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El personal dedicado a la atención obstétrica ha de estar capacitado para asegurar buenos resultados perinatales

Talleres visuales como el celebrado en el marco del XXVIII Congreso Nacional de la SEMG dedicado a “Emergencias obstétricas extrahospitalarias”, son necesarios para actualizar conocimientos en materias que, aunque no forman parte de la actividad habitual, sí conviene mantener al día.

12/06/2022

En dicho taller, impartido por las matronas Mª Soledad García Atalaya y Ascensión Galán Barrio, del EOXI de Lugo, del Servicio Gallego de Salud, se recordó que as emergencias obstétricas representan la principal causa de morbimortalidad materna en el mundo. Se presenta con relativa frecuencia. "Muchos de estos eventos obstétricos ...

En dicho taller, impartido por las matronas Mª Soledad García Atalaya y Ascensión Galán Barrio, del EOXI de Lugo, del Servicio Gallego de Salud, se recordó que as emergencias obstétricas representan la principal causa de morbimortalidad materna en el mundo. Se presenta con relativa frecuencia. "Muchos de estos eventos obstétricos han ido mal por problemas de trabajo en equipo en situaciones de crisis", señaló García Atalaya. "Los profesionales sanitarios han de tener en cuenta que las emergencias obstétricas si bien son poco frecuentes pueden suponer un grave riesgo para la salud maternal y neonatal".

La supervivencia materno-neonatal tras una emergencia obstétrica va a depender de una serie de factores, según describió, "como la identificación de la causa, la velocidad de instauración de las medidas adecuadas, la ejecución de protocolos y procedimientos establecidos y de la cualificación y recursos disponibles por el equipo".

De acuerdo conGarcía Atalaya, actualmente, las principales emergencias en este terreno se centran en hemorragia postparto, prolapso de cordón y distocia de hombros.

En cuanto a la hemorragia postparto, entendida como la pérdida de sangre igual o superior a un litro o cualquier pérdida sanguínea acompañada de síntomas o signos de hipovolemia durante las 24 h. tras el parto. Respecto al manejo, identificó tres momentos clave: prevención, identificación precoz, y reanimación y estabilización.

Dos tercios de las hemorragias postparto ocurren en pacientes en las que no se encuentran factores de riesgo evidente. De ahí que considere se trata de un problema infraestimado debido a su aparición impredecible en muchos casos, que se acompaña de una alta morbimortalidad. En los países en desarrollo representa el 22,7%, con una incidencia del 3,7 por 1.000 h. el-personal-dedicado-a-la-atencion-obstetrica-ha-de-estar-capacitadoRespecto a la distocia de hombros, su compañera Ascensión Galán la definió como la dificultad en la salida espontánea de hombros producida por la impactación de uno o ambos hombros en las estructuras pélvicas maternas. Requiere de maniobras obstétricas para producir la expulsión fetal tras la salida de la cabeza.

Su incidencia se sitúa entre el 0,6 y el 3% de los partos vaginales, sin embargo, en el 50% de los casos no se asocia a factores de riesgo anteparto ni intraparto identificables. Su repercusión puede suponer un aumento de morbilidad materna, morbimortalidad neonatal y posibles complicaciones médico-legales, tal como destacó.

Este evento se diagnostica -explicó- por dificulta en el expulsivo de la cara y el mentón, retracción de la cabeza fetal contra el periné y ausencia del descenso de hombros tras la tracción axial moderada de la cabeza fetal. El manejo de la situación tendrá por objetivo modificar la estática y dinámica fetal y de la pelvis.

En relación al prolapso de cordón umbilical, según expuso Galán Barrio, se produce cuando el cordón umbilical sobrepasa la presentación fetal, en una gestante con rotura de membranas y asoma por el cérvix, situándose en la vagina e, incluso, por fuera del introito vulvar. Asimismo, el flujo sanguíneo de los vasos del cordón se ve comprometido debido a la compresión de los mismos entre el feto y el útero, el cérvix o la excavación pélvica.

Su incidencia varía entre el 0,1 y el 0,6%, siendo mayor en los casos de presentación no cefálica que puede alcanzar hasta el 1%. El objetivo del manejo de la incidencia pasa por evitar la hipoxia fetal, disminuyendo la compresión del cordón umbilical, indicó.

Finalmente, esta expertarecordó que "el intervalo entre el diagnóstico y las intervenciones necesarias ante una emergencia obstétrica son determinantes en el pronóstico materno-neonatal".

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