefrotóxicas adicionales", explicaron los investigadores.

Los efectos a largo plazo, entre 3 y 4,5 meses de la deleción de RARa incluyen un aumento de la secreción de PT del factor de crecimiento transformante β1, inflamación, fibrosis intersticial y disminución de la función renal, considerados características importantes de la ERC humana. El trabajo sugiere, por tanto, que las terapias que activan selectivamente RARa en el riñón podrían maximizar los efectos antifibróticos en el tejido renal y, al mismo tiempo, reducir los posibles efectos secundarios.

"Nuestros riñones filtran la sangre para eliminar los desechos, que se excretan en la orina. Los túbulos proximales son una parte importante de este proceso y devuelven a la sangre las sustancias que necesita el cuerpo. El RARa ayuda a mantener la salud de los túbulos proximales y a mantener los riñones en funcionamiento", tal como indicaron los autores de este trabajo.

Los investigadores esperan utilizar su nuevo modelo de ratón para identificar fármacos que activen RARa para ralentizar o revertir la fibrosis y potencialmente devolver los riñones a un estado saludable.

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