Danuta Wasserman no pudo estar presencialmente este sábado en el XXV Congreso Nacional de Psiquiatría, pero allí se visionó su ponencia sobre Salud mental y Suicidio durante la Covid-19 y estrategias de prevención del suicidio. La presentó Leticia González Blanco.

Wasserman apuntó que la Covid-19 ha conllevado, aparte de lo sanitario, implicaciones socioeconómicas, pero también, debido a lo mental, un impacto de la ansiedad, el estrés, problemas de sueño, tristeza, sensación de impotencia, depresión y trastornos de estrés postraumático. Incluso, comportamientos agresivos.

Se han dado muchos estudios observacionales, que, aunque tienen menos valor científico, sí son muy importantes desde la patología clínica. No obstante, se han encontrado "muchos fracasos de cohortes y muchas revisiones sistemáticas y meta-análisis". La mayoría de los resultados investigados fueron depresión, ansiedad, estrés y problemas de sueño en la población general. Según una revisión publicada en The Lancet en 2021 sobre la prevalencia global y el objetivo de la depresión y la ansiedad, los trastornos en 204 países y territorios muestran una mayor prevalencia de los trastornos depresivos mayores. Mencionó 32 millones de casos adicionales de mayor trastorno depresivo y 76 millones de casos de trastornos de ansiedad a nivel mundial. Hay una carga de enfermedad por depresión y ansiedad.

Así, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó en un 25%. Igualmente, se incrementaron los principales factores de riesgo para peores resultados de Salud mental. No se distribuye uniformemente en todo el mundo. En el caso de los trabajadores de la Salud que estuvieron expuestos a la pandemia de la Covid-19, alrededor del 22% tenía problemas para dormir. 42%, síntomas de ansiedad. 40%, con estrés agudo. 33%, síntomas depresivos. 32%, síntomas postraumáticos. La prevalencia de los síntomas de Salud mental es mayor entre los trabajadores de la salud en comparación con la población general. Y, "por supuesto, el empeoramiento de la demencia se ha intensificado". Los trabajadores progresan a medida que avanza la pandemia, lo que "exige actividades especiales en materia de prevención".

Ofreció algunos datos básicos de la pandemia de la Covid-19. Cifró en 700.000 muertes por suicidio en todo el mundo. El suicidio, a nivel global, se ha incrementado desde el año 2000. "El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte entre los jóvenes y adolescentes de 15 a 29 años", informó. Por cada suicidio, aproximadamente 20 personas intentan suicidarse. La tasa global de suicidios estandarizada es de nueve por 100.000.

Comentó un artículo publicado en 2021 en The Lancet Psychiatry que comprobó que, en 21 países de ingresos altos y medios altos del mundo, las cifras de suicidios se han mantenido prácticamente sin cambios.

Otros informes mostraron que, durante la pandemia, el uso de alcohol y drogas disminuyó en muchos países, que estaban más cohesionados. Aumentó la conciencia común sobre las vidas saludables y el cumplimiento de las mismas. Por ejemplo, con la práctica de actividades físicas. Alegó que se dieron consejos sobre el sueño y sobre otros comportamientos de salud. "Sabemos que la prevención y el tratamiento de la conducta suicida se puede realizar desde los enfoques de cara al público, la perspectiva o la perspectiva asistencial", determinó. De los antidepresivos que son psicóticos, afirmó que son medicamentos preventivos muy potentes para la prevención del suicidio. A su parecer, se necesita combinar antidepresivos con psicoterapia.

Hizo hincapié en que la red de seguridad de respuesta a la crisis es extremadamente importante para prestar atención a las señales de advertencia, para fortalecer las estrategias de afrontamiento y fortalecer fuentes de apoyo. Hay miembros del personal y colegas hicieron una revisión.

Respecto a las intervenciones digitales, sostuvo que "los pacientes psiquiátricos a menudo pueden ser tratados como personas en medios digitales". Hay, eso sí, una fuerza reducida. "Muchos países están tratando de implementar, en sus sistemas nacionales, atención médica y ahora cuentan con salud digital moderna para el seguimiento. Es, por supuesto, más barato para los pacientes, no para los profesionales, que trabajan más", matizó. Lo malo es que faltan capacidades tecnológicas para personas mayores o con enfermedades mentales graves.

La mayor parte de los suicidios tiene relación con patologías mentales. Diferentes factores se asocian a la conducta suicida. Por ello, en el XXV Congreso Nacional de Psiquiatría también se trataron en este sábado los Avances en las aproximaciones genómicas y epigenómicas de la conducta suicida: de las tentativas al suicidio completo, con la moderación de Antoni Benabarre Hernández.

Marina Mitjans Niubó presentó un estudio sobre suicidio completo y carga poligénica para trastornos mentales. Recordó que el suicidio es la causa número 12 de muerte a nivel mundial. Sólo una de cada tres personas que mueren por suicidio tiene más de 50 años. El 40% de las personas que muere por suicidio ha presentado una tentativa previa. El riesgo de suicidio consumado se incrementa durante el primer año. Hay una etiología compleja en el suicidio. Hay unos factores genéticos. Hay una heredabilidad importante de desórdenes psiquiátricos. La adversidad en la infancia es un factor de riesgo. Nuevas aproximaciones aportan mucho sobre la arquitectura genética. En cuanto al comportamiento suicida, se han podido organizar estudios internacionales. Hay carga poligénica. Comprobaron que había un incremento significativo de la carga poligénica en esquizofrenia y trastorno bipolar. Se hicieron análisis del incremento del riesgo, se ordeno a los individuos de acuerdo con su carga poligénica.

Sergi Papiol Miró habló del riesgo poligénico, rasgos de personalidad y conducta suicida en pacientes con trastorno mental: resultados del análisis de las cohortes ConLiGen (Consortium of Lithium Genetics), PsyCourse y FOR2107. Muchos rasgos humanos son muy complejos, no sólo las enfermedades mentales, con una base genética. La esquizofrenia y la bipolaridad podrían influir en los comportamientos suicidas.