¿Qué pasa con la andrología, y más en concreto con el pene? Muchas urólogos no ven la utilidad de la práctica de la ecografía en andrología. Este hecho no es nuevo, muchos cirujanos al principio no creyeron en el valor de la ecografía en las colecistopatias. En opinión y experiencia del especialista Eugenio Cerezo, hay varias causas de ese escepticismo, como explica durante la sesión `Cara a Cara: experto en imagen/Urólogo Estudios de imagen en Andrología, ¿son verdaderamente útiles y necesarios?´, de la I Reunión Nacional Virtual GUA-CRUI.

Primero, que "el desarrollo relativamente reciente de la técnica y el bajo grado de definición de la misma en el pasado, sobre todo por la variante de la exploración ventral, aún hoy la predominante. Aún ahora tenemos que hablar de una definición media de la técnica, quizá las socas que usamos no sean las más adecuadas".

Por otro lado, Cerezo menciona "la ausencia de unos protocolos definidos para cada uno de los supuestos clínicos que indican la exploración (peuronie, disfunción eréctil, traumatismos, tumores)". El desarrollo de la idea dinámica de la exploración, el estudio sistemático con Doppler y últimamente la aplicación de la elastografía tanto en la variable nasal como en la estimulada, agrega, "han permitido un avance notable de la técnica en cuanto a definición y utilidad".

Así pues, considera que el uso de la ecografía en modo B y con doppler color en la valoración y y manejo de la enfermedad de Peyronie, "es una técnica rápida y costo-eficiente que proporciona una información objetiva que asiste al urólogo en el tratamiento de estos pacientes".

Entonces, a la luz de esas nuevas concepciones, ¿qué puede aportar de imprescindible la eco de pene y la eco en infertilidad que haga el andrológo la sienta como necesaria en su trabajo diario? A eso responden los ponentes de esta mesa redonda.

Disfunción eréctil

Borja García Gómez, urólogo de HM hospitales, se enfoca en los estudios de imagen para el abordaje de la disfunción eréctil. "Es verdad que existen otras técnicas y otros estudios de imagen que se pueden utilizar, pero yo creo que hoy en día su utilidad es muy limitada o tienen unas indicaciones muy concretas, de tal forma que me voy a centrar en el doppler", explica.

Descrita por primera vez en 1985 por Tom Lue, esta técnica en la década de los 80 y principios de los 90 tuvo un importante papel en la diferenciación de la etiología de la disfunción eréctil, pero la aparición de los iPDE5 la relegó a un segundo plano.

En cuanto al doppler del pene, recuerda que es importante hacer un estudio dinámico, es decir, interpretar los flujos que estamos observando en relación a la dureza del pene y al tiempo en el que lo estamos haciendo porque la onda varía a lo largo del tiempo y no se puede hacer un diagnóstico final en base a una medición concreta.

"Nosotros inyectamos 10 microgramos de alprostadil intracavernoso. No utilizamos la autoestimulación de forma generalizada, aunque sí que existen series y grupos que la utilizan. Y medimos la velocidad pico asistólica y de la velocidad diabólica final a los 10 y 20 minutos, de tal forma que dependiendo de la situación diagnosticamos lo que consideramos una normalidad vascular, una insuficiencia arterial o un problema veno-oclusivo", señala, no sin antes recordar que la técnica es escasamente invasiva, con pocos efectos secundarios y relativamente barata.

Por lo tanto, "puede optimizar el tratamiento elegido para la disfunción eréctil, especialmente en pacientes jóvenes y en aquellos con mala respuesta en iPDE5 y ayudar a detectar aquellos pacientes con alto riesgo de eventos cardiovasculares y estudiarles antes de que eso ocurra".

Para él concluye, la investigación de la etiología de una enfermedad nunca ha sido algo "innecesario". "Si hablamos de coste-beneficio es otra situación, pero estudiar el porqué no ha sido algo innecesario".

Enfermedad de La Peyronie

Por su parte, François Peinado, cirujano urólogo especialista en Próstata, Peyronie y Medicina Sexual, valora la utilidad de la ecografía peneana para el diagnóstico de la enfermedad La Peyronie, subrayando que va a aportar "una alta precisión, es muy reproducible, coste-efectividad y un procedimiento mínimamente invasivo".

Pero sí es cierto, "que no es fácil hacer ecografía de pene, porque requiere sobre todo tiempo y dedicación y eso en muchas ocasiones no lo tenemos. La exploración supone prácticamente 1 hora", matiza. "Nosotros en nuestro grupo estudiamos el pene por la vía dorsal. Creemos que acceder así nos facilita ese proceso y lo hacemos de esa forma, aunque evidentemente hay que hacer una exploración en las demás áreas".

De modo que el estudio de la ecografía en la enfermedad de La Peyronie "nos permite caracterizar esas anomalías, cumplimentar la historia clínica y el examen físico y ayuda en la toma de decisiones y en el momento de aplicación de los distintos tratamientos". Y otro punto importante es la erección del paciente, "porque muchas veces el paciente dice que tiene buena erección, pero si vamos a tomar una decisión quirúrgica es fundamental conocer la respuesta eréctil porque nos puede condicionar mucho el tratamiento".

Y luego otro tema que considera muy importante es la toma de fotografías. "A muchos pacientes les cuesta traer fotografías bien hechas que no se pueden estudiar, y creo que es el momento ideal para tomarlas para no llevarte sorpresas en el quirófano", apunta.

Además, detalla los datos relevantes a la hora de hacer estas pruebas. "Lo primero es conocer cómo es la albugínea del pene, cuánto mide, cuánto está engrosada. También, si tiene una placa, dónde está localizada, y estudiamos el septo. Todo eso lo vamos detallando en nuestros informes y vamos concretando si hay una fibrosis de los cuerpos cavernosos y luego los cambios que se producen en esos tejidos cavernosos".

Así, "la tecnología doppler nos va a permitir hacer un diagnóstico diferencial de las diferentes patologías".

Infertilidad

Finalmente, los estudios de imagen en infertilidad los aborda Rodrigo García Baquero, facultativo especialista de la UGC de Urología del Hospital Universitario Puerta del Mar, Cádiz

Lo primero a la hora de solicitar un estudio de imagen en un paciente con infertilidad es plantea para qué se va a solicitar esta prueba, "en el sentido de si realmente va a suponer un cambio en el manejo del tratamiento o quirúrgico", relata.

En cuanto al testículo, "lo que nos dicen las guías clínicas es que una exploración suficientemente cuidadosa puede diagnosticar la mayoría de las patologías que causan infertilidad y que la ecografía testicular o escrotal solo ayuda cuando la exploración no es suficientemente fiable".

Respecto a varicocele, añade, "el manejo según las guías clínicas se basa fundamentalmente en la exploración física. La ecografía doppler se debe reservar solo a cuando hay dudas, una afirmación que se basa en que en 6 de cada 7 pacientes no vamos a conseguir un embarazo, por tanto quizás estemos sobre tratando".

Por otra parte, centrándose en la vía seminal más distal, en la patología fundamental del conducto eyaculador, pese a ser poco frecuente (un 3%) es "realmente interesante" desde el punto de vista radiológico, sobre todo porque tiene una teología que es potencialmente reversible. "De tal manera que la ecografía quizá no sea del todo fiable, porque cuando se compara con la resonancia, el falso porcentaje de falsos negativos se estima en torno al 23%. Por tanto, debemos considerar la resonancia cuando hay una alta sospecha clínica y la ecografía trasrrectal es normal".

Ante situaciones de sospecha clínica, remata, "los estudios de imagen juegan un papel fundamental para el abordaje de entidades potencialmente curables".