Este martes ha empezado el primero de ellos, de mano de la profesional Rosa del Campo Moreno, del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS) de Madrid.

La experta ha destacado que hay muchas cosas que desconocemos de la microbiota, que define como comunidad complejas de microorganismos. Ella distingue claramente la parte colonización y la de infección.

También ha diferenciado entre microbioma, "todo el ecosistema y en particular los genes de los microorganismo y microbiota, que se refiere a los microorganismos en concreto". Además, "cada parte de nuestro cuerpo alberga diferentes microorganismos".

Entre los diversos métodos de estudio que explica la doctora que se usan para la microbiota, destaca las tecnologías como las basadas en los ácidos nucleicos, "nos interesa saber qué hacen los microbios realmente, sus RNA, qué proteínas sintetizan, qué son los metabolitos (o molécula utilizada, capaz o producida durante el metabolismo), etc."

En cuanto a la microbiota normal, la experta ha narrado que hay diversos parámetros como un 55-60% en firmicutes, 30-35% de bacteroidetes, un 1-10% de proteobacteria, ahora bien, "la normalidad no existe; no tenemos una referencia de lo que es normal o no. Los obesos tienen más porcentaje de firmicutes, pero hay quienes tienen menos, así que no existe una regla, lo que está claro es que existe una alta individualización de la microbiota".

Rosa del Campo ha remarcado que hay diferencias por sexo, raza y edad, "A los 2-3 años, la microbiota ya está madura, luego, a lo largo de la vida, hay muchos cambios de ésta. Lo que más va a condicionar nuestra microbiota es nuestra dieta porque las bacterias usan los recursos de nuestra alimentación".

También nombrado las funciones de la microbiota: metabólica (como la digestión de alimentos), protectiva (control de la inflamación) y estructural (pared intestinal). "Cuando menos procesada esté la comida, menores problemas intestinales vamos a tener".

La experta también ha nombrado algunas de las enfermedades relacionadas con la microbiota como la de Crohn, la diabetes tipo 2, los desórdenes inmunológicos, la obesidad, el intestino irritable, "se ha estudiado si se pude controlar la obesidad, analizando y controlando las bacterias del intestino, pero todavía no hemos sido capaces de hacerlo".

Rosa del Campo ha hablado de una segunda generación de probióticos, "si hace un tiempo se han buscado probióticos de tipo alimentario, ahora se está desarrollando una segunda generación basadas en las bacterias propias del intestino humano para promover la salud intestinal, pero son bacterias difíciles de crecer. Es complicado obtenerlas en cápsulas, pero todos esperamos que llegue".