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BioSpain 2023: Turno de mover ficha para las instituciones europeas en pos de la innovación

Merck reúne a un panel que explora la actual situación europea en el contexto global. El camino para recuperar la vanguardia de regiones como Norteamérica o el sudeste asiático pasa por relocalizar la industria con el objetivo de alcanzar la autonomía estratégica.

28/09/2023

La industria biofarmacéutica puede ser una de las respuestas al dilema geopolítico que vive Europa. Enclavada entre potencias como Estados Unidos (EEUU) y China, y con la región del sudeste asiático pisando el acelerador con una legislación más laxa y ágil, a la Unión Europea (UE) le toca mover ficha ...

La industria biofarmacéutica puede ser una de las respuestas al dilema geopolítico que vive Europa. Enclavada entre potencias como Estados Unidos (EEUU) y China, y con la región del sudeste asiático pisando el acelerador con una legislación más laxa y ágil, a la Unión Europea (UE) le toca mover ficha por "el bienestar y la salud de 746 millones de europeos", ha recalcado este martes Manuel Zafra Rubio, presidente de Merck en España, durante una mesa de debate patrocinada por la biofarmacéutica en el marco de BioSpain 2023.

"Por esto, las compañías farmacéuticas deberían tener un rol de liderazgo", ha continuado el máximo representante de Merck en nuestro país. Un sector que reinvierte más del 12% de sus beneficios en I+D con la idea de desarrollar nuevos fármacos y potenciar la innovación. Pero hace falta más, porque la brecha no para de crecer, ha advertido: si en 2001, la diferencia entre lo que invertían Europa y EEUU era de 2.000 millones, en 2025 será de 25.000 millones. "Definitivamente vamos más lentos que nuestros competidores".

Esa es la principal razón por la que ha apelado a la "acción" tanto para las instituciones europeas, como los gobiernos nacionales y desde todos los sectores. La hoja de ruta pasaría por tres ejes: reducir las trabas administrativas; eliminar barreras para garantizar el acceso de los ciudadanos a los fármacos innovadores; y el tercero, facilitar las inversiones.

La directora general de EuropaBio, Claire Skentelbery, se ha encargado de moderar la reunión que ha contado con figuras del ámbito institucional, político y farmacéutico. Por parte de la Comisión Europea (CE), la directora de la Dirección de Ecosistemas I: Químicos, Alimentación, Comercio y Salud en el Departamento de Crecimiento (DG GROW, por sus siglas en inglés) y la Dirección General de Mercados Internos, Industria, Emprendimiento y Pymes, Kristin Schreiber, ha recordado que Europa sigue siendo "la farmacia del mundo" y que está avanzando hacia más y mejores inversiones y cadenas de suministro "más resilientes".

Además, no ha dudado en afirmar que alcanzar la "autonomía estratégica" en el sector salud es una condición innegociable. Algo que se está debatiendo actualmente en el seno de las instituciones europeas como parte de la reforma propuesta por la CE de la Ley General Farmacéutica, y que contempla, entre algunas de sus novedades, la elaboración de un listado con medicamentos críticos para los que se habiliten stocks adecuados.

Pero para eso hará falta aunar las voluntades de los 27, un tema que para Schreiber "será clave" si se quiere una mayor coordinación a nivel europeo. Por parte de la eurodiputada española Susana Solís, la situación actual se deriva de las relocalizaciones a otros países, principalmente China, lo que ahora obliga a atraer de nuevo la producción a nivel comunitario con una visión del sector biotecnológico "como estratégico".

Si bien desde Europa no se contempla la implantación de nuevos fondos específicos para esta actividad económica, Solís ha mencionado la aprobación de una "plataforma de paso" en la que se redireccionará dinero proveniente de fondos de recuperación e innovación a sectores críticos, como Deep tech, Clean Tech y Biotech.

Teresa Rodó, vicepresidenta ejecutiva y jefa de Operaciones Sanitarias Globales del Grupo Merck, ha recalcado la importancia de que se avance hacia "una mejor Europa que esté mejor coordinada" y que asegure a las compañías "predictibilidad, coherencia y consistencia" en las políticas relativas a la legislación farmacéutica, con la que se mostró casi completamente a favor.

Escalar las capacidades y hacer llegar la importancia de la industria a la población son otros de los aspectos que ha considerado esenciales para alcanzar una buena estrategia de autonomía abierta. En cualquier caso, ha pedido el apoyo desde las instituciones europeas para superar todos los retos que hay por delante, como la transición energética. Rodó ha advertido que dicha autonomía tiene el riesgo de no ser "suficiente" y, por tanto, no asegure el acceso a las medicinas en el mercado europeo: "Esa creo es la mayor amenaza".

Será esta cuestión de avanzar hacia una mayor autonomía la que se aborde en un par de semanas en Granada, como parte de la reunión informal que mantendrán los jefes de estado europeos como parte de la presidencia española del Consejo de la UE, ha recordado Fernando Borredá Juste, secretario general de la Autoridad Nacional para la Prohibición de las Armas Químicas (ANPAQ) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Allí se discutirá cómo potenciar la producción y las capacidades domésticas, con una relevancia mayor en la elaboración de un plan de contingencia similar al materializado en la Reserva Estratégica basada en las Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI) del Gobierno de España.

El caso de Cataluña

Previa a la mesa de debate, el secretario de Negocio y Competitividad de la Generalitat de Catalunya, Albert Castellanos Maduell, ha sido el invitado a abrir la actividad. Con un mensaje muy centrado en el fundamental papel de la industria biotecnológica para una comunidad autónoma con uno de los "ecosistemas más dinámicos en salud e innovación", con hasta el 45% de las empresas del sector instaladas en Cataluña.

De ahí que no haya dudado en equiparar los objetivos de autonomía europeos a los catalanes. La agencia autonómica Biocat, de carácter público-privado, cumple un papel relevante en la promoción de la actividad de esta actividad económica.

Entre los retos, Castellanos ha destacado la automatización de la cadena de valor; la gestión de datos en salud con garantías de una eficaz protección de la información personal; generalizar el uso de dispositivos tecnológicos médicos dentro del sistema catalán de salud de la forma "más rápida posible" en beneficio de una mejor calidad y para impulsar "un nuevo modelo" en el sector.

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