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El VIH "latente" produce ARN y proteínas durante la terapia

La terapia antirretrovírica del VIH se considera un tratamiento y no una cura porque los pacientes suelen ser portadores de un reservorio de células infectadas por el VIH que puede reaparecer si se interrumpe el tratamiento.

14/09/2023

La terapia antirretrovírica del VIH se considera un tratamiento y no una cura porque los pacientes suelen ser portadores de un reservorio de células infectadas por el VIH que puede reaparecer si se interrumpe el tratamiento. Durante mucho tiempo se pensó que estos reservorios estaban inactivos, pero dos grupos independientes ...

La terapia antirretrovírica del VIH se considera un tratamiento y no una cura porque los pacientes suelen ser portadores de un reservorio de células infectadas por el VIH que puede reaparecer si se interrumpe el tratamiento. Durante mucho tiempo se pensó que estos reservorios estaban inactivos, pero dos grupos independientes de investigadores han comprobado que un subconjunto de estas células produce espontáneamente ARN del VIH y proteínas que pueden afectar a las respuestas inmunitarias específicas del VIH de los pacientes.

"Se trata de un virus engañosamente latente", afirma el inmunovirologo Daniel Kaufmann, del Hospital Universitario de Lausana (Suiza), la Universidad de Lausana y la Universidad de Montreal (Canadá), autor principal de uno de los artículos, publicados ambos en la revista ´Cell Host & Microbe´.

"Incluso en las personas tratadas, el VIH sigue teniendo cierta actividad y continúa interactuando con el sistema inmunitario --añade--. Tenemos que entender si estas interacciones continuas tienen consecuencias clínicamente relevantes."

Estudios anteriores han demostrado que cuando las células reservorio del VIH "latentes" se reactivan en el laboratorio, producen ARN y proteínas virales, pero no estaba claro si este fenómeno estaba ocurriendo dentro de los cuerpos de las personas con VIH. "Queríamos saber si este fenómeno es real y, en caso afirmativo, qué partes del virus se expresan y tienen un impacto en el sistema inmunitario", explica Kaufmann.

Para ello, tomaron muestras de sangre de 18 personas seropositivas que habían tomado antirretrovirales (fármacos que bloquean el crecimiento del VIH sin matar el virus) durante más de tres años.

A continuación, utilizaron un método de laboratorio denominado citometría de flujo de ARN para clasificar las células T CD4+ o "ayudantes" (el tipo de célula que el VIH infecta selectivamente) en función de si estaban infectadas por el VIH y, además, si producían activamente ARN o proteínas del VIH.

También caracterizaron las células T según su función --por ejemplo, si eran del tipo de células T ayudantes que combaten los virus intracelulares o del tipo que combate las bacterias extracelulares-- para determinar si algún subtipo de células T CD4+ tenía más probabilidades de albergar reservorios del VIH.

"Nuestra técnica nos permite observar las células individuales para ver si contienen el virus y qué partes del virus expresan --resalta Mathieu Dubé, inmunovirólogo de la Universidad de Montreal y primer autor del trabajo dirigido por Kaufmann--. Para cada paciente, podríamos estimar cuántas de estas células siguen activas, y también podríamos buscar asociaciones entre las características virales y las características celulares".

Los investigadores descubrieron que 14 de los 18 pacientes tenían reservorios de VIH que producían ARN viral de forma espontánea. En 7 de los 18 pacientes, los reservorios víricos también producían proteínas víricas, incluida la p24, un componente de la cubierta del VIH.

"La mayor parte de los virus que permanecen en el organismo son virus defectuosos o basura que no pueden multiplicarse realmente, pero hemos descubierto que estos virus defectuosos aún pueden producir ARN viral y a veces proteínas", prosigue Kaufmann.

Aunque estos fragmentos de ARN y proteínas víricas eran "restos" no funcionales, los investigadores descubrieron que eran suficientes para estimular una respuesta inmunitaria. Dado que las respuestas inmunitarias específicas del VIH más fuertes se asociaron a reservorios del VIH más activos, los investigadores sospechan que esta respuesta inmunitaria puede ser inútil, pero se necesita más investigación para probar esa hipótesis.

"Nuestros datos sugieren que el ARN y las proteínas producidas por estos reservorios virales podrían ser impulsores de la inflamación --indica Kaufmann--. Esto podría ser importante porque un subgrupo de las personas que son tratadas con éxito con terapia antirretroviral para el VIH sigue teniendo consecuencias negativas de vivir con la infección, por ejemplo, aceleración de la enfermedad cardiaca, fragilidad y osteoporosis prematura".

Cuando investigaron qué tipos de linfocitos T CD4+ tenían más probabilidades de albergar reservorios virales activos, los investigadores descubrieron que los reservorios activos del VIH estaban alojados en linfocitos T con diversos fenotipos y funciones, aunque algunos tipos tendían a portar más virus que otros.

"Algunos subconjuntos parecen ser más propensos a albergar virus, por ejemplo, las células de memoria y las células Th17 que participan en la protección inmunitaria en el intestino, pero no hay un tipo claro y único de célula T CD4+ que albergue el virus --afimra Dubé--. Se pueden tener virus en la mayoría de las células T CD4+".

Aunque todos los pacientes del estudio eran varones blancos, los investigadores observaron variaciones sustanciales entre ellos. Señalam que los estudios futuros deberían investigar más a fondo estas diferencias entre pacientes e investigar los reservorios del VIH en un conjunto más diverso de pacientes.

El segundo artículo, dirigido por la inmunóloga Lydie Trautmann, del Instituto de Vacunas y Terapia Génica de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón (Estados Unidos), también informó de que un subconjunto de células T CD4+ expresan espontáneamente ARN viral durante la terapia antirretroviral, concretamente en cohortes de participantes tailandeses que iniciaron la terapia en el momento de la infección aguda frente a la crónica.

Se observaron menos proteínas víricas en los pacientes con infección aguda, pero se observaron respuestas inmunitarias similares entre ambos grupos.

"Nuestro estudio sugiere que la disfunción inmunitaria residual impulsada por el reservorio activo del VIH en terapias antirretrovirales podría contribuir a la falta de control viral tras la interrupción analítica del tratamiento al impedir la diferenciación de células T CD8+ específicas del VIH de tipo madre y autorrenovables funcionales que puedan montar respuestas de remisión rápidas y eficaces", escriben los autores.

"Por lo tanto, las estrategias de remisión del VIH probablemente tendrán que dirigirse a los provirus transcripcionalmente activos que producen proteínas virales durante las terapias antirretrovirales para aprovechar las células T CD8+ específicas del VIH para controlar el rebote del virus tras el cese de la terapia", concluyen.

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