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Pacientes con fatiga o dificultad para respirar podrían tener un peor pronóstico tras un ataque cardíaco

Ante un ataque cardíaco, además del síntoma clásico de dolor en el pecho, presión o pesadez que se irradia a uno o ambos brazos, el cuello o la mandíbula, los afectados deben acudir a un servicio de Urgencias en caso de experimentar dificultad prolongada para respirar.

21/03/2022

El dolor torácico es el síntoma distintivo del infarto de miocardio, sin embargo, no pueden descartarse otros trastornos, como dificultad para respirar, dolor en la parte superior del abdomen o en el cuello, o pérdida transitoria del conocimiento ante los cuales se recomienda acudir a los servicios de urgencias. Según datos ...

El dolor torácico es el síntoma distintivo del infarto de miocardio, sin embargo, no pueden descartarse otros trastornos, como dificultad para respirar, dolor en la parte superior del abdomen o en el cuello, o pérdida transitoria del conocimiento ante los cuales se recomienda acudir a los servicios de urgencias.

Según datos manejados en un reciente estudio presentado en ´ESC Acute CardioVascular Care 2022´, una reunión científica de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), el 76 % de los pacientes con infarto de miocardio con disnea o fatiga como síntoma principal han logrado sobrevivir después de un año, en comparación con el 94 % de aquellos con dolor torácico como característica predominante.

"La disnea y el cansancio extremo fueron los síntomas de ataque cardíaco más comunes en mujeres, personas mayores y pacientes con otras afecciones, como presión arterial alta, diabetes, enfermedad renal y enfermedad pulmonar", expuso el autor del estudio, el Dr. Paulo Medeiros, del Hospital de Braga, en Portugal. "Si bien nuestro estudio no mostró que estos síntomas causaran un resultado más deficiente, eran señales de advertencia de un mayor riesgo".

El trabajo se centró en el infarto de miocardio sin elevación del ST (NSTEMI), un tipo de ataque cardíaco en el que una arteria que suministra sangre al corazón se bloquea parcialmente. Los investigadores utilizaron datos del Registro Portugués de Síndromes Coronarios Agudos, incluyéndose a 4.726 pacientes mayores de 18 años ingresados ​​con NSTEMI entre octubre de 2010 y septiembre de 2019.

La edad promedio de los participantes del estudio fue de 68 años y el 71% eran hombres. Los pacientes se dividieron en tres grupos según su síntoma principal al momento de la presentación. El dolor torácico fue el síntoma más frecuentemente manifestado (4.313 pacientes; 91 %), seguido de disnea/fatiga (332 pacientes; 7 %) y síncope (81 pacientes; 2 %). 4

El número de pacientes con disnea/fatiga fue significativamente mayor que los de los otros dos grupos, con una edad promedio de 75 años en comparación con 68 años en el grupo de dolor torácico y 74 años en el grupo de síncope. Por género, se observó mayormente en mujeres (42 %) en comparación con los pacientes con dolor torácico como síntoma principal (29 % mujeres) o síncope (37 % mujeres). En comparación con los otros dos grupos, los pacientes con disnea/fatiga como síntoma principal tenían más probabilidades de tener presión arterial alta, diabetes, enfermedad renal crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Diferentes síntomas y tasas de supervivencia

Los investigadores compararon las tasas de supervivencia entre los tres grupos al año. Un año después del infarto, el 76 % de los pacientes del grupo de disnea/fatiga estaban vivos en comparación con el 94 % del grupo de dolor torácico y el 92 % del grupo de síncope. Durante el año posterior al infarto, el 76% de los pacientes del grupo de disnea/fatiga evitó ser hospitalizado por un motivo cardiovascular frente al 85% del grupo de dolor torácico y el 83% del grupo de síncope.

"Los pacientes que presentaban dificultad para respirar o fatiga tenían un peor pronóstico que aquellos con dolor en el pecho. Tenían menos probabilidades de estar vivos un año después de su ataque cardíaco y también menos probabilidades de permanecer fuera del hospital por problemas cardíacos durante ese período de 12 meses", indicó el Dr. Medeiros.

Los investigadores realizaron, además, un multianálisis para evaluar si el dolor torácico, la disnea/fatiga o el síncope eran predictores independientes de supervivencia al año. El análisis se ajustó por edad, EPOC, fibrilación auricular, fracción de eyección del ventrículo izquierdo, hemorragia mayor y taquicardia ventricular. Ninguno de los síntomas surgió como predictor independiente.

"La dificultad para respirar fue más común entre los pacientes que fallecieron durante el año posterior al ataque al corazón. Sin embargo, al considerar todas las variables estudiadas, el tipo de síntoma principal no fue un predictor independiente de mortalidad, por lo que no podemos afirmar específicamente que la falta de aire fue la razón del peor resultado. Una supervivencia más pobre puede deberse a otros factores en esos pacientes, como una función reducida de la bomba cardíaca", añadió dicho especialista.

Los autores destacan la necesidad de considerar un diagnóstico de infarto de miocardio incluso cuando la queja principal no es el dolor torácico. Esto puede ser particularmente importante para las mujeres y los pacientes mayores, en los que el diagnóstico podría retrasarse y dar lugar a peores resultados. "Además del síntoma clásico de un ataque al corazón de dolor en el pecho, presión o pesadez que se irradia a uno o ambos brazos, el cuello o la mandíbula, las personas deben buscar ayuda médica urgente si experimentan dificultad para respirar prolongada", concluyen.

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