Se lamentaba Víctor Hugo de la inmensa tristeza que le producía pensar "que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha". Así es. Tal y como apuntaba uno de los intelectuales más célebres de la historia, es desolador reflexionar sobre la insuficiente respuesta que, durante años, hemos articulado ante la acuciante llamada de auxilio del planeta, un territorio lleno de contrastes, maravillas y vida pero donde los problemas ambientales representan una amenaza no solo por el daño en los ecosistemas naturales, también porque muchos provocan desplazamientos de cientos de miles de personas a lo largo y ancho del planeta y los graves problemas de salud. Hablamos de la contaminación del agua, del aire y de los suelos; el ruido; las emisiones químicas; la contaminación alimentaria y las consecuencias del cambio climático.

Sin embargo, tenemos buenos motivos para ser optimistas: cada día más personas se suman al movimiento que persigue objetivos medioambientales a la altura de las circunstancias en los que la salud, el medio ambiente y el desarrollo sostenible integran una misma ecuación. Es el caso de todas las personas que formamos parte de Chiesi.

Nuestra compañía farmacéutica multinacional lleva en su ADN el indeleble compromiso de mejorar la calidad de vida de las personas utilizando los negocios como una fuerza del bien y la exquisita sensibilidad de escuchar a la naturaleza. Así, con la misma prioridad que ocupa entre nuestros objetivos garantizar los más altos estándares de transparencia y responsabilidad no solo en términos de los resultados alcanzados, sino también de los desafíos a los que nos enfrentamos, abordamos, tanto a nivel local como global, el inaplazable debate de la sostenibilidad. Este concepto se articula como un modelo de negocio para Chiesi que incluye desde los medicamentos que producimos y nuestros procesos industriales, a la gestión de nuestra cadena de valor y la cultura de valores de la compañía.

De esta forma, en 2018 tomamos la decisión de convertirnos en una `Benefit Corporation´ y, en 2019, nuestra dedicación fue reconocida y nos permitió obtener la certificación B Corp. Como B Corp, estamos comprometidos a medir nuestro impacto social y medioambiental con la misma precisión que medimos nuestros resultados económicos. Así, hemos comenzado a medir la huella de carbono de todos nuestros productos. Este es un paso decisivo para lograr el objetivo de la descarbonización, ya que lo que no se puede medir no se puede mejorar.

En línea con este compromiso, Chiesi ha evolucionado de un modelo clásico de Responsabilidad Social Corporativa a adoptar el modelo de "Valor Compartido", con el que perseguimos un impacto de valor tanto en la sociedad y el planeta como en nuestra compañía.

Nos sentimos orgullosos de haber tomado medidas decisivas y ambiciosas para avanzar en este sentido. De hecho, es un placer pertenecer a un Grupo que, actualmente, se erige como la compañía del sector farmacéutico que ha apostado más firmemente por la sostenibilidad y que no pierde la oportunidad de acercar a la ciudadanía las consecuencias de nuestras decisiones y hábitos cotidianos e invitarles a madurar en términos de sostenibilidad. Entre nuestros hitos y compromisos, también cabe destacar el reto que adoptamos en septiembre de 2019 de acabar con todas nuestras emisiones de CO2 en el 2035; o el anuncio de destinar una inversión de 350 millones de euros en el desarrollo de un inhalador dosificado presurizado para asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que reduzca en un 90% la huella de carbono de nuestros inhaladores de dosificador presurizado (inhaladores de aerosol). Y es que, nuestro compromiso va mucho más allá del medio ambiente.

Como B Corp y aprovechando nuestra posición como empresa farmacéutica de referencia en el ámbito de las enfermedades respiratorias asumimos una doble misión: cuidar de nuestros pacientes mientras cuidamos del medio ambiente. Es por ello que uno de los desafíos donde más esfuerzo estamos volcando es en mejorar la calidad del aire, pues su empeoramiento aumenta el riesgo de afecciones respiratorias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta enfermedad que afecta a más del 10% de los españoles mayores de 40 años y es la cuarta causa de mortalidad en España, por detrás del cáncer, las enfermedades cardiacas y las afecciones cerebrovasculares, según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna.

En este acelerado proceso de descarbonización, donde consideramos que es clave implicar al sector privado, Chiesi quiere adoptar un rol de liderazgo dentro del sector farmacéutico. Esta intención queda patente ante el hecho de que, gracias al desarrollo del primer inhalador dosificado presurizado sostenible, somos la primera compañía que garantiza la futura disponibilidad de todo el rango de opciones de tratamiento para los pacientes con asma y con EPOC de una forma sostenible.

Con estas iniciativas, solo queremos recordar, ahora más que nunca, que no podemos seguir presionando los ecosistemas naturales y habremos de apoyar las medidas que permitan encarar los desafíos sostenibles de las próximas décadas.

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