Uno de los síntomas más reconocibles a la hora de detectar un posible caso de infección por SARS-CoV2 es la pérdida del gusto y/o el olfato. Muchos pacientes sufren alteraciones de estos dos sentidos, como evidencian varios expertos en una mesa redonda enmarcada en el 71º Congreso Nacional SEORL-CCC.

Carlos Miguel Chiesa-Estomba, médico del Servicio de Otorrinolaringología de la OSI Donostialdea, explica que en marzo ya se dieron cuenta de que empezaban a llegar pacientes a las consultas con alteración del olfato y el gusto. "Esto empezó a generarnos cierta inquietud, con lo cual desarrollamos una serie de trabajos".

Como el grupo de trabajo de Chiesa, científicos de todo el mundo han estado intentando averiguar qué pasa con esta alteración. De hecho, después de más de 30 estudios publicados a nivel mundial han comenzado a aparecer metaanálisis algo más concluyentes. "En el primero se incluyen 1600 pacientes, y hablaba de unas alteraciones que podían rondar el 50% en cuanto al olfato y el 40% el gusto. Luego se llevó a cabo otro con más de 6.700 pacientes, cuyos resultados se mantenían más o menos igual", señala.

Sin embargo, más adelante llegaron otros estudios que hablan de una prevalencia de aproximadamente el 75% de alteración del olfato y un 80% el sentido del gusto. "Con lo cual, no tenemos en realidad una idea clara de qué es lo que está ocurriendo con el coronavirus. Y la alteración del gusto y el olfato en cuanto a la prevalencia podemos decir que más o menos se maneja, desde el punto de vista subjetivo, entre un 50 y un 60%".

Un síntoma precoz

Por su parte Ithzel M. Villarreal Patiño, médico especialista en Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital La Milagrosa de Madrid ahonda en la disfunción olfatoria como síntoma de coronavirus, recordando en primer lugar que la pérdida parcial o completa del olfato y o el gusto han sido descritos com predicadores de covid-19. "Se ha demostrado que la disfunción olfatoria postviral se correlaciona con la severidad de la enfermedad. En el seguimiento clínico de los cirros respiratorios se ha evidenciado una recuperación en mas del 80% da lo largo de un año".

Sin embargo, "la fisiopatología exacta de la DO post viral aún no está claramente definida", detalla Villarreal. Además, "no hay síntomas específicos de las vías respiratorias superiores que permitan distinguir el coronavirus de manera confiable de otros tipos de infecciones respiratorias virales".

Como mencionan diversas publicaciones, "la discusión olfatoria se puede clasificar como cuantitativa (alteración en la intensidad) o cualitativa (cambio en la calidad de percepción de los olores)", explica la experta.

En cuanto a las causas, pueden asociarse a la inflamación nasal, es decir, el edema de la mucosa y la obstrucción del flujo de aire hacia la rima olfatoria; o a la infección e inflamación directa de la mucosa olfativa con la consecuente neurodegeneración del neuroepitelio olfativo. "Lo que es innegable es que el daño del sistema olfatorio periférico y la disfunción olfatoria va en relación con la progresión de la enfermedad".

De todos los estudios existentes se pueden extraer una cuantas conclusiones generales, concluye la especialista. "Los pacientes covid-19 participantes en las investigaciones de este calibre, la mayoría son personas mayores y similar en género".

Asimismo, "más de la mitad presentaron una disfunción en el gusto y el olfato, y más del 90%, alteraciones de ambos. De hecho, 1 de cada 5 presentaban una disfunción incluso como primer y único síntoma". Recuerda también "que los pacientes hospitalizados, la mayoría son hombres mayores con neumonía, pero con una menor frecuencia y severidad de la disfunción en el olfato y en el gusto".

Por último, concluye, "se observa un mayor tiempo de recuperación de la enfermedad cuando hay una alteración severa en alguno de estos sentidos".

Cómo medir la alteración

En otro orden de cosas, Christian Ezequiel Calvo Henríquez, especialista en Otorrinolaringología Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, desarrolla la importancia de realizar pruebas seguras para valorar el olfato en población general durante la pandemia SARS-CoV2.

"Ya sabemos que con el covid hay una alteración del olfato, pero ¿cómo mido esto? Básicamente tenemos que entender antes que nada lo que vamos a medir. Es importante que se vea que no es todo igual cuando estamos estudiando el olfato", apunta.

El médico hace hincapié en que no son lo mismo las pruebas de identificación, que "son las que prácticamente todo el mundo estudia", y otras partes también, como el umbral. "Esto es, que hay que estudiar cuánto está oliendo ese paciente, no solamente si es capaz de identificar una fragancia". Por eso, añade, "nos interesa hacer pruebas cualitativas, en las que se vean las características del olfato. Para eso hay muchísimas pruebas, como los cuestionarios, pruebas instrumentales y las pruebas objetivas".

Calvo resalta también que hay dos grandes subtipos de pacientes, y eso hay que tenerlo en cuenta. En primer lugar, los que tienen sospechas de coronavirus. "En esos casos nos interesan pruebas que sean desechables, y, sobre todo, rápidas". Distinto abordaje tienen los pacientes que ya están infectados, porque ahí las exploraciones deben ser más completas. "Para este segundo grupo se pueden utilizar tanto pruebas desechables como reutilizables".

En cualquier caso, reflexiona, "hay que estudiar el olfato, aunque sea con cuestionario. No puede ser una excusa no tener test en la consulta".