Se presentan los datos del primer estudio sobre calidad de vida en pacientes con Hipofosfatemia Ligada al cromosoma X (XLH), realizado en nueve hospitales nacionales, con el apoyo de Kyowa Kirin. Esta investigación revela el impacto de esta enfermedad minoritaria desde un punto de vista físico, funcional y emocional, mostrando ...
Se presentan los datos del primer estudio sobre calidad de vida en pacientes con Hipofosfatemia Ligada al cromosoma X (XLH), realizado en nueve hospitales nacionales, con el apoyo de Kyowa Kirin. Esta investigación revela el impacto de esta enfermedad minoritaria desde un punto de vista físico, funcional y emocional, mostrando que el 65% de los adultos y cerca del 25% de los niños con XLH en España presentan depresión y/o ansiedad asociadas a la enfermedad.
En palabras de la Dra. Pilar Peris, miembro del Servicio de Reumatología en el Hospital Clínic de Barcelona: "los resultados de este estudio ponen de manifiesto la marcada limitación funcional que presentan estos pacientes, especialmente en la edad adulta, e indican la necesidad de mejorar el abordaje terapéutico desde la infancia, con el fin de disminuir las complicaciones y mejorar la calidad de vida de estos pacientes".
La XLH es una enfermedad rara que se manifiesta en la infancia y afecta a aproximadamente 1 de cada 20.000 personas. Los niños con XLH normalmente sufren deformidades esqueléticas, arqueamiento de las piernas cuando empiezan a caminar, anomalías craneales, retraso motor, talla baja, debilidad muscular, y dolor óseo y articular. Ello tiene un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes, afectando a la realización de tareas del hogar, el trabajo, el autocuidado e incluso el descanso nocturno.
La investigación, que comenzó hace cinco años, se ha llevado a cabo con 50 pacientes: 21 niños acompañados de su padres o cuidadores respectivos, y 29 adultos mayores de 18 años. "Se trata de un estudio multicéntrico, que ha incluido distintas especialidades médicas, como pediatría, nefrología, medicina interna o reumatología, entre otras. En él, han participado expertos de varias ciudades y hospitales españoles, como el Hospital Nuestra Señora de Candelaria de Santa Cruz de Tenerife, la Fundación Jimenez Díaz y el Hospital La Paz de Madrid, el Hospital Clínic, Hospital maternoinfantil Sant Joan de Déu y Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, el Hospital La Fe de Valencia, el Hospital Virgen de Arrixaca de Murcia y el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla", explica la Dra. Peris.
Principales conclusiones del estudio
Esta investigación, publicada en la revista Orphanet Journal of Rare Diseases, ha analizado la calidad de vida de pacientes españoles con XLH en distintos periodos de edad, comparados con la población sana. Entre las principales conclusiones que arroja cabe destacar:
Según señala la Dra. Peris: "desde la infancia ya existe una limitación en la movilidad asociada a esta enfermedad, con dificultad para caminar, dolor y malestar en más del 60% de los niños. Por otro lado, en una tercera parte de estos niños, además, se observa una limitación para realizar las actividades de la vida cotidiana; y síntomas de ansiedad y/o depresión en alrededor del 23%. Estos porcentajes aumentan claramente en la edad adulta, en una población con una media de edad de 42 años. En este grupo de edad, más del 90% de pacientes presenta dificultad para caminar, el 86% tiene dolor asociado y el 80% limitación para actividades diarias que incluyen el cuidado personal, con síntomas asociados de ansiedad y/o depresión en un 65% de ellos".
Tratamientos innovadores para mejorar la calidad de vida de los pacientes con XLH
Los datos que arroja esta investigación manifiestan la necesidad de contar con tratamientos innovadores capaces de actuar sobre los mecanismos de la enfermedad. En este sentido, la experta destaca que "burosumab ha demostrado ser una opción terapéutica de valor en el control bioquímico de la enfermedad en la población pediátrica y en la prevención y tratamiento de las complicaciones asociadas a la XLH, como son las deformidades esqueléticas y la mejoría de la talla, entre otras".
"Esto supone todo un avance en el abordaje terapéutico de estos pacientes, especialmente en aquellos que presentan una respuesta deficiente al tratamiento convencional, o bien, complicaciones asociadas a su utilización. Así, un mejor control de la enfermedad permitirá prevenir gran parte de las complicaciones que presentan la mayoría de estos pacientes, y que condicionan un claro deterioro en su calidad de vida, y un elevado coste sociosanitario", concluye la Dra. Peris.