El acto de inauguración del 43º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna, que comenzó este miércoles y terminará el viernes, fue a última hora de la tarde. José María Fernández Rodríguez, presidente ejecutivo de la Comisión Organizadora y Científica, destacó el contenido científico de este evento. "La Medicina Interna requiere una continua actualización", afirmó. La Covid-19 supuso una prueba y un desafío a la hora de llevar a cabo un abordaje integral. Cada vez, son más frecuentes los pacientes pluripatológicos, por tanto, complejos. "Quisiera que, tras el congreso, sintáis el orgullo de ser internistas. Presumid de lo que hacéis, que todo el mundo sepa qué es la Medicina Interna", propuso.

Jesús Díez Manglano, presidente de la SEMI, se mostró de acuerdo en que, durante dos años, hubo una fuerte carga de trabajo y siguen con la sobrecarga. "Los internistas respondimos con orgullo ante la necesidad que planteó la pandemia. Pero, después de dos años de intenso trabajo, estamos agotados", expresó. Apeló a la sociedad y a los políticos para "repensar" la Sanitaria. Se refirió a la sobrecarga de trabajo, como se ve en la Atención Primaria, y la falta de profesionales. Destacó que siempre los internistas han estado ante las emergencias, pero que hay que adaptar nuestra Sanidad a las necesidades crecientes de una población cada vez más envejecida. Recalcó que ellos, como internistas, su lema es que "no hay nada ajeno a la enfermedad" y por ello se precisa una "visión global". En el congreso se aborda todo aquello que pueda servir para mejorar la salud de la población.

Ana González Rodríguez, alcaldesa de Gijón, agradeció que el congreso se celebre en dicha ciudad. "Para Gijón es importante que vengáis profesionales a hacer un esfuerzo de formación continua. Hoy, uno de los objetivos de las ciudades es la desestacionalización de los visitantes. Cualquier tiempo es bueno para venir a una tierra acogedora, abrazadora y que aprecia el legado de estos congresos, aprendiendo de las distintas ramas de un ámbito tan importante como el de la salud", declaró. Pensó que la Medicina Interna es de las remas más complejas, como la gestora de la enfermedad, del caso, junto a la Atención Primaria. Sopesó que la Medicina Interna se presenta como un punto de unión, desde una perspectiva integral. Se mostró de acuerdo con que es el momento de repensar la Sanidad, porque el mundo ha cambiado.

Dio la bienvenida a los presentes Adrián Barbón Rodríguez, presidente del Principado de Asturias. Personificó el éxito del congreso en la figura de los organizadores. Y destacó el trabajo que hacen los médicos internistas. Defendió el sistema público de Salud. Hizo una clara defensa de la Medicina Interna. "Casi el 20% de las altas de los hospitales procede de la Medicina Interna", indicó. En la pandemia, el 70% de las personas que necesitó hospitalización fue atendido por internistas. Se preguntó cómo es posible que una especialidad tan importante como ésta sea tan desconocida. Su conclusión fue que "necesitamos más internistas y esta demanda aumentará más". Su compromiso como presidente es apoyar con recursos, pero argumentó que hay que plantearlo a nivel nacional. Sostuvo que la perspectiva holística que aportan los internistas no puede perderse. Aseguró que las partidas para Sanidad crecerán en los presupuestos. Rogó al Ministerio de Sanidad que sea preciso en la homologación de los cálculos de las listas de espera. Defendió que Asturias es de las primeras que pone el reloj en marcha. Añadió que Asturias pugnará por tener la sede de la Agencia Estatal de Salud Pública. Le acompañó Pablo I. Fernández Muñiz, consejero de Sanidad del Principado de Asturias. Un grupo de gaiteros interpretó el himno de Asturias.

Después, la protagonista de la conferencia inaugural, presentada por José Ma Fernández Rodríguez, del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid, y presidente del Comité Ejecutivo del Comité Científico y Organizador, fue Ángeles Caso, historiadora especializada en Historia de Género y escritora. Versó sobre las mujeres y la práctica de la medicina. Una revisión histórica. Se remontó a cuando Lady Mary Wortley Montagu introdujo la cura de la viruela en Occidente, traída desde Constantinopla y convenció a la princesa Carolina de Gales de las bondades de lo que ella llamaba injerto. Caso pidió abrir la mente y destacó el papel de la mujer en la medicina. La idea del hombre cazador de mamuts prehistórico está descartada.

Hay pruebas de que ya hace 5.000 años había mujeres ejerciendo la Medicina. "En Grecia, la mitología griega, recoge el recuerdo de esa actividad médica femenina antiquísima", comentó. La sociedad griega prohibió que las mujeres estudiaran Medicina, pero no lo consiguió. Hubo una mujer que se disfrazó de hombre para ello y ejerció una medicina dirigida a mujeres. Puso muchos más ejemplos del papel de las mujeres en la medicina a lo largo de los siglos. Hasta casi finales de la Edad Media, las mujeres en la práctica de la medicina está muy bien documentada. Las damas de la Corte de Aragón eran atendidas por médicas judías. De las universidades, fueron sacadas las mujeres, por el control de las iglesias, hasta el siglo XX. Las monjas sacadas de la enseñanza se conformaron con ser enfermeras y las laicas se convirtieron en hechiceras y curanderas. Y algunas fueron perseguidas por la inquisición europea. Fueron las universidades las que alejaron a las mujeres de la práctica de la medicin