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Más del 20% de los pacientes con alto riesgo cardiovascular rechaza el tratamiento con estatinas

Según un estudio, las mujeres tenían un 20% más de probabilidades que los hombres de rechazar el tratamiento cuando su médico se lo sugería por primera vez.

01/03/2023

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Brigham and Women´s Hospital, miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham, en Estados Unidos, ha llevado a cabo el primer estudio poblacional sobre la no aceptación por parte de los pacientes de las recomendaciones del tratamiento con estatinas y ha descubierto que ...

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Brigham and Women´s Hospital, miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham, en Estados Unidos, ha llevado a cabo el primer estudio poblacional sobre la no aceptación por parte de los pacientes de las recomendaciones del tratamiento con estatinas y ha descubierto que más del 20% de los pacientes con alto riesgo cardiovascular se negaban a tomar estatinas.

Les sorprendió especialmente ver que las mujeres tenían un 20% más de probabilidades que los hombres de rechazar el tratamiento cuando su médico se lo sugería por primera vez, y un 50% más de probabilidades que los hombres de no aceptar nunca la recomendación.

El estudio, publicado en la revista ´JAMA Network Open´, también demostró que todos los pacientes que rechazaron la terapia con estatinas desarrollaron niveles más altos de colesterol LDL ("malo"), lo que probablemente aumentó aún más su riesgo.

"Nuestro estudio pone de relieve el alarmante número de pacientes que rechazan las estatinas y señala que los médicos deben tener discusiones con los pacientes acerca de por qué --destaca Alex Turchin, profesor asociado en la Escuela de Medicina de Harvard y director de calidad en la División de Endocrinología, Diabetes e Hipertensión del Brigham--. Necesitamos comprender mejor cuáles son las preferencias de nuestros pacientes y poder ofrecerles una atención más centrada en ellos".

Después de que Turchin empezara a notar que muchos de sus pacientes con colesterol alto, incluidos los diabéticos, optaban por no tomar medicamentos seguros y beneficiosos como las estatinas, que pueden reducir el colesterol y disminuir el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, desarrolló un sistema para estudiar más de cerca el fenómeno analizando el texto de las notas de los proveedores.

El estudio se centró en pacientes de alto riesgo que padecían enfermedades coronarias o vasculares, diabetes, colesterol muy alto o habían sufrido un ictus. A todos ellos, sus médicos les recomendaron estatinas para reducir el riesgo de infarto de miocardio e ictus y reducir los niveles de colesterol. El estudio retrospectivo incluyó a más de 24.000 pacientes que fueron atendidos en el Mass General Brigham entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2018.

"Incluso en esta población de pacientes de alto riesgo, tantas personas no aceptaron la terapia con estatinas", apunta Turchin. El estudio encontró que mientras que alrededor de dos tercios de los pacientes a los que se les recomendaba la terapia con estatinas finalmente la probaron, alrededor de un tercio nunca lo hizo.

Además, las personas del estudio que inicialmente se negaron a tomar estatinas tardaron tres veces más en reducir sus niveles de colesterol LDL a menos de 100, en comparación con las que inicialmente aceptaron.

Sin embargo, la mayor sorpresa del estudio fue la tasa mucho más alta de rechazo por parte de las mujeres que de los hombres. Turchin y sus colegas se preguntan si esto podría deberse en parte a la falsa idea errónea de que las cardiopatías afectan más a los hombres que a las mujeres, y planean seguir investigando las razones subyacentes a estos resultados.

"En última instancia, tenemos que hablar con nuestros pacientes y averiguar con más detalle por qué prefieren no tomar estatinas", afirma Turchin. Actualmente está estudiando las repercusiones de la no aceptación del tratamiento con estatinas en los resultados que más importan a los pacientes, como los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares y la muerte.

"Creo que la gente subestima la diferencia que ha supuesto la medicina moderna a la hora de prolongar la vida de las personas y su calidad de vida, y los medicamentos pueden desempeñar un papel importante en ello", concluye.

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