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La apnea obstructiva del sueño se relaciona con un mayor riesgo de cáncer y de coágulos sanguíneos y con una disminución de la capacidad de procesamiento mental 

Las personas que sufren apnea obstructiva del sueño (AOS) tienen un mayor riesgo de padecer cáncer. Esta mañana se han presentado tres estudios relacionados con el tema en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS), celebrado en Barcelona. Los tres resúmenes se han tratado en la sesión ´Consecuencias y tratamiento de la apnea obstructiva del sueño´.

05/09/2022

Las personas que sufren apnea obstructiva del sueño (AOS) tienen un mayor riesgo de padecer cáncer, según el estudio ´Cancer prevalence is increased in obstructive sleep apnea´. Dicha invetsigación ha sido presentada este lunes en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) celebrado en Barcelona. Asimismo, un segundo estudio ...

Las personas que sufren apnea obstructiva del sueño (AOS) tienen un mayor riesgo de padecer cáncer, según el estudio ´Cancer prevalence is increased in obstructive sleep apnea´. Dicha invetsigación ha sido presentada este lunes en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) celebrado en Barcelona.

Asimismo, un segundo estudio ha demostrado que la AOS también estaba vinculada a una disminución de la capacidad de procesamiento en las personas mayores; en particular, las personas de 74 años o más y los hombres mostraron una disminución más pronunciada en determinadas pruebas cognitivas. Un tercer estudio ha revelado que los pacientes con AOS más grave corren un mayor riesgo de desarrollar coágulos de sangre en las venas, una afección potencialmente mortal.

La AOS es un trastorno del sueño común por el que las personas experimentan una obstrucción parcial o total de sus vías respiratorias durante el sueño y dejan de respirar varias veces por noche. Esto puede manifestarse en forma de ronquidos fuertes, jadeos, asfixia y somnolencia diurna. Se cree que afecta al menos al 7-13% de la población. Las personas con sobrepeso u obesidad, con diabetes o que fuman o consumen grandes cantidades de alcohol son las que más riesgo tienen de padecer AOS.

Andreas Palm, doctor, investigador y consultor principal de la Universidad de Uppsala, que ha presentado el primer estudio, ha explicado: "Ya se sabe que los pacientes con apnea obstructiva del sueño tienen un mayor riesgo de padecer cáncer, pero no ha quedado claro si esto se debe a la propia AOS o a factores de riesgo relacionados con el cáncer, como la obesidad, las enfermedades cardiometabólicas y los factores relacionados con el estilo de vida. Nuestros resultados demuestran que la falta de oxígeno debida a la AOS se asocia de forma independiente con el cáncer".

Palm y sus compañeros de investigacion analizaron los datos de 62.811 pacientes cinco años antes del inicio del tratamiento de la AOS en Suecia. Entre julio de 2010 y marzo de 2018, los pacientes fueron tratados con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que proporciona una presión positiva de aire a través de una máscara para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño. Los investigadores vincularon estos datos con los del Registro Nacional de Cáncer de Suecia y los datos socioeconómicos de Estadísticas de Suecia.

Los investigadores tuvieron en cuenta factores que podrían afectar a los resultados, como el tamaño del cuerpo, otros problemas de salud y la situación socioeconómica. Emparejaron a 2.093 pacientes con AOS y un diagnóstico de cáncer hasta cinco años antes del diagnóstico de AOS con un grupo de control de 2.093 pacientes con AOS pero sin cáncer. Midieron la gravedad de la AOS con el índice de apnea e hipopnea (IAH), que mide el número de alteraciones respiratorias durante el sueño, o el índice de desaturación de oxígeno (IDO), que mide cuántas veces por hora los niveles de oxígeno en la sangre descienden al menos un 3% durante diez segundos o más.

"Descubrimos que los pacientes con cáncer tenían una AOS ligeramente más grave, medida por un índice de apnea hipopnea medio de 32 frente a 30, y un índice de desaturación de oxígeno de 28 frente a 26", ha señalado. Y ha añadido: "En el análisis posterior de los subgrupos, el IDO fue mayor en los pacientes con cáncer de pulmón (38 frente a 27), cáncer de próstata (28 frente a 24) y melanoma maligno (32 frente a 25)".

"Los resultados de este estudio ponen de manifiesto la necesidad de considerar la apnea del sueño no tratada como un factor de riesgo de cáncer y de que los médicos sean conscientes de la posibilidad de padecer cáncer cuando traten a pacientes con AOS. Sin embargo, los resultados de nuestro estudio no justifican ni recomiendan ampliar el cribado del cáncer a todos los pacientes con AOS", ha concluído. En realidad, el estudio sólo analizó los datos de un punto en el tiempo y no puede demostrar que la AOS causa el cáncer, sólo que está asociada a él. Algunos factores importantes del estilo de vida, como la actividad física y las preferencias alimentarias, no se recogieron de forma individual en el estudio. El principal punto fuerte del estudio es su gran tamaño y la alta calidad de los datos sobre el diagnóstico de cáncer y la AOS.

Con respecto al futuro, Palm y sus compañeros de investigación planean aumentar el número de pacientes y hacer un seguimiento de los mismos a lo largo del tiempo para estudiar las posibles influencias del tratamiento con CPAP en la incidencia y la supervivencia del cáncer. "La relación entre el SAOS y el cáncer está menos establecida que la que existe con las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, la resistencia a la insulina, la diabetes y la enfermedad del hígado graso", ha recordado. "Por lo tanto, se necesita más investigación, y esperamos que nuestro estudio anime a otros investigadores a investigar este importante tema", ha incidido.

En una segunda presentación, ´Obstructive sleep apnea and cognitive decline in the elderly population: the HypnoLaus study´, el profesor Raphaël Heinzer, director del Centro de Investigación del Sueño (CIRS) de la Universidad de Lausana, ha explicado en el congreso que el estudio realizado por su compañero, Nicola Marchi, mostraba que la AOS estaba relacionada con una mayor disminución de la capacidad de procesamiento mental durante un periodo de cinco años.

EHeinzer y Marchi, entre otros, han estudiado a personas de 65 años o más de la población general de Lausana que fueron reclutadas para los estudios CoLaus/PsyCoLaus e HypnoLaus entre 2003 y 2008, y que fueron objeto de seguimiento cada cinco años. Un total de 358 participantes se sometieron a una prueba de sueño para examinar la presencia y la gravedad de la AOS cuando se incorporaron a los estudios. Durante el primer seguimiento, entre 2009 y 2013, también se evaluaron sus capacidades de procesamiento mental y se realizó otra evaluación cognitiva durante el segundo seguimiento, cinco años después.

Las pruebas cognitivas evaluaron la función cognitiva global (conocimientos y capacidad de razonamiento), la velocidad de procesamiento (tiempo que se tarda en comprender y reaccionar ante la información), la función ejecutiva (capacidad de organizar pensamientos y actividades, priorizar tareas y tomar decisiones), la memoria verbal, el lenguaje y la percepción visual de las relaciones espaciales entre objetos (función visoespacial).

En su intervención durante el congreso de este lunes, Marchi ha señalado: "Descubrimos que la AOS y, en particular, los bajos niveles de oxígeno durante el sueño debidos a la AOS, se asociaban a un mayor deterioro de la función cognitiva global, la velocidad de procesamiento, la función ejecutiva y la memoria verbal. También descubrimos que las personas de 74 años o más y los hombres presentaban un mayor riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la apnea del sueño en algunas pruebas cognitivas específicas". Por ejemplo, la prueba de Stroop, que mide la velocidad de procesamiento y la función ejecutiva, mostró un declive más pronunciado en las personas de 74 años o más en comparación con los participantes más jóvenes, y la prueba de fluidez verbal mostró un declive más pronunciado sólo en los hombres, pero no en las mujeres.

Por otro lado, "este estudio demuestra que la gravedad de la apnea del sueño y la privación nocturna de oxígeno contribuyen al deterioro cognitivo en la vejez. También muestra que la apnea del sueño está relacionada con un declive de funciones cognitivas específicas, como la velocidad de procesamiento, la función ejecutiva y la memoria verbal, pero no con un declive de todas las funciones cognitivas; por ejemplo, el lenguaje y la función visoespacial no se vieron afectados", ha recordado el doctor Marchi.

"Las personas con AOS y los médicos deberían ser conscientes de que la AOS puede desempeñar un papel en el deterioro cognitivo. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha demostrado claramente que el tratamiento de la AOS con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) prevenga el deterioro cognitivo. Nuestro estudio sugiere que probablemente no todos los pacientes con AOS tienen el mismo riesgo de deterioro cognitivo; es probable que haya un subgrupo de pacientes, en particular los que tienen una mayor privación nocturna de oxígeno, pero también los pacientes de más edad y los hombres, que podrían tener un mayor riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la AOS", ha señalado también Marchi.

Los investigadores tienen previsto analizar los datos sobre el impacto de la AOS al cabo de diez años para saber más sobre quiénes corren más riesgo de sufrir un deterioro cognitivo relacionado con la AOS. El doctor Marchi sugiere que el siguiente paso sería realizar un ensayo controlado aleatorio con estos pacientes para investigar el efecto de la CPAP en la cognición.

Los puntos fuertes del estudio son que se realizó un seguimiento de las personas durante un periodo de cinco años, que la evaluación de la AOS se llevó a cabo con la prueba de polisomnografía "de referencia" y que se utilizaron varias pruebas para evaluar una serie de procesos cognitivos. Las limitaciones incluyen que los participantes estaban relativamente sanos, sin deterioro cognitivo grave ni demencia, y que la AOS se evaluó sólo al principio del estudio.

Un tercer estudio,´Sleep apnea and incident unprovoked venous thromboembolism: Data from the French Pays de la Loire Sleep Cohort´, presentado por el profesor Wojciech Trzepizur, del Hospital Universitario de Angers, ha demostrado que los pacientes con AOS más grave, medido por el IAH y los marcadores de privación nocturna de oxígeno, tenían más probabilidades de desarrollar tromboembolismo venoso (TEV). De los 7.355 pacientes seguidos durante más de seis años, 104 desarrollaron TEV.

"Este es el primer estudio que investiga la asociación entre la apnea obstructiva del sueño y la incidencia de tromboembolismos venosos no provocados. Descubrimos que quienes pasaban más del 6% de su tiempo nocturno con niveles de oxígeno en sangre inferiores al 90% de lo normal tenían un riesgo casi dos veces mayor de desarrollar TEV en comparación con los pacientes sin privación de oxígeno", dijo el profesor Trzepizur. "Se necesitan más estudios para ver si un tratamiento adecuado de la AOS, por ejemplo con un tratamiento de CPAP, podría reducir el riesgo de TEV en pacientes con una marcada privación nocturna de oxígeno". En este sentido, cabe señalar que una "ETV provocada" es la que se produce tras un factor de riesgo importante de ETV, como un cáncer en curso y una hospitalización reciente por cirugía. Se considera que una TEV es "no provocada" cuando no se identifica ningún factor de riesgo importante.

El profesor Winfried Randerath, del Hospital Bethanien de la Universidad de Colonia , dirige el grupo de especialistas en trastornos respiratorios del sueño de la ERS y no participó en los tres estudios. Según él, "estos tres estudios muestran asociaciones preocupantes entre la apnea obstructiva del sueño y enfermedades importantes que afectan a la supervivencia y la calidad de vida. Los datos respaldan la relevancia de la apnea del sueño en el cáncer, los tromboembolismos venosos y la salud mental. Aunque no pueden demostrar que la AOS sea la causa de ninguno de estos problemas de salud, hay que concienciar a las personas de estos vínculos y tratar de hacer cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de padecer AOS, por ejemplo, manteniendo un peso saludable. Sin embargo, si se sospecha de AOS, debe iniciarse un diagnóstico y un tratamiento definitivos. Esperamos que nuevas investigaciones ayuden a aclarar si la AOS puede ser la causa de algunos de los problemas de salud observados en estos estudios".

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