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La pérdida auditiva es cada vez más prematura, alertan los otorrinos

Los especialistas están detectando casos graves en personas de entre 40 o 50 años, cuando lo habitual era que apareciesen a los 70 u 80, y la principal causa es la exposición prolongada y frecuente a volúmenes excesivamente altos, sobre todo entre jóvenes que viven en grandes ciudades.

13/10/2022

La hipoacusia o pérdida auditiva es uno de los principales caballos de batalla que tienen que combatir los otorrinos españoles en la actualidad. Así ha quedado de manifiesto este jueves en el inicio del 73º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello ...

La hipoacusia o pérdida auditiva es uno de los principales caballos de batalla que tienen que combatir los otorrinos españoles en la actualidad. Así ha quedado de manifiesto este jueves en el inicio del 73º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), que se celebra hasta el sábado en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria.

Según la sociedad científica, tres de cada cuatro habitantes de grandes ciudades padecen algún grado de pérdida auditiva causada por exposición a sonidos de alta intensidad y, lo que aún es peor, una de cada diez personas acabará siendo sorda dentro de 30 años si no se modifican los factores de riesgo.

El perfil de paciente está cambiando y preocupa a los otorrinos: "cada vez hacemos las audiometrías antes, con 40 o 50 años, cuando lo que les tocaría es tenerlas con 70 u 80 años, y aunque por distintas causas, se debe fundamentalmente al ruido", ha señalado Luis Lassaletta Atienza, presidente de la Comisión de Otología en SEORL-CCC, durante un encuentro con medios.

El doctor ha insistido en que "la edad es fundamental" en el futuro de su audición, que va a depender de la edad, "pero sobre todo de cómo mime sus oídos a lo largo de estos años", ha recordado. Por eso, hábitos como llevar una buena alimentación o evitar el consumo de medicamentos tóxicos para el oído son algunas de las claves que ha ofrecido. Por encima de todas, "evitar exponer los oídos al ruido", haciendo referencia a la regla 60-60 en el uso de auriculares. Es decir, usarlos "a no más del 60% de la intensidad ni más de 60 minutos al día". Solo en Canarias, hay 55.000 personas con sordera, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Asistencia masiva al congreso

Con la asistencia confirmada de más de 1.500 personas, este congreso "representa el primero presencial" después de tres años, ha celebrado Ángel Ramos Macías, presidente del 73 Congreso SEORL-CCC. El programa científico, compuesto por cientos de simposios, talleres y conferencias, dedicará una parte muy importante a la sordera, sobre todo entre jóvenes, en línea con lo expuesto por Lassaletta.

Porque sobre la sordera infantil, ha explicado Ramos, se conocen frecuencias y tratamientos, lo que lleva a que cada vez haya "menos niños sordos en el mundo". A cambio, se han "despreocupado" de la hipoacusia que afecta a la edad adulta. Esta afecta de diversas maneras a las personas mayores, pero sobre todo deriva en un aumento de la sensación de fragilidad, "uno de los factores más importantes de deterioro cognitivo en el ser humano", ha precisado.

Los tratamientos cumplen un papel clave en frenar esa situación. Ramos ha mencionado tres niveles: en el no invasivo está el uso de audífonos; con sordera de carácter severo o muy profundo, aparecen los implantes cocleares, de los que ha elogiado la "eficacia altísima en la población y con resultados extraordinarios que permiten recuperar audición en cualquier edad". El último nivel sería la realización de implantes de tronco cerebral.

Nuevas terapias esperanzadoras

En este sentido, Lassaletta se ha detenido en la particularidad de los tratamientos destinados a paliar las patologías asociadas al oído, ya que una vez se pierden las células de este órgano, no se pueden "restablecer". Por eso, todos los que hay disponibles en la actualidad son de carácter "paliativo, aprovechando las pocas células que quedan". O bien optar por la alternativa de los implantes mediante un baipás de la cóclea, para estimular el nervio auditivo.

Si bien esa es la imagen de la práctica clínica actual, el otorrino ha destacado cómo hay nuevos tratamientos todavía en fase experimental que se centran en el uso de células madre que puedan hacer las veces de células ciliadas (encargadas de la detección del sonido en el oído interno y externo) o células del oído.

"De momento lo más que se ha conseguido es diferenciarse en neuronas, que sería lo equivalente a que el nervio auditivo (lo que hay que estimular con el implante) funcione mejor porque tiene más células. Pero de momento la terapia con células madre, que sería la ideal para regenerar células ciliadas, creo que estamos lejos, de momento, de conseguirla", ha reconocido.

Los efectos de la COVID

Aunque aún por determinar de manera clara, la COVID también ha dejado secuelas en oído y olfato, reconocen los expertos. En cuanto a este segundo, Ramos ha comentado que se ha reflejado en una mayor incidencia de problemas olfatorios. "Tanto de ausencia de olfato, como lo que a veces es peor, las alteraciones en la olfacción (oler distinto al olor real de una cosa)", ha indicado. Es, de hecho, "uno de los factores más importantes de análisis en los grupos de trabajo pospandémicos en todas las secuelas del COVID".

Para Lassaletta, en lo que atañe al oído, que la COVID persistente tiene secuelas en la audición es un hecho con una "difícil relación causa-efecto", y ha ejemplificado que pacientes que han pasado la infección por SARS-CoV-2 han presentado acúfenos posteriormente.

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