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Diseñan un dispositivo que imprime alimentos en 3D para pacientes con dificultades para comer

El equipo con el que se diseña la comida funciona del mismo modo que una impresora 3D normal. Con él se pueden crear nuevos platos con formas, colores, olores y sabores que se adapten a los gustos o a las necesidades de cada persona.

06/07/2021

Un equipo de investigadores de la Universidad de Huelva y de la empresa alemana Fresenius Kabi Deutschland ha desarrollado un dispositivo que imprime alimentos en 3D para pacientes con dificultades para comer. Esta patología, conocida como disfagia y habitual en personas con enfermedades como el Parkinson o ciertos tipos de ...

Un equipo de investigadores de la Universidad de Huelva y de la empresa alemana Fresenius Kabi Deutschland ha desarrollado un dispositivo que imprime alimentos en 3D para pacientes con dificultades para comer. Esta patología, conocida como disfagia y habitual en personas con enfermedades como el Parkinson o ciertos tipos de parálisis, supone un riesgo para quienes la padecen porque no pueden consumir las comidas de determinadas texturas, especialmente líquidos.

Habitualmente, las alternativas consisten en mezclas manuales de líquidos, como agua o zumos, con medicamentos y espesantes para producir batidos o papillas. Éstos son menos apetecibles y las formas y sabores del alimento original son más difíciles de reproducir.

Normalmente, las personas que padecen esta patología tienen severas limitaciones alimentarias en cuestión de texturas, pero también de sabores, formas, colores e incluso olores. Sin embargo, esta impresora 3D puede diseñar, mediante un dispositivo de mezclado controlado por un programa informático, comida semi-sólida, con texturas personalizadas, que se adapte a las necesidades y gustos del paciente para incrementar su apetencia por los alimentos y remediar carencias nutricionales.

Tras indicar en el programa informático que gestiona el funcionamiento de la impresora 3D las proporciones adecuadas de cada sustancia, ésta produce alimentos con la textura deseada de manera automática y precisa. El dispositivo en su conjunto con el que se diseña la comida funciona del mismo modo que el de una impresora 3D normal. De modo que se pueden diseñar nuevos platos con formas, colores, olores y sabores que se adapten a los gustos o a las necesidades de cada persona.

Previene riesgo de asfixia

De este modo, se reducen tanto los atragantamientos y el riesgo de asfixia de las personas con disfagia, así como las posibilidades de que ocurran errores en la preparación de sus comidas. "Es la primera vez que se construye una impresora 3D con estas características tan concretas para ayudar a las personas con dificultades para comer", explica el investigador de la Universidad de Huelva José María Franco.

En el artículo titulado `Implementation of a novel continuous solid/liquid mixing accessory for 3D printing of dysphagia-oriented thickened fluids´ y publicado en Food Hydrocolloids los expertos explican que esta impresora, en fase de prototipo, presenta dos novedades. Por un lado, tiene acoplada una jeringa que empuja el ingrediente líquido (agua, zumo, leche, entre otros) tras recibir la orden de un programa informático, que es el que define las proporciones de líquido, espesante y/o medicamentos para producir el alimento.

En el futuro, este equipo de investigación centrará su labor en ampliar las capacidades de este dispositivo 3D. De esta forma, incrementarán las opciones alimentarias de los pacientes. Así, la comida tendría otros nutrientes y un sabor más similar a la comida que se emula. "Por ejemplo, estamos estudiando cómo crear alimentos con base de aceite, que tiene una textura distinta al agua o al zumo. Tenemos que analizar cómo cambiar su viscosidad para que se adapte a lo que el dispositivo hace en la actualidad", concluye José María Franco.

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