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Los biomarcadores en sangre abren la puerta a la prevención del alzhéimer

Aunque la enfermedad de Alzheimer es hoy en día incurable, el descubrimiento de biomarcadores en el plasma sanguíneo para detectar su fase inicial supone poder detectar el riesgo de padecerla y prevenirla. Este es uno de los hallazgos de la Fundación Pasqual Maragall y el Barcelonaβeta Brain Research Center, cuyas investigaciones también concluyen que esta patología viene determinada por factores no modificables, como la genética o la edad, y factores modificables, como el estilo de vida saludable. La intervención sobre estos últimos constituye una de las alternativas más eficaces para la prevención activa del alzhéimer y la reducción de su incidencia.

28/04/2021

Más de 45 millones de personas sufren demencia en todo el mundo, una cifra que puede alcanzar los 130 en 2050 como consecuencia del progresivo envejecimiento de la población. La causa más frecuente ...

Más de 45 millones de personas sufren demencia en todo el mundo, una cifra que puede alcanzar los 130 en 2050 como consecuencia del progresivo envejecimiento de la población. La causa más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, una afección que genera un deterioro cognitivo importante, caracterizado por la pérdida de memoria, alteraciones en el lenguaje, desorientación y dificultades para la planificación de tareas o la resolución de problemas. Es la primera causa de discapacidad neurológica en personas de avanzada edad, causando una enorme carga social y económica

El alzhéimer es una enfermedad hoy en día incurable. Pero las investigaciones desarrolladas en los últimos años permiten tener expectativas optimistas en un futuro no muy lejano. Diversos estudios han demostrado que es una patología que se desarrolla en el cerebro hasta 20 años antes de que se manifiesten los primeros síntomas. Este periodo asintomático es la fase preclínica de la enfermedad y detectarla abre nuevas posibilidades terapéuticas con las que poder retrasar y controlar la enfermedad. Así lo ha entendido la Fundación Pasqual Maragall, que ha puesto a su centro de investigación, el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), a actuar en esta línea. Con el objetivo en el horizonte de un futuro sin alzhéimer, la Fundación Maragall trabaja incansable en la prevención de la enfermedad.

Alteraciones en el cerebro en etapas presintomáticas

El doctor Juan Domingo Gispert, responsable del grupo de Investigación en Neuroimagen de la Fundación Pasqual Maragall, explica que en el cerebro de las personas afectadas se producen dos tipos de lesiones neurodegenerativas muy características: la acumulación de placas de proteína beta-amiloide y de ovillos neurofibrilares de proteína tau. Las primeras lesiones se inician en el hipocampo, cuyo correcto funcionamiento es crucial para la formación de nuevas memorias y el aprendizaje. Desde ahí se extienden progresivamente a otras áreas del cerebro. Estos daños pueden haberse iniciado hasta 15 o 20 años antes de la aparición de los primeros síntomas.

Gispert señala que "cuando aparece la proteína tau cerca de los hipocampos empieza una cascada imparable de neurodegeneración, mueren neuronas y se inician los síntomas, comenzando por la pérdida de memoria. Eso ya es muy difícil de frenar, hay que intentar intervenir un paso antes. Tenemos fármacos que han demostrado ser muy eficaces en eliminar la amiloide del cerebro, pero se están probando en personas que ya tienen problemas de memoria. En esa fase de la enfermedad, la amiloide ya no es la responsable de la cognición y probablemente sea demasiado tarde". Demostrar que los individuos con mayor riesgo genético de alzhéimer ya tienen alteraciones en el cerebro en etapas presintomáticas ha sido uno de los logros del trabajo de la Fundación Maragall, que se centra ahora en el diagnóstico precoz, con el cual se pueda comenzar a administrar los fármacos en esas fases asintomáticas donde su impacto será mucho mayor.

El conocimiento de esta etapa de la enfermedad de Alzheimer permite identificar los eventos fisiopatológicos tempranos y desarrollar programas de prevención. Estos son los objetivos compartidos del proyecto ALFA, que incluye el registro ALFA, la cohorte madre ALFA y el estudio de cohorte anidado ALFA+, puestos en marcha por la Fundación Maragall en los últimos años. El Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) inicia el proyecto ALFA (de Alzheimer y Familias) para el seguimiento prospectivo de una cohorte de personas cognitivamente normales, la mayoría de las cuales son hijos de pacientes de la enfermedad de Alzheimer. Cerca de tres mil participantes de entre 45 y 74 años de edad incluidos en la cohorte madre ALFA convierten al BBRC en centro puntero en la investigación de esta enfermedad.

Desde 2016, una selección de 440 descendientes de pacientes participa en un estudio a largo plazo longitudinal anidado, denominado estudio ALFA+, en el que se realiza un fenotipo más detallado. Tiene el objetivo de describir procesos biológicos e identificar factores que puedan preceder a la fase clínica de la enfermedad de Alzheimer. Conlleva la adquisición de biomarcadores tanto húmedos (LCR, sangre y orina) como de neuroimagen (resonancia magnética y tomografía de positrones) y servirá para entender la historia natural de la enfermedad, analizar la asociación entre los marcadores cerebrales biológicos, estructurales, funcionales y neurocognitivos que caracterizan dicha fase preclínica, y contribuir al diseño de los ensayos preclínicos y de los estudios de prevención.

Las técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones (TEP, por sus siglas en inglés), permiten caracterizar las alteraciones cerebrales en la fase preclínica del alzhéimer. En el BBRC se ha elaborado una serie de recomendaciones para detectar visualmente de forma más sencilla la acumulación de la proteína beta amiloide, y poder clasificar su extensión en regiones del cerebro afectadas antes de la enfermedad de Alzheimer, como son el precúneo o el córtex orbitofrontal medial.

En la última década, varios biomarcadores, tales como la concentración de β-amiloide (Aß) y tau en el líquido cefalorraquídeo (LCR), la atrofia del hipocampo, el hipometabolismo temporoparietal y la deposición cerebral de amiloide medida por TEP, han estado ampliamente caracterizados.

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