Gracias al análisis de muestras de aguas residuales recibidas en la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU), entre 2016 y 2019, procedentes de 243 ciudades correspondientes a 101 países, investigadores de dicho centro han obtenido un nuevo mapa mundial de la resistencia a los antimicrobianos, con datos sobre en qué parte del mundo la aparición de genes de resistencia es más elevada, cómo se ubican los genes y en qué tipos de bacterias se encuentran. Si una bacteria porta varios genes de resistencia, se le denomina multirresistente o superbacteria.

El Grupo de Investigación de Epidemiología Genómica del Instituto Nacional de Alimentos de la DTU ha desarrollado y mantiene una de las bases de datos de resistencia más completas del mundo. Actualmente incluye 3.134 genes de resistencia conocidos.

Los investigadores han utilizado la base de datos para mapear los genes de resistencia en las muestras de aguas residuales .Los resultados del nuevo estudio metagenómico, que se acaba de publicar en ´Nature Communications´, han sorprendido. De hecho, el estudio muestra que han aparecido este tipo de genes en muchos contextos y tipos bacterianos diferentes, lo que indica una transmisión mayor de lo esperado.

Con ayuda de una supercomputadora han podido comparar los miles de millones de secuencias de ADN registradas con genes conocidos y construir piezas más grandes de los genomas originales contenidos en las muestras. Este proceso proporciona información sobre varias áreas, como en qué bacterias y vecindarios genéticos se encuentran los genes de resistencia.

"Hemos encontrado genes de resistencia similares en tipos de bacterias muy diferentes. Nos preocupa cuando este tipo de genes pueden trasladarse desde un amplio grupo de bacterias a otro completamente diferente con el que no hay similitud. Resulta raro que estas transmisiones de genes ocurran en distancias tan largas", según el profesor asistente Patrick Munk.

Para este experto, sin embargo, "es menos preocupante que los genes se encuentren en bacterias que generalmente no enferman a las personas, como las del ácido láctico, mientras que la situación cambia si este tipo de genes llegan a las bacterias importantes para la salud humana, como la salmonella".

Puntos críticos
En diferentes lugares del África subsahariana, los investigadores han encontró el mismo gen de resistencia en varias bacterias diferentes. "Interpretamos que podemos estar bastante cerca de un punto crítico de transmisión de genes de una a otra bacteria a una tercera bacteria. Es por eso que estamos viendo el gen en tantos contextos diferentes en dicha zona", explica Patrick Munk.

Muchas de las transmisiones más sorprendentes parecen ocurrir en el África subsahariana.donde los programas para monitorear la resistencia están menos desarrollados, lo que significa que hay muy pocos datos sobre este tipo de situaciones.

"Corremos el riesgo de pasar por alto tendencias importantes porque no tenemos datos", sugiere, "teniendo en cuenta que datos sólidos es precisamente lo que se necesita para desarrollar estrategias efectivas para combatir la resistencia", añade.

"En este momento, tenemos un gran conocimiento sobre cómo se comporta la resistencia en Occidente y, en base a ese conocimiento, planeamos cómo combatir la resistencia. Ahora resulta que si observamos algunas ubicaciones nuevas, los genes de resistencia pueden comportarse de manera muy diferente, presumiblemente porque tienen condiciones de transmisión más favorables. Por lo tanto, la forma en que combate la resistencia también debe ajustarse y adaptarse a las condiciones locales", concluye Munk.