Javier de Santiago cursó sus estudios de medicina en la Universidad Autónoma de Madrid y realizó la especialidad como residente en el Hospital Universitario La Paz donde posteriormente llegó a ser jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia. En 2016 se incorporó al frente del Servicio de Ginecología al Hospital MD Anderson Cancer Center de Madrid, y actualmente es presidente de la Sección de Ginecología Oncológica y Patología Mamaria de la SEGO. "Desde el inicio de mi actividad, he focalizado mi interés en la patología oncológica, cirugía compleja y endoscópica y endometriosis". La ginecología oncológica se encarga del diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las pacientes con cáncer genital y tumores de la mama. Esto es, no solo se centra en el tratamiento, sino también de las acciones preventivas relacionadas con los cánceres ginecológicos. "Mi trabajo consiste en realizar consultas de diagnóstico y seguimiento del cáncer ginecológico y actividad quirúrgica ginecológica, tanto del cáncer como de otras patologías, con especial atención a la laparoscopia".

Lo más destacable en estos últimos años en la subespecialización son los avances tecnológicos quirúrgicos, la individualización del tratamiento y la incorporación de la calidad de vida de las pacientes a la hora de elegir la modalidad de tratamiento. "Así, se han incorporado el tratamiento preservador de la fertilidad, la preservación de los ovarios, la cirugía mínimamente invasiva y otras medidas para disminuir el impacto del tratamiento". La ginecología y la obstetricia requieren de una formación variada en diferentes ámbitos diagnósticos y terapéuticos. "En todas las subespecialidades es preciso una formación específica que no es posible alcanzar durante la residencia y no existen programas formativos específicos. Sería importante que se considerara su creación desde un punto de vista oficial, así como reconocer estas áreas de forma específica". En este sentido, Javier de Santiago aboga por una ampliación de los cuatro años de residencia.

Los tumores ginecológicos más frecuentes en España son, sin duda, los de mama. "Dentro del ámbito ginecológico específico, el más habitual es el de endometrio (cuarto en orden de frecuencia en la mujer), seguido por el de ovario y cuello de útero. La incidencia de cáncer de endometrio se ha elevado en los últimos años debido a la obesidad, el de ovario se mantiene estable, y el de cuello ha bajado en incidencia debido al impacto de la vacunación del virus del papiloma humano (VPH)". La pandemia también ha afectado al abordaje de enfermedades como el cáncer. "No ha existido un plan específico por parte de las autoridades. Han sido las sociedades científicas las que han establecido unas recomendaciones y guías específicas para la atención del cáncer ginecológico". Hace falta mayor inversión y recursos en esta subespecialidad. En este sentido, una de las asignaturas pendientes es la creación en España de centros de referencia que garanticen la calidad de la asistencia. "Debemos instar a las administraciones públicas a una mayor inversión en investigación frente al cáncer, actualmente insuficiente".

En resumidas cuentas, para el jefe del Servicio de Ginecología al Hospital MD Anderson Cancer Center de Madrid es esencial, de cara al futuro de la subespecialidad, conseguir una mejor formación de los profesionales que se dedican a esta área específica, la centralización del cáncer ginecológico en centros de referencia, y fomentar la investigación básica y clínica.