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"La detección precoz de la enfermedad renal crónica debe de ser una prioridad sanitaria"

La ERC ocasiona un aumento muy significativo del riesgo de morbimortalidad cardiovascular y de mortalidad total, tanto en la población general como en los grupos de riesgo aumentado de enfermedad cardiovascular. Este riesgo se ve incrementado en etapas muy iniciales de la enfermedad. En los últimos tiempos, han irrumpido en el arsenal farmacológico moléculas que poseen un efecto nefroprotector, como son los iSLGT2.

22/05/2023

La enfermedad renal crónica (ERC) constituye un problema de Salud pública a nivel mundial que se ha visto agravado en las últimas décadas. Jesús Casado Cerrada, jefe de Sección de Medicina Interna del Hospital Universitario de Getafe y coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la Sociedad ...

La enfermedad renal crónica (ERC) constituye un problema de Salud pública a nivel mundial que se ha visto agravado en las últimas décadas. Jesús Casado Cerrada, jefe de Sección de Medicina Interna del Hospital Universitario de Getafe y coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), al que entrevistamos con motivo de que Dapagliflozina ya está disponible en España para el tratamiento de la ERC en pacientes con y sin diabetes tipo 2, señala que esta patología consiste en un deterioro progresivo de la función renal por debajo de unos límites preestablecidos.

Explica que las causas de dicho deterioro pueden ser múltiples. "A lo largo de los años, de manera fisiológica, la función renal va reduciéndose discretamente incluso en pacientes sanos. Sin embargo, patologías tan habituales como la hipertensión arterial o la diabetes tienen una influencia deletérea en nuestro sistema cardiovascular de manera global y con especial impacto en la función renal, condicionando que este deterioro se acelere y sea más significativo si no se controlan adecuadamente todos esos factores", aclara.

Contra su infradiagnóstico

La ERC es una afección silenciosa y desconocida para la gran mayoría de la población. Una estrategia sencilla para luchar contra su infradiagnóstico "puede ser incrementar los controles analíticos preventivos, incluyendo determinaciones analíticas no solo de sangre, sino también de orina".

El Dr. Casado Cerrada afirma que una determinación del cociente albúmina/creatinina en una muestra de orina, preferentemente de la primera orina de la mañana, es suficiente para este objetivo. "La eliminación de albumina en orina es, en muchas ocasiones, uno de los primeros marcadores de daño renal que puede alertarnos de que algo no va bien en este sentido", apunta. Por otro lado, "la eliminación de albumina por la orina también se considera como un signo no sólo de lesión renal, sino de ´daño sistémico´ más allá del riñón".

Le cuestionamos por los screening que debemos fomentar desde Atención Primaria. "La detección precoz de la ERC debe de ser una prioridad sanitaria que permita establecer estrategias para evitar que la enfermedad progrese hacia estadios más avanzados, reduciendo las complicaciones cardiovasculares derivadas de la misma", subraya. Insiste en que la información que aporta la determinación de albumina en orina es, en muchas ocasiones, fundamental para adelantarse a un diagnóstico de insuficiencia renal ya establecida.

Expone que los pacientes en los que se debería centrar el foco para una búsqueda más activa de la presencia de ERC en la población serían las personas mayores, particularmente los varones, y aquellos con hipertensión arterial, diabetes, sedentarismo o enfermedad cardiovascular establecida. Con especial atención en aquellos en los que dichas enfermedades no están óptimamente controladas con una terapia farmacológica adecuada.

Los que están en los estadios 2 y 3 son los peligrosos, porque son los que más desconocen que tienen ERC. Respecto a cuántas personas en España podrían estar en esta situación de desconocer que la padecen; admite que es un dato difícil de evaluar, "teniendo en cuenta que muchos de estos pacientes no están realmente diagnosticados, dada la ausencia de sintomatología en estadios precoces". Declara que lo que sí se sabe "es que probablemente es muy elevada, dada la elevada prevalencia de patología cardiovascular que existen en el mundo occidental, y que es la precursora del deterioro progresivo de la función renal". En nuestro país, "el estudio EPIRCE puso de manifiesto que en 2010 la ERC afectaba aproximadamente al 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años". De acuerdo con sus palabras, estudios más recientes han situado su prevalencia aquí en torno al 15%. En cualquier caso, "hay que tener en cuenta que la ERC es un gran problema sanitario no sólo por su elevada prevalencia sino también por la significativa disminución en la calidad de vida de los pacientes que la padecen, además de una elevada morbimortalidad y un tremendo coste sanitario y social".

¿Qué supone la nueva indicación de Forxiga (Dapagliflozina), inhibidor del cotransportador-2 de sodio-glucosa (iSGLT2), para el tratamiento de la ERC en pacientes con y sin diabetes tipo 2? Contesta que es "importante enfatizar en el concepto de que esta familia de fármacos ofrece un beneficio cardiovascular indiscutible y que es extensible a todos los pacientes con deterioro de la función renal, incluso en estadios iniciales, independientemente de que sean diabéticos o no". Precisamente, hacer un diagnóstico precoz permitirá iniciar estos fármacos en un momento en el que la enfermedad renal todavía no ha tenido repercusiones deletéreas en otros órganos.

Estos fármacos tienen un reconocido efecto nefroprotector, reduciendo las posibilidades de que la enfermedad progrese a estadios más avanzados. "El deterioro progresivo de la función renal, dejado a su evolución natural, puede llevar al paciente a necesitar terapia renal sustitutiva con diálisis o incluso el trasplante renal", avisa el Dr. Casado Cerrada. Remarca que, en los últimos diez años, el número de nuevos pacientes que necesitan terapia renal sustitutiva ha subido un 11,6%, pasando de 121,1 personas por millón de población en 2010 a 141,4 en 2020. Asimismo, "estos fármacos ofrecen un beneficio cardiovascular global, reduciendo que los pacientes empeoren otras patologías cardiovasculares como es el caso de la insuficiencia cardiaca".

Actualmente, Forxiga está indicado para pacientes con insuficiencia renal independientemente de la presencia o no de diabetes. Concluye que, "teniendo en cuenta el efecto nefroprotector descrito, enlenteciendo el deterioro de función renal, un inicio precoz del fármaco es deseable, aunque también se puede utilizar en deterioros más graves de función renal, con filtrados glomerulares de hasta 25 ml/min".

Para leer la entrevista completa, haz click en el PDF adjunto.

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