Las preocupaciones sobre los efectos de la pandemia se han centrado sobre todo en los grupos sociales más directamente afectados, como las personas mayores y los profesionales sanitarios. Sin embargo, se ha prestado menos atención a la comprensión de los efectos de la pandemia en colectivos como el infantil.

Si bien la salud física de los niños parece verse menos afectada que la de la población adulta, es probable que su salud mental, aprendizaje y bienestar se hayan visto significativamente perjudicados durante la pandemia debido a las diversas restricciones sufridas y a la reducción de movilidad e interacción social.

Un artículo publicado en la revista Sociology of Health & Illness, elaborado por investigadores del Grupo de Investigación en Desigualdades en Salud, Employment Conditions Network (GREDS-EMCONET) del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF, la Facultad de Ciencias Sociales de Manresa (Universidad de Vic-Universidad Central de Catalunya) y el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) aporta un análisis interseccional sobre el impacto de la Covid-19 en los niños.

"Este enfoque ayudará no sólo a analizar y evaluar de forma más apropiada el impacto de la pandemia, sino también al desarrollo de estrategias de mitigación más efectivas y equitativas, y a estar mejor preparados para futuras pandemias"

El estudio presenta un marco conceptual que considera los múltiples ejes de desigualdad (clase social, género, etnia, situación migratoria, lugar de residencia, etc.) y de las relaciones de poder existentes para comprender mejor los determinantes sociales de la crisis de la Covid-19 que influyen de manera desigual en la salud y el bienestar de los niños. Según los investigadores, "este enfoque ayudará no sólo a analizar y evaluar de forma más apropiada el impacto de la pandemia, sino también al desarrollo de estrategias de mitigación más efectivas y equitativas, y a estar mejor preparados para futuras pandemias."

Un enfoque interseccional que permita reducir las desigualdades

En su estudio, los autores aplican un enfoque dinámico interseccional, para garantizar un análisis más profundo y completo del impacto a corto, medio y largo plazo de la crisis multidimensional de la Covid-19 en la salud y el bienestar de los niños, que es fundamental para condicionar y moldear las oportunidades de este colectivo en un contexto determinado.

Los autores consideran que existen determinantes estructurales (contexto socioeconómico y político y ejes de desigualdad, como las circunstancias socioeconómicas, la degradación ambiental o el género) que operan a través de determinantes intermediarios (circunstancias familiares y del hogar, colegios y guarderías, entorno social y barrio, medios y recursos digitales).

Por lo tanto, según los investigadores, en el diseño e implementación de medidas sanitarias para enfrentar la actual pandemia de Covid-19 (y posibles pandemias y crisis futuras), es imprescindible considerar los diferentes determinantes sociales de la salud y la interseccionalidad entre ellos. Este enfoque permitirá emprender acciones equitativas para mitigar o frenar las desigualdades sociales en salud que ya existen actualmente, con el fin de abordar también las que afectan a los niños, especialmente a los que sufren discriminaciones raciales o de género.

"Adoptar esta perspectiva requiere un trabajo transdisciplinario coordinado y real entre diferentes áreas como la salud, los servicios sociales, la vivienda, la educación y el urbanismo, entre otros", concluyen los autores.