Moderados por Rocío Eiros Bachiller, especialista en imagen cardiaca, y Francesc Carreras Costa, cardiólogo, el ponente Rafael Vidal Pérez, miembro del comité TIC de la SEC, ha expuesto la revolución que supone el big data y la inteligencia artificial en cardiología. "Las 7 V del Big Data son la velocidad, el volumen, la variedad, la veracidad, el valor, la visualización, y la variabilidad".

También ha destacado el concepto de machine learning en la actualidad, que aporta ventajas en la cuantificación, ya que según el experto, reduce la variabilidad novato-experto, y hay una reducción infinita de tiempo de cálculo. Tanto el IA, como el machine learning y el Deep learning, están, para Rafael Vidal, probando su utilidad en cardiología y produciendo una revolución incontestable.

El especialista ha nombrado algunas de las aplicaciones de la IA en cardiología, "como la predicción de eventos adversos cardiacos mayores en pacientes con síndromes coronarios agudos o la predicción de reingresos hospitalarios por insuficiencia cardiaca a partir de la historia clínica".

Por su parte, Cristina Gil Membrado, doctora en derecho de la Universidad de las Islas Baleares, ha planteado algunas cuestiones sobre la IA y los límites para el cardiólogo desde el derecho. Para ella son técnicas disruptivas que permiten datos estructurados y no estructurados y el Big data es el tratamiento de toda esta información. Ha explicado que los ensayos clínicos aleatorios no garantizan su eficacia.

La experta ha nombrado los sistemas actuales de la China para sobrellevar la Covid-19 a través de la IA, como es el semáforo que indica diversos colores. "Ello se realiza geolocalizando a las personas, pero en Europa esto no se puede hacer porque cada uno da sus datos de manera voluntaria y las regulaciones son distintas".

Sobre la manera de instaurar los robots en nuestro sistema social actual, Cristina Gil ha remarcado que legalmente todavía no se está preparado para ello, "el derecho va a años luz detrás de la ciencia y no tenemos unas medidas establecidas a aplicar". Ha explicado que las recomendaciones del Parlamento Europeo en este sentido se dirigen a que, cuando los robots adquieran más autonomía, "habrá que establecer leyes más específicas, mientras que en materia sanitaria, lo que está claro es que el robot debe estar operado por un humano".

¿Cómo organizar una unidad de cardio-oncología?

La creación de una unidad de cardio-oncología es todo un reto. Así lo han declarado los ponentes de esta sesión. Mª Concepción Fernández Redondo, del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca en Murcia, ha ensalzado el perfil de la enfermera que es el nexo de unión de los diversos servicios de un hospital y ha explicado que en su centro hay un plan que se comparte con todo el equipo multidisciplinar, y actualmente están trabajando para implantar esta unidad.

Pedro Moliner Borja, coordinador de la unidad de cardio-oncología del Hospital Universitario de Bellvitge - Instituto Catalán de Oncología de L´Hospitalet del Llobregat, ha destacado que su unidad está integrada en el ICO, y esto comporta un volumen importante de pacientes, "cada vez hay más evidencia de que la prevención precoz es realmente importante y por ello fue necesario crear esta unidad para el diagnóstico de este tipo de pacientes del ICO".

Por su parte, Teresa López Fernández, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha contado su experiencia en la creación de esta unidad que se implantó hace años, empezó como un registro multidisciplinar que luego derivó en una consulta, "hemos integrado este servicio dentro de cardiología y atendemos consultas".

Para los profesionales los criterios de derivación de pacientes dependen de cada tratamiento y paciente, pero antes debe quedar claro cuál es el diagnóstico. En el hospital donde trabaja Teresa, esta derivación depende del tratamiento y del alto riesgo cardiovascular de cada paciente. Mientras que Pedro Moliner cree que no se puede llegar a todos los pacientes, por lo que estratificar el riesgo del paciente es algo muy importante y esto se realiza "en base a unos protocolos establecidos y unos criterios de derivación sencillos y aplicables a los pacientes de oncología".