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Habrá que esperar a 2021 para asistir a congresos médicos presenciales

Además de haber perdido a medio de centenar de compañeros en la lucha contra el SARS-CoV-2, los médicos tendrán que esperar para poder reunirse para compartir los últimos avances científicos que impulsan su profesión. Con buen criterio, y encabezados por la Organización Médica Colegial (OMC), todos los congresos médicos presenciales quedarán diferidos hasta 2021.

18/05/2020

En su última rueda de prensa online, el doctor Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y la Organización Médica Colegial (OMC) ha hecho balance de los dos primeros meses de Estado de Alarma en España y la situación sanitaria debida a la pandemia mundial ...

En su última rueda de prensa online, el doctor Serafín Romero, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y la Organización Médica Colegial (OMC) ha hecho balance de los dos primeros meses de Estado de Alarma en España y la situación sanitaria debida a la pandemia mundial de Covid-19.

La corporación que representa a los médicos del país lamenta la pérdida ya, como precisó su presidente, de 50 compañeros fallecidos desde la llegada del nuevo coronavirus y a causa de su desempeño profesional. Esta lista, inaugurada por el doctor Francesc Collado Roura de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Barcelona, donde falleció, podría verse aumentada porque hay otros médicos en unidades de cuidados intensivos. Además de otros profesionales de la Medicina que, aun habiendo salido de la UCI, tienen dificultades extremas para dar paseos cortos y más aún para volver a trabajar.

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Dr Serafín Romero

Para el doctor Romero, este alto precio pagado por la profesión da el máximo relieve al lema de "comprometidos con la sociedad" que la OMC consagró el pasado 21 de febrero.

En pleno proceso de desescalada, Romero advirtió que los médicos deben estar preparados para nuevas crisis, al margen de que esta última, que aún no ha terminado, haya sido extremadamente dura en sus primeros meses.

Dentro de esa preparación, el presidente se refirió a reforzar los espacios sociosanitarios sin que sea a costa de Atención Primaria, a la que se debe dotar de mayor músculo, capacidad de acción, investigadora y epidemiológica.

Desde este punto de vista, el presidente de la OMC apuntó a que la desatención de las últimas décadas para la AP han hecho olvidar que es parte de la Atención Comunitaria y por tanto, también de la Salud Pública. Mientras que, sobre los médicos MIR R4, residentes de último año, Romero reconoció el esfuerzo que se ha hecho para tener una mayor dotación de plazas para AP, de las que, en su opinión, tenían deficiencias las unidades docentes.

Adelantó el presidente Romero el desarrollo de un gran proyecto que mapee la Covid-19 desde el punto de vista de los médicos, al ejemplo del atlas de agresiones sufridas por sanitarios de la OMC. Para ello, serán de utilidad los criterios de escalada del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM).

El presidente detectó falta de transparencia relativa al Consejo de Expertos que asesoran al Ministerio de Sanidad y sobre los criterios que aplica, dado que, a su juicio, los territorios tienen que saber los baremos aplicados a la hora de progresar en su desescalada. Entre todos ellos, puso el ejemplo ponderado y prudente de Castilla y León, al saber balancear el grave problema económico y social que se prefigura y la seguridad sanitaria ante un agente patógeno que se ha mostrado extremadamente dañino.

Ante la frustración que produce no poder celebrar reuniones y grandes congresos médicos, antes de 2021, quiso ver el presidente la oportunidad de potenciar la telemedicina. Una nueva forma de ejercer, basada en la tradicional, que en la actualidad propicia animados debates dentro de la OMC, según explicó,

Para Romero, los médicos aún están inmersos en la fase de adquisición de conocimientos con la Covid-19, en momentos en los que las decisiones profesionales se tienen que tomar sin muchas referencias porque todavía faltan fundamentos científicos firmes.

En palabras del presidente, la crisis de la Covid-19 ha constatado que el médico debe anteponer el paciente a todo interés incluido sí mismo. Aunque el nuevo coronavirus le ha puesto ante la posibilidad más que real de ser vector de contagio hacia aquel al que busca curar.

Estimó igualmente el responsable de los médicos del país que la Deontología exige hacer una revisión que tenga en cuenta la medicina de catástrofes. En la que el dilema es cómo salvar a un paciente, entre diez, porque no hay medios para salvar a todos. Razón por la que la OMC tendrá que incluir las experiencias de la pandemia en la revisión del código ético de la corporación, que data de 2011 y ya estaba en curso.

Romero reiteró varias veces que los médicos son conscientes de que, en materia de política de recursos humanos sanitarios, no sobra nadie en ningún espacio profesional. Por lo que es necesario dirigir la atención a la AP, después de los esfuerzos realizados por los hospitales, sin volver a empezar la casa por el tejado ni volver a la casilla de salida. Con plena conciencia, además, de que el 80% de los casos de Covid-19 fueron tratados en la AP, desde inicios de la pandemia.

Como ejemplo de la adaptabilidad de los hospitales, Romero puso el ejemplo de endocrinos haciendo triajes en la puerta de los mismos.

Para dotar al SNS de los médicos que demandaba la pandemia, Romero citó acciones realizadas desde el CGCOM como la colegiación exprés de profesionales de otros países y la concesión de especialidad plena por tiempo limitado para los R4.

El presidente emplazó a los periodistas a la próxima asamblea general que celebrará el CGCOM en la que se decidirá si se interpone una querella por comisión de omisión al obligar a los médicos a trabajar en condiciones de gran riesgo y sin recursos de protección personal. Ya que los facultativos tuvieron que asistir a los pacientes con medios improvisados durante las primeras semanas de pandemia y luego vivieron con indignación que muchas de las mascarillas compradas por el Ministerio de Sanidad no garantizaban la necesaria seguridad.

Finalmente, Romero lamentó que las autoridades sanitarias no hayan tenido nunca en cuenta las opiniones bien formadas de las profesiones sanitarias. Mientras que la OMC promovió, a sus propias expensas las campañas "Ni un día más, ni un test menos" y "Aquí vive un héroe". Con las que la corporación quiso exigir Equipos de Protección Individual (EPI) para los profesionales, test suficientes para conocer su estado de salud y apoyo social frente a los ataques de vecinos desaprensivos.

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