La competitividad europea en materia biotecnológica y farmacéutica es uno de los principales temas que se analizan estos días en BioSpain 2023. En su primera jornada celebrada este martes, la Fira de Barcelona acogió un panel que reflexionó sobre cómo "ser más fuertes e innovadores" como sector, se ha planteado Montserrat Dabán, directora de Política Científica e Internacionalización en Biocat y presidenta del Consejo Europeo de Bioregiones.

Y el ejemplo de Airbus, en este sentido, podría ser la respuesta. "No compiten ni Alemania, ni Francia, ni España entre ellas. Lo hace empresa europea contra otra como Boeing", ha explicado Angel Cedazo-Mínguez, vicepresidente de Iniciativas Estratégicas & Relaciones Científicas de Sanofi Europa, compañía que ha patrocinado la mesa de debate.

Las dificultades que se presentan en las biotech las conoce bien Montserrat Vendrell, socia en Alta Life Science. "China y EEUU avanzan, mientras nosotros tenemos un problema profundo", ha advertido en línea a lo expuesto por Cedazo-Mínguez, quien ve en el mercado estadounidense muchas menos barreras y fragmentación que las que hay en el comunitario. Algo que comparte Vendrell, quien desde su punto de vista como compañía inversora cree que hace falta primero identificar los problemas y, después, promover las colaboraciones tanto a nivel local como de carácter público-privado.

También ha destacado la importancia que las empresas capital riesgo como la suya dan cada vez más a los objetivos de sostenibilidad e impacto en la sociedad. Pero aún "hace falta mejorar el proceso de crecimiento, de acceso al mercado y transferencia del conocimiento". Un buen referente es el de los clústeres, que podrían permitir un "ecosistema" adecuado para aumentar la competitividad.

Talento y liderazgo

Cedazo-Mínguez ha detectado también la fuga de cerebros que se da en el contexto europeo: "Perdemos talento" que, en muchos casos, se va a Estados Unidos. Una de esas canteras de conocimiento de donde salen muchos investigadores y científicos, potenciales perfiles para el sector biotech, se forman en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

Su director, Cristóbal Belda Iniesta, ha participado en la discusión haciendo hincapié en la idea del Clúster Salud. En este ámbito, ha sugerido que quizá modificar "algunas infraestructuras dentro de los hospitales" favorecería que muchas compañías puedan trabajar bajo este tipo de forma de colaboración.

No obstante, el ISCIII ya es experimentado en desarrollar distintas formas de cooperación público-privada o apostar por la transferencia de fondos públicos desde una marcada perspectiva académica. Todo para que el sistema "sea sostenible", pero hace falta que el clúster pueda avanzar hacia objetivos primordiales como asegurar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.