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Los MIR, el Benchmarking y la calidad desde una perspectiva holística en Hematología y Hemoterapia

Los retos en el plano formativo se suman a las nuevas estrategias en la gestión. Formación y liderazgo han de ser, indiscutiblemente, de calidad, y eso ha quedado reflejado en tres ejemplos durante los congresos de SEHH y SETH en Barcelona.

08/10/2022

El LXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y XXXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) ha abordado, más allá de las cuestiones puramente científicas, también una dimensión más relacionada con aspectos complementarios a las especialidades de hematología y hemoterapia: ...

El LXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y XXXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) ha abordado, más allá de las cuestiones puramente científicas, también una dimensión más relacionada con aspectos complementarios a las especialidades de hematología y hemoterapia: la formación, la gestión y la calidad.

Bajo la coordinación de una mesa compuesta por Inmaculada Heras Hernando, Hospital General Universitario Morales Meseguer, Murcia, y Christelle Ferrà, Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, Badalona, Barcelona, `De la formación a la práctica clínica: gestión, calidad y aspectos docentes´ ha sido el nombre del panel que se ha celebrado en el mediodía de este viernes en el Palacio de Congresos-Fira de Barcelona.

Los rumbos de la formación MIR en Hematología

Los médicos internos residentes (MIR) en Hematología afrontan un contexto complicado: hay más estudiantes de Medicina interesados en la especialidad, pero los cambios en la formación no van al mismo ritmo que el que llevan las investigaciones, como el desarrollo de la terapia con células CAR-T.

La adquisición de competencias por parte del tutor del MIR es solo una de las piezas del puzle, según Lourdes Vázquez López, del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. "Una formación sanitaria especializada centrada en residente y paciente dará resultados en todas las áreas sanitarias y en los pacientes", ha explicado.

Otra cuestión que cambiar es la duración de la residencia: actualmente está en tres años, aunque parece que puede estar cerca de cambiar esta situación, ya que una revisión el pasado 25 de enero de este año planteaba "ampliar el programa hasta los cinco años", hecho que Vázquez ve más lógico y acorde con los estándares que se quieren conseguir para los futuros hematólogos.

Además, esta revisión plantea otros cambios como que en hematología clínica no sean necesarios solo dos trasplantes, sino que los residentes tengan posibilidad de abordar diversas tareas de la práctica clínica diaria como principios básicos del diagnóstico y tratamiento del paciente con enfermedad del sistema hematopoyético durante tres meses; patologías no neoplásicas (3 meses); neoplasias mieloides, linfoides y de células plasmáticas durante un periodo de cinco meses; patologías neoplásicas y sus estrategias terapéuticas, complicaciones infecciosas y urgencias por otros cinco meses, y trasplantes de progenitores hematopoyéticos y terapia celular y génica, también durante cinco meses.

Además, se modificarían los tiempos para internos en citomorfología y biología hematológica (de 13 a 10 meses); en hemostasia y trombosis (pasando de 4 a 6 meses), y en banco de sangre (de 5 a 7 meses).

Y, por último, se modificaría "fundamentalmente" la manera de evaluar a los residentes. Pasaría a realizarse mediante exámenes escritos tipo test; basándose en la observación directa; en registros para saber si el residente cumple las competencias exigidas; y en el porfolio que ha de ir elaborando el MIR para cuantificar las actividades realizadas durante todo el programa de cinco años.

La importancia del Benchmarking

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En el plano de la gestión, Carlos Solano Vercet, del Hospital Clínico Universitario de Valencia, ha destacado el Benchmarking como proceso que facilita la comparación de los resultados del rendimiento clínico del TPH y/o TC de distintos centros frente a un patrón externo. De tal manera que, por ejemplo, se toma como referencia para la acreditación JACIE que regula la implantación del sistema de calidad "con más de 200 estándares a cumplir", ha añadido Solano.

Y es que los centros que cuentan con esta acreditación "mejoran los resultados clínicos de los pacientes", ha asegurado. Debido a que se implantan controles de calidad a todos los niveles (enfermería y hematólogos, en este caso) se consigue garantizar buenos resultados en la práctica clínica. De hecho, en Europa se impulsa un proyecto de Benchmarking en el que participan, entre otros países, España.

Los datos que se toman en cuenta, si bien son confidenciales, obedecen a una gran cantidad de variables, métodos estadísticos y gráficos.

La experiencia del IMIB

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Con 31 años de experiencia, la doctora M.ª Luisa Lozano Almela, del Hospital General Universitario Morales Meseguer y el Centro Regional de Hemodonación de Murcia ha dedicado la última parte de este simposio a relatar la propia experiencia llevada a cabo en la unidad de Hematología y Hemoterapia de la que forma parte.

En primer lugar, lo ha descrito como un servicio asistencial "centrado en el paciente y multidisciplinar" cuyo trabajo en laboratorio tiene como objetivo "responder a las necesidades de los pacientes" que tiene traslación clínica; además de integrar a tres instituciones sanitarias "con vinculación universitaria". Eso permite que tengan acceso a ensayos clínicos, lo que conforma un servicio heterogéneo "pero basado en el diálogo continuo" basado en la "calidad" de los criterios.

Como prueba, en línea con lo mencionado por Solano, Lozano ha recordado que su unidad cuenta con cuatro acreditaciones JAICE, y que van camino de obtener la quinta. A su vez, los exigentes estándares redundan en "impactos positivos" para el paciente, mediante el uso de medicina personalizada; tratamientos personalizados en el caso, por ejemplo, de las deficiencias antitrombinas.

Además, el Instituto Murciano De Investigación Biosanitaria (IMIB) forma parte de los institutos de investigación biomédica del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). De ahí que se apueste por las carreras investigadoras, en dos vertientes: la ceñida a la salud, con incorporación al Sistema Nacional de Salud (SNS), y la no sanitaria.

Por último, el aspecto formativo persigue formar a futuros docentes, ante la alarmante situación de las carreras de Medicina, con un horizonte cortoplacista en el que se teme que no haya suficientes profesores en todo el cuerpo docente. Esto hará que los residentes colaboren en la docencia de los estudiantes. "La mejor forma de aprender es enseñando", ha zanjado Lozano.

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