La sanidad privada, que supone el 3,4% del PIB español, y que da empleo a más de 266.000 profesionales de forma directa, solicitó a través de ASPE, la patronal que agrupa al 80% del sector, su incorporación y participación en la Comisión de Reconstrucción Social y Económica por entender su ...
La sanidad privada, que supone el 3,4% del PIB español, y que da empleo a más de 266.000 profesionales de forma directa, solicitó a través de ASPE, la patronal que agrupa al 80% del sector, su incorporación y participación en la Comisión de Reconstrucción Social y Económica por entender su papel como fundamental en la batalla contra la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus.
Los centros hospitalarios privados han asumido y asumen la atención sanitaria de más de 25.000 pacientes de Covid-19 hospitalizados y han atendido a unos 1.200 pacientes en UCI llegando a duplicar estas unidades en zonas como Madrid y Barcelona. Y todo ello con una colaboración total y absoluta desde la declaración del Estado de Alarma, permaneciendo a plena disposición tanto del Ministerio de Sanidad como de las Comunidades Autónomas. Sin embargo, la decisión del Congreso es que la sanidad privada no participe en dicha Comisión constituida por el Congreso de los Diputados.
La patronal del sector sanitario privado, ASPE, recuerda que esta disposición de los recursos se ha facilitado desde antes de que se declarara el Estado de Alarma mediante una interlocución constante con las autoridades sanitarias, poniendo a su disposición todos sus recursos humanos, materiales, instalaciones, inventarios, etc. Cabe destacar que la sanidad privada ha vivido tres escenarios muy distintos: en primer lugar, se han encontrado los centros que han vivido la pandemia al 150% de su capacidad; asimismo en otras zonas se les ha utilizado como circuito limpio para que la red pública atendiera a los pacientes infectados; y por último, en aquellos territorios en los que la incidencia de infectados ha sido muy baja, la sanidad privada solo ha atendido pacientes Covid por derivación de las mutuas y aseguradoras sin que fuera necesaria la derivación por parte de los centros públicos. Sin embargo, todas ellas tienen un denominador común, la desprogramación asistencial no urgente o preferente generando por consiguiente que la facturación de estos centros haya caído por encima del 85% durante los meses centrales de la crisis.
En cuanto a la vuelta a la actividad, la mayoría de las comunidades autónomas han retomado su asistencia ambulatoria y las cirugías programadas, aunque su actividad global no supera el 30-40% en el grueso de los territorios por la incertidumbre de los pacientes de si reprogramar su consulta. No obstante, se ha implantado la diferenciación de circuitos para garantizar espacios seguros que eviten las aglomeraciones y faciliten el distanciamiento social recomendado. La mayoría de los centros hospitalarios privados se hallan en estos momentos sin atención a pacientes Covid.
Sector de indudable importancia en la reconstrucción tras una crisis sanitaria
En este contexto, y de cara a un posible rebrote en otoño, la patronal considera fundamental su participación en la Comisión de Reconstrucción, en la que entiende que se han de abordar desde la forma de actuar ante un nuevo rebrote hasta la reconstrucción de un sector de gran peso económico que se ha visto especialmente afectado por la crisis, ya que la declaración de servicio esencial - manteniendo por ello todas sus estructuras en funcionamiento de forma responsable-, la imposibilidad de aplicar medidas de reorganización laboral y la desprogramación de la actividad salvo aquella de carácter urgente y preferente hacen a este sector único en cuanto a afectación económica.
Para Carlos Rus, presidente de ASPE, "la sanidad privada asume una contingencia de enorme calado ante el riesgo de que las autoridades no reconozcan su participación y ayuden en el sustento económico de los centros, tanto aquellos que han tenido una participación activa en la lucha contra el Covid-19, como aquellos que han puesto sus recursos a disposición de las administraciones".
Para ASPE, las escasas medidas adoptadas hasta el momento resultan del todo insuficientes: