Este martes, se celebró el acto de presentación del Pain Institute of Spain (PIOS) en el Colegio de Médicos de Madrid. Teresa Chavarría Giménez, directora de Investigación, Docencia y Documentación de la Consejería de Sanidad, participó en el acto inaugural. "Me gustaría trasladar la importancia que tiene el tratamiento del dolor desde todas las perspectivas. Es uno de los trastornos que más afecta y preocupa a las personas. El dolor es la segunda causa de consulta en Atención Primaria", recordó. La Comunidad de Madrid intenta abordarlo de forma transversal y multidisciplinar.

Nicolás Seco López, responsable comercial de Pain Institute of Spain, cuya sede se encuentra en el Colegio de Médicos de Madrid, introdujo lo que es el Pain Institute of Spain. "El punto de partida son los valores en la búsqueda de la excelencia", aseveró. Otros puntos claves son el trabajo en equipo, la transparencia y la honestidad. Destacó que "el paciente está por encima de cualquier punto de vista". Manuel Herrero Trujillano, director de Pain Institute of Spain, contó en qué consiste el Pain Institute of Spain. "Los problemas que tenemos que afrontar es que hay una desigualdad geográfica real en la formación en dolor", afirmó. Esto produce una desigualdad en recursos para el tratamiento del dolor. Otro problema es que "hay un desconocimiento por parte de la sociedad de lo que hace una unidad del dolor". Expuso que él tenía como proyecto formativo el poder impartir conocimientos y habilidades en dolor de una forma cercana y dinámica, dentro de un ambiente exclusivo para fomentar un aprendizaje de calidad y personalizado. El Instituto cuenta con ponentes con la más alta acreditación nacional e internacional en dolor. Todo ello dentro de una plataforma e-learning exclusiva. Acto seguido, Herrero Trujillano detalló cómo es su Curso Integral de Formación Avanzada en Manejo del Dolor 2021-2022. La idea es tener la videoteca más amplia de la intervención en dolor en habla hispana. Todos los vídeos estarán subtitulados en inglés, con el objetivo de internacionalizarse. Así, el Instituto está dedicado 100% a la formación en dolor.

Juan Pérez Cajaraville, profesor titutar en Pain Institute of Spain, habló de la importancia de Pain Institute of Spain para el desarrollo de la especialidad del dolor en España y América Latina. "La falta del tratamiento adecuado para el dolor es una violación de los derechos de los pacientes", avisó. Remarcó que 150 millones de personas sufren dolor en Europa. La formación es la llave para mejorar la vida de todas esas personas. La medicina del dolor no es una especialidad reconocida en la Unión Europea. Sí que recomienda que se adquiera una serie de competencias. "No hay especialidad médica. Europa está muy cerrada a ello", criticó. Lo que está sucediendo en el mundo es que se abren más subespecialidades y se reduce el de especialidades. La tendencia es que haya más subespecialidades. Israel, Turquía e Irlanda tienen el dolor como especialidad. Hay muchos países de Europa, entre los que se encuentran Francia y Alemania, que la tienen como subespecialidad. España no la tiene. En estos momentos, el proyecto de RD se encuentra en períodos de enmiendas públicas. Respecto a formación pregrado en Dolor, sólo hay ocho universidades que hablan de dolor. Como no es especialidad, la formación en dolor en el MIR, BIR o FIR no se da. Del proyecto PIOS, manifestó que puede ser fuerte en acciones formativas acreditadas, por ejemplo.

El futuro del dolor, ¿hacia dónde nos dirigimos? Fue lo que se debatió en la mesa redonda moderada por Agustín Mendiola de la Osa, profesor titular de Pain Institute of Spain, que tuvo lugar en el evento. Joaquín Insausti Valdivia, profesor titular de Pain Institute of Spain, relató que en 1987 se abrió el hospital Severo Ochoa. No tenían entonces Oncología allí, y muchos pacientes iban a otras especialidades y a Urgencias con dolor. A él le "tocó" hacerse cargo de la Unidad de Dolor. Su aprendizaje fue autodidacta, viendo a pacientes con dolor. Consideró que se ha mejorado en el abordaje del dolor, pero que sigue habiendo un "problema grave" de formación en dolor. "Cualquier cosa que sirva para formar es importante. Ojalá en mi época hubiéramos tenido un Pain Institute", pronunció.

Por su parte, Javier García Fernández, presidente de la Sociedad Española de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor (SEDAR), una de las sociedades científicas más antiguas de España, garantizó que una de las líneas estratégicas de la sociedad en los próximos tres años y medio es la defensa de la formación en dolor. "A los pacientes lo que les importa es que te sientes y les soluciones el problema", insistió. A su juicio, las sociedades científicas han de facilitar el acceso a una formación de alto nivel.

"Es necesaria una continua capacitación, para entender las nuevas tecnologías, las nuevas formas quirúrgicas y para desarrollar unidades nuevas. Es sorprendente que en algunas regiones de este país no estén desarrolladas las unidades de dolor", expuso Israel Villanueva Arribas, director de Área hospitalaria del Grupo PRIM. Juan Quintana Cavanillas, director de la Fundación Grünenthal, sostuvo que la formación es imprescindible, aunque también es primordial "la divulgación". El 50% de los pacientes con dolor crónico tiene problemas de sueño. Un 27% se considera que están socialmente aislados. Esto hay que trasladarlo a las autoridades. Cualquier persona que tenga dolor más de seis meses, tiene un alto riesgo de desarrollar un cuadro depresivo. Por último, David Asensio Corchero, director desarrollo de negocio-tratamiento del dolor grupo Cardiva, indicó que se estima que en España hay 183 unidades de dolor (de acuerdo con datos de 2019), pero que debería haber 800. Por tanto, hay "una sobrecarga en las unidades de dolor". La formación juega un papel muy importante en esto. Como no hay suficientes unidades de dolor para esta cantidad de pacientes, otras unidades, como Traumatología o Rehabilitación, están absorbiendo el trabajo que desarrollarían las 800 unidades de dolor necesarias.