La calidad del aire del dormitorio puede ser un factor a favor o en contra de obtener un buen descanso. Los ordenadores, las pantallas de televisión, los muebles y la ropa pueden condicionar dicha calidad del aire, además de los procesos metabólicos del cuerpo humano. En conjunto, esta contaminación se acumula durante la noche si no se diluye a través de una adecuada ventilación.

En este sentido, recientes estudios realizados en la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) sugieren la necesidad de una ventilación óptima en el dormitorio. "Anteriormente, solo se ha documentado escasamente que la calidad del aire del dormitorio puede afectar al sueño. Nuestro estudio ahora ha demostrado claramente que es posible", según Pawel Wargocki, profesor asociado de DTU Sustain.

Uno de los hallazgos de los investigadores de DTU es que una noche en una habitación mal ventilada puede contribuir a un sueño más deficiente y repercutir en la jornada laboral del día siguiente.

Para estos estudios se realizaron mediciones en más de 100 hogares. Además, se rastreó la calidad del sueño de sus habitantes y se evaluaron sus habilidades cognitivas. Las mediciones fueron realizadas por investigadores tanto en Dinamarca como en la Universidad Jiao Tong en Shanghai (China).

Los resultados obtenidos en estos estudios se basan en una serie de subestudios, incluido el hecho de que una gran cantidad de voluntarios pasen la noche en una cámara climática; una caja de plexiglás transparente que permite monitorear y analizar minuciosamente la calidad del aire durante la noche, midiendo qué tipo de emisiones producimos los humanos y cómo afectan el sueño. Los investigadores también realizaron un estudio en los propios dormitorios de las personas.

Aire limpio para dormir mejor

"Una ventana abierta mejoró tanto la calidad del aire en las habitaciones de los participantes que durmieron mejor. A la mañana siguiente, sus habilidades cognitivas también fueron mejores", indicó Xiaojun Fan, estudiante de doctorado en DTU y autor principal del último subestudio del estudio, publicado en la revista científica ´Building and Environment´. "Esto sugiere que las habitaciones deben ventilarse con aire limpio del exterior o suministrarse con aire equivalente al aire limpio del exterior durante la noche", según Xiaojun Fan.

"Durante la noche, los humanos generamos emisiones en el dormitorio, aunque no en el resto de la casa. Sin embargo, cuando se duerme con la puerta abierta, el aire de otra parte de la casa se mezcla con el aire del dormitorio, lo que si bien puede diluir la contaminación del aire en la habitación, sin embargo, no es aire limpio el que proviene de las otras habitaciones de la casa", explicó Pawel Wargocki.

En conclusión, según los resultados de estas observaciones: una ventana abierta mejoró la calidad del aire en las habitaciones de los participantes. Las personas durmieron mejor si la ventana está abierta y rindieron mejor al día siguiente. Asimismo, una puerta abierta al resto de la casa no mostró un efecto medible en la calidad del sueño.

"Esto sugiere que las habitaciones deben ventilarse con aire limpio del exterior o suministrarse con aire equivalente al aire limpio del exterior durante la noche", concluyó Xiaojun Fan.