Las grandes farmacéuticas forman parte de un ecosistema mucho más amplio en el que la colaboración y la integración de soluciones desarrolladas por startups o pymes es fundamental. En el marco de BioSpain 2023, se ha celebrado este miércoles una mesa de debate patrocinada por Grifols que ha reunido a portavoces de tres de las multinacionales más importantes a nivel global y, también, una de las biotecnológicas españolas más punteras, como la catalana WERFEN.

Jose Terencio, vicepresidente de Grifols Innovation And New Technologies (GIANT), ha moderado un panel compuesto por Benjamin Turner, director asociado de Ciencia del Emprendimiento en Eli Lilly; Louise Warme, responsable de la inversora We venture capital (parte de WERFEN), y Dirk Büscher, de GRIFOLS – GIANT.

Como ya se abordó durante el congreso, explorar nuevas modalidades de cooperación, desde las colaboraciones o fusiones en el desarrollo de determinadas áreas de investigación y fabricación de productos y hasta realizar estrategias de inversión efectivas, tal como ha mencionado Büscher, son iniciativas que plantear.

Todo lo que gira en torno a estos procesos conjuntos obligan a tener en cuenta también aspectos legales; conocer bien los intermediarios que participarán de estos procesos es una cuestión también a tener en cuenta.

Las fases por las que pasa una de estas estrategias, ha reconocido Turner, son bastante parecidas en su compañía a las que acomete Grifols. Hay que considerar igualmente el nivel de riesgo que conllevarán estos acuerdos, como pueda ser en el área de investigación. Mantener el contacto habitual con las compañías asociadas, ha explicado, también es esencial.

Otras de las grandes farmacéuticas como GSK tiene entre sus objetivos "maximizar esta innovación externa", ha compartido con la audiencia Minguez. Si bien ha enfatizado la figura de los responsables de evaluación, "parte importante" como bisagra entre la dimensión interna "y el resto del mundo".

De igual manera, los equipos que se conformen para tal actividad deben estar integrados por especialistas en cada faceta. Incluso la flexibilidad respecto a estas modalidades de colaboración llega a nivel micro: asociaciones "de estado a estado del proyecto; de equipo a equipo".

Aunque para Mínguez el aspecto más crítico es el coste de la evaluación. "Es la eterna pregunta: ¿cuánto se distancia respecto de la generación de beneficios?", ha expresado durante el debate.

Warme lo ha equiparado a un elemento que conecta con "todos los segmentos de negocio" en una biotecnológica. En línea con lo expuesto por Mínguez, ella también comparte que el "éxito" radica en conectar "a las personas adecuadas" a cada proyecto, que de media pueden rondar unos diez años hasta alcanzar una etapa de maduración.