Como no podía ser de otra forma, son varias las sesiones que el programa científico del XXVII Congreso Nacional de Medicina General y de Familia le dedica a la vacunación. La más reciente se desarrolla esta jueves, cuarta jornada del evento, y está enfocada a la vacunación en el adulto desde tres perspectivas. La visión de la industria farmacéutica la aporta Eduardo de Gomensoro, director médico de Vacunas de GSK España, quien introduce que la vacunación es "una oportunidad de prevención a lo largo de toda la vida".

Como empresa global que asegura ser, el laboratorio británico tiene como objetivo desarrollar productos que aporten "valor al cuidado y al manejo de pacientes con múltiples condiciones", y las vacunas específicamente "dimensionadas a la prevención".

Esta prevención viene también dada por una confianza que se ha construido a lo largo de muchos años. GSK es una empresa líder en el acceso a las vacunas. Por ejemplo, tenemos acuerdos con entidades como Unicef o Gavi para llevar vacunas a países en vías de desarrollo, y estamos desarrollando nuevas posibilidades de prevención hasta en enfermedades poco valoradas en el mundo desarrollado como la propia malaria", manifiesta Gomensoro. "Cerca del 40% de los niños del mundo reciben al menos una dosis de una vacuna GSK en su periodo de vacunación, mientras que suministramos a diario vacunas en más de 150 países", añade.

Todo eso se hace con mucha innovación por detrás, según expone. "Trabajamos ahora mismo un desarrollo de muchísimos más proyectos de vacunas, hasta algunos que no teníamos hace dos años. La pandemia ha acelerado mucho esta actividad de investigación en nuevas oportunidades de prevención".

Así, califica el catálogo de la compañía como "muy robusto", y avanza que próximamente esperan lanzar tres "grandes novedades": una vacuna frente al herpes zóster, triple terapia cerrada contra la epoc y doble tratamiento para el VIH. Del mismo modo, destaca que el portfolio de vacunas actual de GSK incluye más de 20 fármacos "que ayudan a proteger a todos los grupos de edad, no solo niños". "Ha habido un cambio muy claro en este sentido. Este movimiento acompaña a los cambios epidemiológicos de las propias poblaciones, trayendo más oportunidades de prevención de enfermedades para la parte de la población que crece cada día, la de los adultos y los mayores", remarca.

Introduciendo el punto de vista de la salud pública, Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, comenta que en España hay una política vacunal en las primeras fases de la vida "espléndida".

Sin embargo, "todos los esfuerzos se han centrado en esos grupos de edad, olvidándonos sobre todo de las etapas medias de la vida". De modo que considera que hay un elemento a poner sobre la mesa, que "no solo se trata de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos". "Somos unos de los países con mayor esperanza de vida del mundo, esto supone también un aumento de los procesos crónicos, que a su vez nos van a hacer más sensibles a los problemas transmisibles. Así pues, también se trata de intervenir sobre la sostenibildiad del sistema sanitario garantizando un buen programa de vacunación en el adulto", argumenta.

Hace hincapié que hoy por hoy la vacuna de la gripe es prácticamente la única oferta vacunal del adulto. "Aún así, las coberturas que conseguimos están lejos de ser las adecuadas". Además, se han incorporado recientemente la del neumococo y la de la tosferina en las mujeres embarazadas, "pero si la cobertura de la gripe es baja, en estas dos es aún peor, lamenta García. "Esa es la oferta estándar de la vacunación del adulto, con las deficiencias obvias de cobertura".

Por lo tanto, apunta que en función de eso, "tenemos que reflexionar ampliamente sobre la situación. No se percibe todavía la vacunación en los ámbitos especializadas como la Atención Primaria como una e las actividades cumbre para mejorar el nivel de salud de la ciudadanía". Es fundamental, subraya, "que trabajemos con los compañeros sanitarios en hacer ver que la vacunación del adulto es una pieza clave para mejorar el nivel de salud de la ciudadanía, pero también para contribuir a la sostenibildiad del sistema. Y tenemos que ser conscientes de que el mundo de la vacunación del adulto no acaba en la gripe o el neumococo, de que hay un amplio abanico de posibilidades de mejora del nivel de salud de nuestros ciudadanos sobre el cual tenemos que trabajar intensamente porque hay mucho camino por recorrer".