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Colapso asistencial en los hospitales catalanes

La Vall d’Hebron ha destituido esta semana al jefe de urgencias que denunció dicho colapso. En Bellvitge continúan las manifestaciones de trabajadores y pacientes contra la gerencia del hospital que quiere prescindir de 200 camas este verano. 

10/07/2014

La gerencia del hospital del Vall d’Hebron ha destituido al jefe de urgencias, Xavier Jiménez, diez días después de que éste denunciara en una carta dirigida al Instituto Catalán de la Salud (ICS) el colapso del servicio de urgencias por la falta de personal y camas. Assumpta Ricart, hasta ahora adjunta a la ...

La gerencia del hospital del Vall d’Hebron ha destituido al jefe de urgencias, Xavier Jiménez, diez días después de que éste denunciara en una carta dirigida al Instituto Catalán de la Salud (ICS) el colapso del servicio de urgencias por la falta de personal y camas.  Assumpta Ricart, hasta ahora adjunta a la dirección y jefa del mismo servicio en el Hospital concertado Moises Broggi, es la nueva responsable de urgencias del hospital Vall d’Hebron.

La situación real denunciada por Jiménez se ha agravado en los últimos meses. El volumen de trabajo de urgencias se ha incrementado y como consecuencia muchos pacientes han tenido que ser atendidos en boxes durante cinco días  a la espera de una cama en planta. Asimismo, el área de urgencias del Vall d’Hebron ha recortado su plantilla de personal médico, con lo que se ha incrementado la carga de trabajo a cada facultativo. Los gerentes del hospital barcelonés han achacado esta situación a “un pico inesperado” de pacientes durante tres semanas en junio y ha desmentido que se trate de un problema habitual de urgencias.

Por su parte, el personal del Hosptial de Bellvitge lleva varias semanas manifestándose por los recortes que está sufriendo la sanidad catalana desde 2011 y denunciar el colapso asistencial que esto está causando.  La pancarta de “Se vende” continua desplegada en la fachada principal del hospital de Bellvitge, como protesta que como cada miércoles se repite en la entrada del centro santiario. Los pacientes y trabajadores de este hospital están en plena pugna con la gerencia tras el comienzo del calendario asistencial de verano que prevé cerrar unas 200 camas durante la temporada estival. 

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